Jesús Silva R.
La enfermiza
campaña mediática de la oposición venezolana y extranjera agrede a más de ocho
millones de ciudadanos de esta tierra que votamos por Chávez, pero también a
otros millones más, que sin haber votado por él, exigen respeto a la condición
humana.
La decisión del TSJ se basta por sí misma, hace innecesario un nuevo
permiso de la Asamblea Nacional al Presidente. Motivo sobrevenido significa un
sensible estado de salud, el cual finalizará una vez que el Presidente complete
su recuperación.
La situación
de estar ahora en Venezuela no supone que deba cumplir la juramentación
inmediatamente, aunque leguleyos pretendan lo contrario. El artículo 234
constitucional fija como referencia un tiempo de 180 días para la deseada
recuperación total del Comandante, por esto urge desmentir a embusteros que
promueven chantaje para que Chávez aparezca apresuradamente y ponga en peligro
su salud, inclusive hasta su propia vida.
A todas
luces, ha sido comprobado que la soberanía rige sobre las formalidades y ciertamente
la Democracia Bolivariana ha sido reforzada por extraordinarias victorias
electorales como la del 7 de octubre y la del 16 de diciembre, ambas en el año
2012. Nuestro pueblo experimenta actualmente un escenario que además de ser
totalmente constitucional, es también profundamente legítimo ya que durante 14
años Chávez ha sido ratificado electoralmente una y otra vez, y esa mayoría no
dejará que le roben su voto.
Ciertamente,
el regreso del líder revolucionario a la Patria Socialista debe poner fin a las
mentiras sobre su falta absoluta o temporal; y generar certeza respecto a que los actos jurídicos de gobierno
que Chávez ejerce en suelo venezolano, poseen indiscutible eficacia y validez.
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