se hace camino al andar

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23 marzo, 2020

Coronavirus fabricado en Estados Unidos


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Jesús Silva R.

Un arma biológica de guerra, creada en laboratorios por científicos en los Estados Unidos de América, eso es el peligroso y mortal coronavirus de acuerdo a la opinión de acreditados expertos y destacados personajes, varios de ellos de nacionalidad estadounidense.

Como punto previo, se debe mencionar que en Venezuela, merece elogio y reconocimiento la medida del gobierno de Nicolás Maduro respecto a la aplicación de una temprana cuarentena total que persigue disminuir el contagio del coronavirus y así evitar la pandemia. A todas luces el distanciamiento social entre ciudadanos es la acción más efectiva para atender esta problemática. Adicionalmente, como revolucionarios venezolanos, exigimos el levantamiento de las ilegales sanciones estadounidenses contra nuestra patria y demás estados bloqueados en virtud de elementales razones humanitarias.

Ahora bien, es público y notorio que el coronavirus puede matar más personas que una bomba nuclear porque es altamente contagioso y ya ha golpeado a cientos de miles de seres humanos en casi todos los países del mundo. Tan grave y compleja es la situación causada por el también llamado COVID19, que es imposible saber hoy cuando se terminará la pandemia, cuántas personas más serán afectadas o cuándo existirá una vacuna. Y más dramático todavía, el día que exista la vacuna ¿estará al alcance de los pobres?

Que el coronavirus se haya dado a conocer en China o que el primer brote ocurriera en la ciudad de Wuhan, no garantiza que su origen esté en ese país. Pudo ser sembrado allí por algún grupo terrorista o gobierno interesado en causar daño a la nación comercialmente más poderosa del mundo. Siendo esto así, cito lo que frecuentemente opinamos los abogados penalistas “el principal sospechoso de un delito es aquel que más se beneficia del mismo”. Justo es exigir una investigación internacional exhaustiva que determine definitivamente el origen del COVID19 pues de ahí podría obtenerse el antídoto para la prevención y sanación. 

Es evidente que en las circunstancias actuales, quien tenga la cura contra el coronavirus podría dominar el globo terráqueo. Desde nuestra cosmovisión socialista, la esperada vacuna debería ponerse gratuitamente a la orden de todos los países para salvar vidas, sin embargo en el contexto del capitalismo internacional sospecho que será utilizada para la venta por emporios transnacionales o, lo que es peor, será manipulada geopolíticamente, es decir, unos gobiernos la usarán para someter a otros.

En el presente, es preocupante la actuación controversial de muchos gobiernos de países capitalistas los cuales se niegan a implementar una cuarentena radical en la población, argumentando que esto afectaría gravemente sus economías. Es como si el dinero les importara más que el contagio y fallecimiento de millones de personas.

Finalmente, como evidencia testimonial que fundamenta a este artículo, presento una primera lista de personalidades que señalan públicamente a EEUU como verdadero lugar de origen del coronavirus y el propósito de guerra biológica:

1) Francis Boyle, estadounidense, profesor de Derecho, redactor de la Ley de Antiterrorismo contra Armas Biológicas (BioWeapons)
2) Philip Giraldi, estadounidense, exfuncionario de la CIA, artículo del 05-03-20 en the Strategic Culture Foundation
3) Kevin Barrett, estadounidense, periodista. “Guerra biológica creada por EEUU e Israel”
4) Zhao Lijian, vocero de cancillería china, “mucha evidencia de COVID creado en EEUU”
5) 101 médicos iraníes en enfermedades infecciosas y pulmonares. Carta pública
6) Mahmoud Ahmadinejad, expresidente de Irán, “coronavirus fue creado en un laboratorio”

19 marzo, 2020

La patria tiene un ojo hinchado

Jesús Silva R.

"Es demasiado rápido, no tiene sentido continuar". Así le dijo el entrenador Nacho Beristain a Óscar De La Hoya, segundos antes de comenzar el noveno round de su pelea contra un entonces poco famoso Manny Pacquiao. Óscar era más grande y fuerte pero demasiado viejo y se desplazaba en cámara lenta. Manny, era enano y de brazos cortos, pero se movía tan veloz como el ratón de comiquitas "Speedy González" y se hallaba en el esplendor de sus facultades boxísticas  impulsado por la juventud, divino tesoro.

Este ejemplo se repite en otros escenarios de la vida, como cuando tercamente corro con mi chancleta detrás de una cucaracha que ampliamente me supera en velocidad y al final se oculta bajo la nevera. Para eliminarla, cambio de estrategia y apelo al insecticida porque entiendo que en guerra de rapidez nunca le voy a ganar.

Pero hay casos de rango nacional que están todavía por resolver y no son materia de chiste ni sarcasmo...

Como cuando en las estructuras burocráticas, el profesional excelente se ve desplazado por otro que es mediocre en el trabajo pero fantástico en la adulación al jefe. La nación entera paga las consecuencias con malos servicios públicos.

O como cuando el pueblo busca construir el poder comunal soñado por Hugo Chávez, pero un neonato gobierno comunitario (de burócratas) le arranca competencias previstas en la ley y afianza una usurpación de funciones. ¿Dónde están hoy las comunas y consejos comunales que un angustiado Chávez reclamaba meses antes de su muerte?

O como cuando suben los sueldos, pero los precios se elevan a mayor velocidad en la vigente locura de la dolarización de facto que actualmente nos arropa.

Me niego a creer que estas son batallas perdidas o peleas de burro con tigre como dicen los llaneros. 

Pues a diferencia del anciano De La Hoya, que tiró la toalla en aquella pelea y con un sólo ojo vio el final de su carrera (el otro ojo se lo cerró Pacquiao a puño limpio); el pueblo de Venezuela (hoy con un ojo hinchado en el ámbito económico, político y social) no puede rendirse frente a la guerra económica, al bloqueo imperialista, ni a la traición de apátridas que piden la invasión extranjera.

Tampoco puede esta patria bolivariana y rebelde firmar un cheque en blanco a pretendidos apóstoles que (paseándose con costosas prendas de lino rojo y viajando en lujosas camionetas japonesas del año) son sordos al grito del pobre, maltratan al soberano de a pie, consolidan el burocratismo y contribuyen (por acción o por omisión) con la corrupción que ha desgarrado a PDVSA y a otras dependencias nacionales.

Para retomar la senda del socialismo chavista, del buen vivir, de aquella clase media que tenía poder adquisitivo proveniente de su trabajo honesto, de aquel estrato popular que llenaba su carrito de supermercado pagando con cesta ticket, hace falta darle respeto y participación efectiva al pueblo, tanto en la acción política como en la económica, en alianza con un gobierno Revolucionario (con R mayúscula). 

Urge rescatar el valor del trabajo, dignificar el sueldo, fomentar la producción de la pequeña y mediana empresa, priorizar la organización comunal, fomentar debate abierto, tolerar la crítica y ensayar una autocrítica gubernamental traducida en rectificaciones concretas.

La trampa de un neoliberalismo encubierto, que libera precios y choca copas de vino con grandes empresarios que especulan impunemente, puede enterrar el legado de Hugo.

Tolerar a oligarcas importadores cometiendo masivos delitos de usura en la venta de alimentos y medicinas, no dará gobernabilidad ni paz porque el pueblo se cansa y puede estallar, ni será esta la fórmula sanadora para la enferma economía venezolana. 

Urgente es retomar el concepto original del socialismo, que nosotros, revolucionarios de a pie, seguimos defendiendo incondicionalmente: un modelo de Estado en el cual la clase trabajadora asume el poder económico y desde esa posición ejerce el poder político. Es tiempo de menos sectarismo y más inclusión. No habrá persecución política con fachada judicial que nos empuje a la derecha. Está historia continuará.

12 marzo, 2020

Video picante contra la polarización

Jesús Silva R.
Una voluptuosa e inteligente artista venezolana de la que estoy enamorado desde hace tiempo (y con la que me encantaría casarme este año ahora que estoy felizmente divorciado) fue estrella de un video que hizo arder las redes sociales. Mi candidatura a Rector de la UCV sirvió como plataforma para que su figura lograra más de un millón de vistas en Twitter, facebook e Instagram. Con diminuta vestimenta, mi musa declaró con picardía: “Jesús Silva, unos dicen que es capitalista, otros dicen que es comunista, pero él lo que es, es un optimista (…) que cree en gente como yo, trabajadora, luchadora (…) así que se acaba la polarización”.
VER EN TWITTER: 

Nadie tira piedras a un árbol que no da frutos. No responderé mediáticamente a calumnias porque no le daré ranking a mitómanos ni a mitómanas sin vida propia ni obra que mostrar, tampoco a quienes me atacan por mi video con una dama y sus “grandes lolas”. Más bien hablaré de lo valioso de mi “Opera Prima” audiovisual. Mientras Lorenzo Mendoza con su empresa Polar explota el cuerpo de lindas muchachas para promover su bebida bochinchera y nadie lo imputa por ello, yo aún sorteo una cacería de brujas por supuestamente valerme de lo mismo en mi aspiración a Rector. Sin embargo, a diferencia del camarada Lorenzo (creo que es madurista), en mi caso, presenté un sólido mensaje de diálogo, reconciliación y unión entre los venezolanos, repito: “que se acabe la polarización”.
Nadie más en la vida pública parece hacer un esfuerzo concreto y a gran escala por aconsejar la eliminación del odio político que divide a la nación. La despolarización no da votos ni excita a la fanaticada. Sin embargo, ojalá en altas esferas se entienda que un pueblo viviendo la crisis más aguda de su historia, no puede vivir “polarizado” porque necesita comer y para conseguir comida hoy, hay que unirse (como en época cavernícola de la caza, la pesca y la recolección de frutas).
El pueblo vive la destrucción del poder adquisitivo y del irrisorio salario, el éxodo de millones de compatriotas, la hiperinflación y demás infortunios. Ante semejante crisis, poco importa ya si usted es opositor, chavista, comunista o capitalista. Aquí la prioridad es trabajar unidos como sociedad sin más peleas absurdas y desde ese escenario: rescatar a Venezuela.
Toda forma de discriminación política debe desaparecer, venga del sector público o del sector privado. En este territorio la única opción es convivir o perecer. A quienes tienen peso para influir sobre Venezuela, les aconsejo: pongan el interés nacional primero, provean al país de una solución constitucional y electoral a la crisis nacional, sometan una nueva Constitución a referendo popular. Y pongan fecha a las elecciones universitarias con voto sectorizado y paritario.
También, de mutuo acuerdo, designen a los miembros de un nuevo CNE independiente, procuren la despolarización nacional con buenas palabras y buenas acciones, pero sobre todo acepten la voluntad del pueblo expresada en el voto, cualquiera que esta sea. Lo que más le falta al país para resurgir como Ave Fenix es darse un baño de tolerancia y despolarización.
Bendito sea aquel video picante que me permitió decir, de forma inolvidable para toda Venezuela, que la polarización está condenada al fracaso político, jurídico y cultural. Sus promotores están a tiempo de rectificar. Tal vez yo vuelva a la “palestra” con otro video y otra campaña electoral, todo tiene su hora bajo el cielo.
Hagamos realidad una revolución nacional que sea humanista, solidaria, tolerante, realmente feminista y anti-puritana; que se respete el debido proceso constitucional a todo nivel, el derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad y la libertad de expresión, sobremanera cuando la ejercen revolucionarios que por su irreverencia caen mal a las élites, esos a los que llaman “electrones libres”.


07 marzo, 2020

Nuevo rector presidente del CNE

Jesús Silva R.
Independiente, imparcial, impoluto, apolítico, casi celestial. Así debe ser el nuevo rector presidente del Consejo Nacional Electoral de Venezuela. Que no sea ficha de nadie y que lo nombren por meritocracia. Tolerado por el gobierno, respetado por la oposición, reconocido por Estados Unidos, la Unión Europea, el Grupo de Lima y Japón. Que tambien lo avale Rusia, China, Irán, Cuba y los demás países latinoamericanos con gobiernos de izquierda que aún quedan en la región.
Que VTV lo exhiba pero sin hacerlo ver como empleado del gobierno ni militante del Psuv. Que tampoco acepte ir a cócteles vespertinos en embajadas capitalistas porque la mujer del César debe parecer honesta.
La pregunta es si este ciudadano existe en Venezuela, el país políticamente más polarizado del mundo. Y si existiere, el desafío es que los grupos de poder, de lado y lado, se decidan a su nombramiento; porque la tentación de controlar el CNE es muy grande e inclusive compromete la supervivencia de las cúpulas políticas alérgicas a la democracia liberal, la división de poderes, el «check and balances» y etc.
Ese venezolano ideal, que tendrá el voto decisivo en el CNE, deberá convivir con un directorio teóricamente conformado por dos miembros pro gobierno y dos pro oposición. Sus desafíos son inmensos, en 2020 debe garantizar condiciones electorales satisfactorias para los comicios de la Asamblea Nacional.
Un tema inevitable es la legalización de todos los partidos políticos. Si hay arlequines sin pueblo con partidos de maletín legalizados por la vía «express», cuesta explicar que los «chicos malos» no tengan partidos legales por supuesta falta de firmas. El nuevo procer del CNE tendrá que resolver esto convincentemente o no conquistará prestigio en su cargo.
Llevar el barco electoral a buen puerto este año, es decir, hacer que oposición y gobierno queden conformes, prácticamente lo consagraría como rector. No es fácil revivir el entusiasmo votante de toda una nación fatigada por problemas de todo tipo.
Alerta, hay muchos chavistas descontentos por crisis económica que ya hablan de abstenerse este año. Hay opositores convencidos de que existe trampa en el CNE y por lo tanto tampoco quieren votar.
Una baja participación electoral sería como un gancho de izquierda al hígado de la patria en sus aspiraciones de que EEUU y sus aliados eliminen las ilegales sanciones económicas. Dicho de otro modo, las elecciones legislativas deben ser políticamente eficientes con más de la mitad del padrón electoral votando o de lo contrario la situación del país no mejorará en el contexto internacional.
Al conflictivo año 2020, se le agrega el pleito de las «dos directivas» de la Asamblea Nacional. La encabezada por Guaidó no designará al nuevo CNE porque la directriz de EEUU es no reconocer a las instituciones venezolanas. Además el TSJ dice que el parlamento está en desacato y por ende todas sus actuaciones son nulas.
Tampoco será Luis Parra, como jefe del legislativo, quien firme nombramiento del nuevo CNE porque se sabe que no tiene suficientes diputados para ello y habrá más controversia. Ni Parra ni Guaidó se mandan a sí mismos, ellos obedecen a sus jefes políticos, por lo tanto jamás se unirán para designar un CNE.
Todo indica que el TSJ, por vía constitucional de omisión legislativa, es quien está en mejores condiciones para nombrar al CNE. Jurídicamente tiene facultad para ello y sólo faltaría el visto bueno de oposición y gobierno para que el nuevo poder electoral tenga nuevos rectores en un escenario de tregua política que le permita trabajar y que sus decisiones gocen de respeto ante nuestro país y más allá.
¿Cuál será la posición de este alto funcionario ante el constitucionalmente factible referendo revocatorio presidencial de 2021?
¿Qué dirá este nuevo burócrata sobre un posible llamado, o ausencia de llamado, a elecciones generales que formule la Asamblea Nacional Constituyente si se sigue la doctrina constitucional de 1999?
¿Tendrá coraje para pronunciarse? Y voy más lejos con mi pregunta ¿hará algo?
En resumen, el nuevo rector presidente del CNE tendrá la credibilidad que emane de su ejemplo pues como dice la santa palabra: por sus actos los conoceréis. Está historia continuará…

28 febrero, 2020

Elecciones universitarias ahora sin fecha


Jesús Silva R.

La sentencia N° 0047-2020 del 27-02-2020 de la sala constitucional del TSJ suspende la medida cautelar de “ultimátum” para elecciones universitarias. El fallo judicial no pone fecha límite para tales comicios y cede parcialmente al ministerio de educación superior la vigilancia sobre la celebración de ese proceso electoral. Respeto a las instituciones venezolanas, especialmente las decisiones judiciales de la honorable sala, incluso cuando no las comparto. 

Al TSJ y al pre mencionado ministerio les deseo la mejor de las suertes en esta nueva fórmula para intentar resolver la problemática de la educación superior del país, en el caso de la UCV, deterioro general grave  y 12 años sin elecciones, más los que pudieran sumarse.

Quiero agradecer a los y las valientes que me acompañaron en la revolucionaria candidatura a rector de la UCV, no importa el hombre que encabezó esa empresa sino las ideas de cambio que vertimos en la población ucevista. No es posible precisar hoy el tiempo que pueda tomar hacer elecciones en UCV, en mi criterio quienes gobiernan esa casa no van a cooperar nunca pues desprecian el voto universal caracterizado por una persona, un voto. Igualmente repudian que empleados y obreros voten.

Pueden pasar años y la cúpula gobernante en UCV no modificará los privilegios que les mantienen en el poder, por ejemplo que el voto de un profesor equivalga al de cuarenta estudiantes. Es evidente que la suspensión de las elecciones, inyecta euforia y triunfalismo en la élite beneficiada. Ahora su aspiración será procurar que una nueva sentencia le restituya el “super voto” a los profesores, tanto así que varios colegas atrevidos me plantean: “podemos negociar que el voto de un docente se equipare al voto de 20 estudiantes”. Esto sería perpetuar el ventajismo.

Ahora que no hay presión judicial para fecha electoral, mi mayor deseo es que el lobby ucevista no logre su aspiración de revivir el voto profesoral elitesco. Anhelo que los preceptos de universalidad y sectorización del voto universitarios sobrevivan porque el mayor enemigo de la ciencia del derecho y la jurisprudencia son los poderes fácticos, entre ellos la política. 

Como docente universitario en UCV, ya vi morir una pretendida nueva ley de universidades que fue satanizada hace algunos años. Ello significó una parálisis de la transformación universitaria hasta que la sentencia 0324 del TSJ en agosto de 2019 revivió esperanzas.

No puedo callar mi preocupación por tantos obreros, empleados, estudiantes, profesores y egresados que con coraje apoyaron nuestra candidatura rectoral revolucionaria en UCV y que mañana serán perseguidos por las autoridades monárquicas y despóticas. Ojalá el humanismo y la ética prevalezcan en la derecha rectoral y sus operadores. Tal vez pido demasiado. Nuestra gente fue como Salvador Allende con la Constitución chilena en la mano y los derechistas fueron Pinochet con sus aviones militares. ¿Quién los apoya dentro de nuestro gobierno bolivariano?

A pesar de este episodio infeliz, el sueño de una universidad incluyente, moderna y productiva sigue vigente. Aspiro un futuro en que la UCV no siga siendo una burbuja donde jóvenes con ideas de solidaridad social, luego se convierten en sujetos llenos de individualismo y prioridad de lucro personal. 

En mis 22 años como profesor universitario observé adolescentes ser ideologizados negativamente por sus referentes, es decir, profesores y compañeros de estudio de grado más avanzado. Ellos vieron al profesor socialista andar a pie y lo compararon con el profesor opositor andando en carro; terminaron por concluir que había que ser de derecha porque de ese lado estaba el éxito profesional y la riqueza. Podría mencionar más ejemplos tristes que tuve en mi aula.

Es mucho lo que tiene que cambiar en las universidades autónomas para inculcar valores y principios de colectivismo, para realmente servir al interés nacional. Pero ello sólo será posible con una jefatura interna conectada con las legítimas aspiraciones del pueblo y no al grosero servicio de la oligarquía. Ahora que el tema electoral queda en el campo de lo futuro e incierto, sólo me resta dejar muy claro que de nuestro lado revolucionario son grandes las reservas de valentía y perseverancia para seguir luchando por la democracia popular universitaria.


24 febrero, 2020

Retos entre Trump, Guaidó y Maduro


Jesús Silva R.

Trump no dio rueda de prensa con Guaidó en la Casa Blanca como se estila con jefes de otros países, parece que no desea detallar la política que desarrollará hacia Venezuela en los meses venideros. Trump no abandonará las sanciones económicas ni las presiones diplomáticas contra Maduro, pero es factible “flexibilizar” la hostilidad de Washington con “acuerdos parciales” entre las administraciones de Trump y de Maduro, con la participación de la “oposición dura”, por ahora, encabezada por Guaidó.

En la agenda de “acuerdos parciales” está la celebración de elecciones legislativas venezolanas, que aunque no satisface a Trump, si puede mejorar el panorama diplomático. Esto si se designa un nuevo CNE con representantes de los principales sectores políticos del país y se desarrollan comicios que permitan una nueva asamblea nacional plural con izquierdistas, centristas y derechistas. Si ello ocurre pronto, existirá revivirá la esperanza de diálogo efectivo entre Caracas y Washington.

Para esta fecha, Trump entiende que seguir asfixiando económicamente a Venezuela no derrocará a Maduro y que la oposición venezolana no tiene fuerza para provocar un alzamiento militar ni un estallido social que detone un quiebre político. A criterio de Trump el bloqueo le facilita a Miraflores una retórica de justificación a los problemas como históricamente ha sucedido con Cuba. No obstante, nadie debería menospreciar que para el venezolano de a pie la confiscación de CITGO, Monomeros, reservas en oro, y otros, significa agresión al país y a su bolsillo.

En este año, Maduro tiene el reto de aliviar tensiones internas, puede lograrlo si impulsa políticamente un nuevo CNE plural y elecciones legislativas con participación de todos los partidos políticos, especialmente los que más lo adversan. Es menester reconocer que los dirigentes opositores que comenten delitos tienen una responsabilidad penal individual pero las toldas opositoras deben seguir existiendo sin trabas burocráticas. Una apertura política de este tipo, desarticulará a la oposición dura que predica el abstencionismo electoral con 4 millones de creyentes.

2020 debería ser un año de flexibilización en lo político y en lo económico (bancarizar el dólar, eliminar impuestos excesivos a la clase media, etc.) que faciliten coexistencia entre polos contrarios. En lo político abrir canales para que todos participen electoralmente, tanto opositores duros como blandos, también conocidos como colaboracionistas; al igual que dispensar un trato más tolerante al llamado “chavismo crítico” o disidente. La liberación de políticos presos por delitos menores es una política que favorece el prestigio del gobierno que la promueve, como también es beneficioso dar espacio al debate interno, la crítica, en el entendido de que el poder militar e institucional está claramente consolidado a favor de Maduro en la presidencia. Hoy no hay guerrilla en Venezuela, ni guarimba, ni corriente divisionista organizada dentro del chavismo o nada parecido que represente una amenaza a la vanguardia que dirige a la nación. Esto es así por incapacidad política de la oposición y dispersión de los chavistas descontentos, que aunque numerosos, no están unidos, tal vez por sus grandes egos.

Procurar la ruta electoral exigiendo garantías es lo mejor que Guaidó puede hacer para sobrevivir políticamente dentro de Venezuela, su extensa gira internacional crea expectativas en el pueblo opositor pero tales pueden desvanecerse si al aterrizar en Maiquetía insiste con la misma agenda de las tres frases. Eso ya se agotó en 2019 y es hora de reinventarse, de creer en la posibilidad de “acumular fuerzas” y no orar más por una intervención militar norteamericana.
Por su lado Trump tiene gran posibilidad de ser reelegido y no correrá riesgos activando una opción armada contra Venezuela que dividiría la opinión pública del mundo y sobre todo la de EEUU, lo cual en geopolítica militar es lo que más pesa, aunque suene antipático decirlo.


24 enero, 2020

Solicitamos nueva Constitución en 2020

Jesús Silva R.

Karl Marx, influyente filósofo de nuestra cosmovisión, dijo que el Estado era "la violencia organizada de la clase dominante". Simón Bolívar, figura no menos significativa en nuestro pensamiento, planteó la inconveniencia del poder absoluto porque éste corrompe absolutamente. Partiendo de estos dos grandes personajes podemos afirmar que un Estado todopoderoso se traduce en la muerte de la democracia, es decir la imposibilidad de un gobierno del pueblo porque quien lleva el timón del Estado es el gobierno (un cónclave).

Demócratas hay en la izquierda y la derecha, ninguno puede convalidar un Estado con poder ilimitado porque aunque este se encuentre administrado por impolutos apóstoles, la sola ausencia de normas que lo aplaquen, promueve inevitablemente el abuso de los funcionarios frente a los ciudadanos no investidos de autoridad pública. 

La Constitución existe principalmente para sujetar a los burócratas, ellos representan al pueblo pero no son el pueblo y la única garantía de que la clase burocrática actúe al servicio de la totalidad de los ciudadanos es una Carta Magna que regule al poder funcionarial. 

Defendemos la Constitución, no como un fetiche u objeto de retórica, sino como la herramienta para intentar igualar en derechos a gobernantes y gobernados. Esto nunca ha sido logrado en ningún país del mundo totalmente, pero es un sueño al que hay que aproximarse y se llama Estado de Derecho. 

El desafío de la sociedad democrática es generar todo tipo de presión para que los poderosos violadores de la Constitución, no puedan mantener sus abusos. Las armas para enfrentar a la tiranía son la opinión pública, la educación, la asociación de los ciudadanos, el ejercicio vigoroso de la libertad de expresión, la participación, la denuncia, la invocación de las normas constitucionales y legales. 

Los pobres, los trabajadores, los no "enchufados" no estamos en la posición material de ser violadores de la Constitución, sobra poder que nos atropelle y en pocas palabras, no tenemos instrumento de fuerza para imponer nada. 

Venezuela tiene una Constitución libertaria, ella es el vehículo para hacer valer la democracia, que en la práctica significa que los que tienen el poder del Estado respeten a quienes no lo tenemos. La vía constitucional es la ruta pacífica para propiciar la felicidad de los pueblos y minimizar injusticias. Si repetidamente se viola o manipula la Constitución, se generan condiciones para que la masa busque su libertad y dignidad por vías no constitucionales, es decir, la violencia (tarde o temprano). 

Hugo Chávez hizo un gran aporte constitucional al país, ni sus enemigos pueden negar que la Asamblea Constituyente de 1999 fue elegida libremente y que la mayoría popular compró la oferta electoral del comandante. Pensemos en los principios y valores chavistas originales ante los retos actuales que vive nuestra aporreada democracia. 

Aquella Constituyente duró 6 meses, se autodisolvió y dio paso a un referendo de aprobación de nueva Carta Magna y acto seguido, elecciones generales para la renovación de los cinco poderes públicos. Chávez fue un demócrata y lo acompañaron los votos, se contó y ganó montones de veces en elecciones. 

Teniendo un año de electo presidente, Chávez aceptó ir nuevamente a elección presidencial porque la Constituyente así lo decidió. Hoy el poder constituyente tiene la oportunidad de dar un paso que emule la gesta de 1999, tenemos la certeza de que ello desmontaría el bloqueo de EEUU y sus aliados. 

A su vez, se requiere que el proyecto de nueva Constitución sea liberal y democrático, es decir, sin camisas ideológicas ni privilegios para unos, ni discriminación para otros. Defender la Constitución es impulsar inclusión social y convivencia.

06 enero, 2020

No metan preso a Guaidó

Resultado de imagen para juan guaido rejaJesús Silva R.

Existe una crisis del poder legislativo que requiere una solución política antes que una acción jurídica penal. Hay una directiva de la Asamblea Nacional encabezada por el diputado Luis Parra y otra por el opositor Juan Guaidó. 

Ambas son políticamente controversiales y dificultan el nombramiento armónico de un Consejo Nacional Electoral. Venezuela necesita urgentemente un nuevo CNE y no sólo para elecciones parlamentarias, hay otras muy importantes que se pudieran pactar. Mi propuesta es que se hagan elecciones parlamentarias cuanto antes.

Nótese que la junta directiva de Parra, con sede en el palacio legislativo, tiene en su contra un importante número de diputados que dicen ser mayoría parlamentaria. La prensa opositora manifiesta que son cien legisladores los que apoyan la reelección de Guaidó, una cifra que deberá aclararse porque votos a través de Skype no son válidos y así lo confirmó el TSJ.

Por otro lado, la directiva ambulante encabezada por Guaidó no fue designada dentro del mencionado palacio, por lo cual le falta cumplir con la Constitución en este punto, habida cuenta que el acto efectuado en la sede del periódico El Nacional no subsana la irregularidad.

Están por verse las posibilidades de que Guaidó pueda cambiar la situación a su favor pues si entra a una sesión legislativa y propone repetir la conformación de la Junta Directiva, el Presidente parlamentario en funciones, Luis Parra, lo puede declarar fuera de orden y rechazar su petición. Esto es perfectamente legal.

Además, se percibe resignación en el entorno de Guaidó, tanto así que se ha anunciado públicamente su separación del partido que lo formó, Voluntad Popular. Esto acontece en un escenario no aclarado suficientemente y que más bien hace pensar que Leopoldo López, máximo jefe de VP, ya no necesita políticamente a Guaidó. En cambio que el desplazado Juan ahora es cuando más necesita a Leo.

Ahora bien, independientemente de cuál de los dos bloques parlamentarios tiene la auténtica mayoría numérica, lo urgente es crear condiciones mínimas para designar el nuevo CNE que enrumbe al país hacia un mejor escenario de convivencia entre chavismo y oposición, con distribución democrática del poder político, consenso político para negociar el cese de las devastadoras sanciones de Estados Unidos y paz que propicie un golpe de timón en lo económico a fin de favorecer a todos los venezolanos.

Con nuevo CNE y nueva Asamblea Nacional elegida libremente por el pueblo, ya en la condición de exdiputados, Guaidó y otros enfrentarán procesos legales por presuntos delitos de traición a la Patria, rebelión, corrupción, entre otros, siempre garantizando a los imputados el debido proceso, el derecho a la defensa y todas las garantías previstas en la Constitución.

Esto será un conveniente mensaje para la comunidad internacional, para expresar que en Venezuela no se usan los procesos penales como herramienta de retaliación política.

Con este artículo me deslindo de sujetos radicales que reclaman encarcelar inmediatamente al presidente de la Asamblea Nacional del año 2019, por lo tanto, basado en mi convicción democrática, digo: hoy no metan preso a Guaidó.

02 enero, 2020

Sobreviví a Lorena Bobbitt



Jesús Silva

Lorena Bobbitt es una de las mujeres más famosas del mundo. Decir su nombre hace que un hombre en cualquier país se tape inmediatamente más abajo del ombligo recordando a la esposa que le cortó el pene a su marido y a la que jamás metieron presa. Esto sucedió un 23 de junio de 1993 en EEUU. Un día como ese pero en 2019 sufrí un atentado similar y en diciembre del mismo año se hizo viral en Twitter un video con la frase: "Retiro denuncia si no te divorcias" donde la mujer chantajea al esposo con una denuncia falsa.

El 23 de junio debe ser declarado día internacional de los hombres víctimas de mujeres violentas y mitómanas. La Lorena original fue perdonada por un tribunal porque declaró que su esposo la maltrataba y que ella actuó en "defensa propia". Sin embargo, esta agresora confesó que le practicó la poda a su marido mientras dormía, es decir, no se defendió de un ataque sino que obró con ventaja contra un ser indefenso.

El tribunal consideró que Lorena procedió con un "rencor legítimo" creado por presuntos abusos anteriores. Pero ¿Y si Lorena mintió? ¿Dónde queda la presunción de inocencia? Peligrosamente la opinión pública influyó en este caso. Esto puede pasar en cualquier país, más ahora con redes sociales creando noticias falsas que se repiten millones de veces.

Se impuso una matriz de opinión: Lorena es la víctima y John Bobbitt, el marido cuyo órgano fue cortado, es el agresor, el misógino, el maltratador, y por lo tanto quedó bien "capado". Poco valió el proceso penal y la sentencia fue la crónica de una muerte anunciada. Un juicio penal objetivo habría condenado a Lorena por uxoricidio (asesinato del cónyuge) en grado de frustración, sin causa de justificación por un maltrató que no se comprobó.

¿Qué etiquetas o tendencias de Twitter se habrían generado si un caso como el de Bobbitt ocurriera hoy? Quizás: "gran tuitazo a favor del tijerazo", "feministas con Lorena Bobbitt", "John Bobbitt maltratador", "cárcel para el mocho John", etc.

No pretendo ser abogado de John pero nadie sabe si alguna vez maltrató a su mujer. Nunca existieron testigos presenciales ni referenciales que señalaran violencia doméstica a pesar de varios años matrimonio. Asimismo, las declaraciones de Lorena fueron contradictorias y su estado psicológico era dudoso.

Cuando un hecho no puede ser atribuido a un investigado, se debe decretar el sobreseimiento. Más aun si no existe posibilidad razonable de que surjan nuevos elementos para imputar.

Lorena Bobbit puede existir en cualquier mujer violenta y mitómana del universo, no sólo se atreve a cortar el miembro de su esposo inocente por perversos motivos, también puede calumniar para cortar su libertad, su patria potestad sobre los hijos, su reputación, su exitosa carrera profesional o su vida pública.                                                                                                                                                                   
Conocí a una Lorena Bobbitt. Una persona a la que aprecio y para la que deseo que el Estado provea tratamiento psiquiátrico porque lo necesita. Su esposo fue amoroso y jamás la maltrató. Él le dio todo lo espiritual y material que haría feliz a una mujer. No haré inventario de casas, carros, viajes al exterior, cirugías plásticas, estudios universitarios, etc. Ella me dijo que si su marido se divorciaba, ella lo mataría, que con su familia de policías opositores lo metería preso, que pactaría con todos los enemigos políticos de él para hundirlo, que estaría "dispuesta a todo" para destruirlo, incluyendo una denuncia falsa, calumnia y simulación de hecho punible ante autoridades y que iría a todos los medios de comunicación para difamarlo ante la opinión pública.

Creo que a John Bobbit le faltó grabar a Lorena extorsionándolo: "John, si no te divorcias, no te capo". Su historia terminó de otro modo: capado y perdonado por el juez, quien quizás pensó: "ya la mujer lo castró, dejemos libre a ese pobre mocho". Un injerto y una carrera mediocre en el cine porno fueron la continuación de su desgraciada vida. Otros sobrevivimos a Lorena Bobbit.

20 diciembre, 2019

UCV y maximizar el talento humano

Jesús Silva R. 

Como vigente candidato a rector de la UCV, pienso que la educación debe ser entendida como el proceso que permite al individuo comprender el mundo que lo rodea y elevar sus capacidades para transformarlo positivamente. En tiempos de crisis nacional este proceso debe ser acelerado para superar las dificultades en el más corto tiempo posible y con el mayor rendimiento de las facultades humanas. Dicho de otro modo, el estudiante está obligado a trabajar para auto sostenerse incluso antes de obtener una licenciatura. El Estado, sector privado y la universidad deben apoyarlo para tener trabajo y remuneración en paralelo a su aprendizaje.

A diferencia de generaciones pasadas, cuando el estudiante era mantenido por sus padres hasta más allá de los 18 años, el modesto poder de compra del salario exige que este joven miembro de la familia haga su aporte económico al hogar. La universidad debe ser dirigida por gerentes innovadores que comprendan este reto, si ha sido tradicional graduarse en cinco años, podemos abreviar las carreras a cuatro o tres años sin sacrificar la calidad de la formación.

En el caso de los profesores, pudiéramos determinar el tiempo de su desarrollo profesional tomado como ejemplo que una carrera hoy toma cinco años de estudios, luego una especialidad por dos años, una maestría por igual tiempo y finalmente dos años para el doctorado, esto totaliza once años. Bien pudiera reducirse este devenir a la mitad, es decir, menos de seis años. Igualmente, el inicio de un profesor contratado hasta la conquista del máximo grado de titularidad como profesor fijo tampoco debería superar los seis años. La universidad de la nueva época puede y debe hacer realidad lo aquí planteado y a la vez mantener docentes excelentes con concursos de oposición cada seis meses y jurado evaluador sin sesgo partidista.

Estudiantes y profesores deben ser valorados como héroes en el país de hoy pues pocos viven de su oficio, el estudiante tiene la expectativa de hacerse productivo y el profesor no produce mucho dividendo con su hacer. De modo que estos sujetos actúan por amor al arte y siendo esto así no se les debe retrasar su ascenso si pasa examen respectivo sino más bien brindarles oportunidades para tales fines, sin dogmas academicistas de que ir más rápido significa perder calidad. Al contrario, la universidad debe descubrir nuevas formas que le permitan aprovechar mejor el tiempo de aprendizaje.

Asimismo, interconectar la universidad con agencias de empleo sería un paso importante para la productividad. Siendo esto así, el estudiante tendrá a donde ir laboralmente cuando egrese del pregrado y el profesor pudiera obtener un “part time job” o empleo de medio tiempo para complementar su salario. Esto debe ser promovido mediante políticas universitarias sencillas y eficaces.

Todo lo aquí planteado son acciones para maximizar el talento humano a través de un modelo universitario proactivo, dinámico, propositivo, democrático, inclusivo y optimista. Así entendemos la universidad, como un medio para elevarse como persona y dar lo mejor de uno tanto para bien personal como colectivo. La universidad debe aumentar la cantidad de egresados cada año para que aporten al progreso del país. Asimismo, la calidad debe llegar a expresiones mayores de cantidad, es decir, de poco sirve que la academia tenga sólo un uno por ciento de genios en un claustro (antipático nombre) y el resto sea deficientes. Esta es una de nuestras principales propuestas universitarias: maximizar el talento humano.



12 diciembre, 2019

Lo que más preocupa en Venezuela


Jesús Silva R.

La mayoría no son los chavistas, tampoco los opositores, actualmente la mayoría está representada por los ciudadanos del pueblo de a pie que viven preocupados por Venezuela. La política la siguen haciendo aquellos que tienen el poder. 2019 se consumió en una lucha entre poderosos, por un lado el gobierno nacional y por el otro la oposición radical apoyada por Estados Unidos. La política usurpó a la economía pues aunque esta última es el mayor problema del país, la atención se concentró en el duelo Maduro vs Guaidó. Por lo tanto 2020 exige un acuerdo de paz política y dedicarse más a lo económico.

El dólar en nuestro país desplazó a la moneda nacional, es una realidad indiscutible. Se trata de una auto regulación económica que la sociedad se ha dado para sobrevivir a la hiperinflación y a la maxi devaluación monetaria. Urge eliminar trabas gubernamentales para la libre circulación de esta divisa, inclusive su bancarización, hasta donde lo permitan las feroces sanciones de EEUU.

La oposición radical conserva el apoyo incondicional del gobierno norteamericano, a pesar de las derrotas y promesas incumplidas en torno a tumbar a Maduro. Voluntad Popular es más querida en Washington y en Miami que en cualquier ciudad de Venezuela. Esa tolda partidista debería administrar mejor su exitoso lobby y no insistir en salidas aventureras. Esto sería clave para volver a la legalidad electoral en futuros escenarios de negociación de paz con el gobierno, sea en Oslo o donde sea.

Los colaboracionistas hacen el papel de adversarios del gobierno porque los enemigos reales asumieron posturas demasiado radicales, tanto que están vetados en los canales de televisión. Lo ideal es que reaparezca una oposición política democrática que apoye la ruta electoral. Y en el caso de los colaboracionistas que no han logrado convencer a los gobiernos gringos y europeos de que hay libre juego democrático en Venezuela, bien se les pudieran asignar tareas más acordes a sus destrezas histriónicas, por ejemplo, en la Casa del Artista o en el Teresa Carreño.

La crítica y la autocrítica revolucionaria no vive su mejor momento. Ta vez porque en tiempos donde Trump está muy cerca de invadirnos se requiere de máxima unidad y los revolucionarios que criticamos nos vemos mejor calladitos. Sin embargo nunca en nombre de la unidad se puede exigir callar frente al burócrata déspota o al funcionario corrupto, pues son estas bestias los reales enemigos de la unidad y del pueblo. Me preocupa la expansión del jalamecatismo pseudorevolucionario tanto como el creciente cementerio político de chavistas autocríticos. Urge reimpulsar espacios de debate franco, tolerar la diversidad y honrar el artículo 67 constitucional, o sea, elecciones libres y por la base en todos los partidos.

En lo que atañe al derecho constitucional, una ciencia universal que permite regular la estructura y funcionamiento de los Estados, les advierto, me preocupan los opinadores que quieren menoscabar la Constitución. Prohibido olvidar los valores democráticos como separación de poderes, controles y contrapesos, y federalismo, entre otros. Existe un ente supremo llamado Asamblea Constituyente que domina a los poderes constituidos pero no la conciban nunca como supraconstitucional porque ni ella ni nadie está por encima de la Carta Magna. Promuévase en 2020 la nueva Constitución largamente prometida y refundemos el pacto social de convivencia.

Por último, mi mayor preocupación es el riesgo de un canibalismo social. No es sólo el deterioro económico lo que genera angustia. Se está multiplicando un nuevo venezolano en la vida pública que desaplica la solidaridad, el respeto y la empatía. Rescatemos valores humanistas. Elecciones y cohabitación en 2020 son el camino para rescatar a Venezuela.


06 diciembre, 2019

Juan Guaidó según un marxista pop


Jesús Silva R.

Por marxista pop se entiende uno moderno, entiéndase que tengo sólo 39 años. Si el gobierno de los EEUU no le hubiese entregado cientos de millones a Juan Guaidó durante 2019, yo sentiría tristeza por este camarada al narrar la fascinante historia de su ascenso y caída en la fauna política

Humilde joven afrodescendiente, llegó a ser diputado de la Asamblea Nacional con los discretos votos de La Guaira. Más tarde se hizo jefe de la bancada parlamentaria del elitesco partido Voluntad Popular. Hasta aquí, se le aplauden méritos al protagonista, que empezó desde muy abajo y con audacia alcanzó una posición destacada. Nótese Guaidó no subió de rango dentro de un partido populista o social reformista como Acción Democrática donde nosotros los negros hemos tenido representantes sobresalientes como Raúl Leoni. 

Por el contrario, el negrito Guaidó cogió ranking en el partido que funge como verdadera embajada americana en Venezuela, la tolda de los dólares y los catires con narices largas y apellidos musiúes. Nada más y nada menos, que esa flamante organización de cuadros caucásicos cara pálidas y largas pollinas que se conoce como VP. Y si bien Guaidó comenzó cargándole el maletín al burgués Leopoldo López (todavía se lo carga), no es menos cierto que su ascenso dentro del partido fue meteórico, de militante de base a presidente interino de Venezuela no hay dos pasos, es un salto adelante sólo comparable al de exguardaespaldas de que luego dirigen países. 

Entonces, salvando distancias, declaro que Guaidó será recordado como el Obama venezolano. Una anécdota especial de la historia patria como lo fue el moreno Barack en su país. Quienes estudiamos la carrera de Jesse Jackson en EEUU supimos que en su época fue el dirigente más talentoso del imperio, pero era negro y sobre todo de izquierda y por ello no le dieron la nominación del partido demócrata ni mucho menos la silla presidencial. 

En cambio, favorecido por las circunstancias, un afroamericano con menos talento pactó con el poder económico blanco y si logró ser presidente imperial, no una, sino dos veces. Ciertamente la política es sentido de la oportunidad. En el caso de Guaidó, lo favorecieron Dios, el Sebin y el TSJ, porque si Smolansky y Freddy Guevara no estuviesen huyendo de la justicia venezolana, cualquiera de los dos, con más pedigrí que el negrito, estaría hoy como Presidente Interino. 

Ahora que 2019 deja caer sus últimas semanas, válido es recordar con nostalgia aquellos días sensacionales de febrero, cuando el desafiante morenito se juramentaba como presidente y multitudes blancas excitadas aplaudían. Parecía un Michael Jackson triunfando con su disco Thriller en 1983 y siendo amado por todas las razas. Luego vino el tweet de Donald Trump, ungiéndolo como “Interim President of Venezuela”, y quién no se va a sentir alzado y guapetón con el respaldo del pelirrojo de Manhattan. Hasta yo me habría imaginado a un paso de ser Rector de la UCV, es más hasta de conquistar Miraflores con tamaño enchufe imperialista (risas, por favor). 

Un último suspiro de megalomanía, delirio de grandeza, llegó al final de abril de 2019. Aquel escape de Leopoldo López, jefe político de Guaidó, inyectó adrenalina momentánea a una oposición deprimida por la estafa de la ayuda humanitaria. Pero la euforia duró poco, Leo, aspirante a Rambo venezolano, se enconchó en una embajada y no fue tan fantástico como Sylvester Stallone, ese si raspaba a rusos, vietnamitas y afganos en sus películas. El también creador de Rocky, solito derrocaba dictadores. 

Explota diciembre y su tradicional flojera invade a los venezolanos. Se fue el año, dicen los más reposeros. Guaidó ya no será diputado, ni presidente interino según 50 países ricos. Está desacreditado políticamente dentro de la oposición, inhabilitado por Contraloría. Lo que le toca es dejar la peluca por Maiquetía o una colchoneta en Ramo Verde. Se dice que tiene deudas con la ley.