se hace camino al andar

se hace camino al andar

11 agosto, 2009

LOS ABOGADOS DEL DIABLO


Por: Jesús Silva R.

Por desafiar el régimen de explotación del hombre por el hombre, nos acusan de subversivos; por defender la dignidad humana de todos sin exclusión, nos llaman: “los Abogados del Diablo”.

Cuentan que los diablos son el lumpen de la sociedad, individuos que sobreviven en labores ajenas al trabajo formal y que sufren discriminación a pesar de que su conducta no viole ninguna ley ni dañe a nadie. Asediados y criminalizados por el Estado Burgués, los diablos han sido condenados al estereotipo de hambrientos, indigentes, comerciantes informales, artistas de la calle, mercaderes del propio cuerpo, lisiados errantes, mendigos y toxicómanos.

Contra ellos, se ha propagado la teoría del Derecho Penal del Enemigo que los estigmatiza como el sector que debe ser asfixiado por el Estado punitivo. De hecho, previo a la Constitución venezolana de 1999, la sola presencia de estos sujetos (máxime la gente de color) en lugares públicos era objeto de represión policial en virtud de la antigua Ley de Vagos y Maleantes. En este sentido, porque la defensa de los derechos humanos es nuestro apostolado social, nos oponemos a la idea fascista del castigo como solución general y ratificamos nuestra tesis marxista del Causalismo para advertir que son las circunstancias de exclusión las verdaderas multiplicadoras del crimen y la desadaptación social.

Insistimos en que solo mediante educación y trabajo digno para todos en igualdad de clases es como realmente podremos regenerar la sociedad. En efecto, nuestra ideología abraza los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos cuyo artículo 2, en su primer aparte consagra: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.

En el primitivismo que aun perdura en este siglo, donde el 80% de la población mundial muere por desnutrición y el otro 20% por obesidad; difícilmente podrán ser legítimos administradores de justicia quienes se ocultan tras la sombra de los poderosos y los acompañan en la agresión contra los débiles. Jamás las instituciones de cuello blanco financiadas con la sangre y el sudor de los desamparados, podrán generar equidad social. Mientras que los medios de comunicación contaminan las mentes juveniles con un “estilo de vida ideal” basado en individualismo, competencia inhumana, culto al dinero y consumismo que penetra entidades educativas, sitios de trabajo y centros de comercio; inevitable es preguntarnos: ¿quiénes son los verdaderos diablos?

VER PUBLICACIÓN EN:

http://www.aporrea.org/ddhh/a84073.html