se hace camino al andar

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20 octubre, 2009

CARTA A MI PADRE, EL BUEN GUERRILLERO: JESÚS MANUEL SILVA ALFONZO. IN MEMORIAM


In Memoriam (05.10.1943 – 18.10.2009). Padre, era una noche de fin de año cuando la policía allanó tu morada y te llevó preso junto a tu mujer preñada, no tenías más de 20 años y apenas te habías casado una semana antes. Para Leoni eras un delincuente político, pero para nuestra digna guerrilla venezolana de los años 60 ya eras el Comandante Roberto. Tu cédula me reveló tu fecha de nacimiento (05-10-1943), aunque mi abuela María “Porcio” Silva me comentó que te aumentaste un año de edad para formalizar tu ingreso en la Juventud Comunista (JCV).


Iniciaste tu vida revolucionaria siendo todavía un niño, en las revueltas del célebre Liceo Miguel José Sanz de tu natal Maturín, causando la angustia de tu madre, entonces miembro del comité regional del Partido Comunista (PCV). Más tarde el terremoto de Caracas en 1967, te recibió esposado con el combatiente Perminio Villarroel en los sótanos de la Dirección General de Policía (DIGEPOL), propiciando un juramento de guerra que los hermanó por siempre.

En este primer rompecabezas que hago de tu apasionante vida, la lucha por los derechos del pueblo fue tu ideal inmutable, más de un evento o un amigo se me escaparán, pues fuiste siempre reservado ante los detalles de tus años en las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y la izquierda comunista; sin embargo, mi vida política como dirigente nacional de la JCV y abogado de la central comunista de trabajadores (CUTV) me permitieron conocer mejor a varios de tus camaradas. Ellos me testimoniaron tu firmeza militante, tu convicción ideológica, tus proezas en las Unidades Tácticas de Combate (UTC) en el ámbito urbano y tus esfuerzos en el Frente Guerrillero Rural.


No hay duda de las maravillas que hallé en sus confesiones, ya para entonces las ideas del Marxismo Leninismo habían calado hondo en mi conciencia y en mi praxis social; de este modo recibí en mis afectos a tus mejores compañeros de armas como mis tíos elegidos y descubrí que por tu arte virtuoso como retratista en los murales, con los rostros del Che Guevara y Gustavo Machado, también te apodaron El Pintor.


Viajando con destino al XIII Congreso del PCV, el último al que asistí como delegado antes de la división, la vida me puso en la misma nave junto al indio Arturo Álvarez Vega, el mismo dirigente campesino que 47 años antes te llevó a ensayar con tu fusil en la montaña, era la evidencia del camino insurgente que ambos escogimos. Sin duda, tu cualidad de jamás rendirte al envejecimiento del espíritu era propia de los grandes revolucionarios y motor de la alegría en nuestra estrecha relación.


En esta sección de mi memoria, imposible es olvidar a nuestro amado Pedro Ortega Díaz, máximo exponente de las almas eternamente jóvenes. Tal como lo hice constar en su libro homenaje, él fue desde siempre una figura de afecto excepcional entre nosotros, tan grande era nuestro respeto hacia el maestro, que cuando tuve que dejar Maracay, le elevaste tu preocupación y su palabra sabia nos orientó. Desde niño me enseñaste que su proceder comunista era intachable y su consejo emanaba de la más alta autoridad moral. Desde que Pedro te visitaba en la cárcel hasta el día de su siembra, el vínculo fue inquebrantable.


Persecución, tortura, segregación y 5 años de ilegítima e intermitente privación de libertad impuesta por los gobiernos criminales del Puntofijismo, fue el precio que pagaste por las ideas de igualdad social que nunca abandonaste. En ocasión de tu último encierro (1973) en el cuartel San Carlos, junto con Rafael “El Negro” Uzcátegui, venciste la proyectada condena de más de 20 años de presidio (anunciada por un tribunal militar que te atribuía participación en rebelión). En esa ocasión, el Estado represor negaba tenerte preso y fue la valiente denuncia pública de “Porcio” y tus camaradas lo que impidió que tu desaparición forzada terminara en asesinato.


Cumpliste sacrificadamente tu papel, sin manchas de delación, deserción o cobardía y por eso siempre diré que aunque tu joven generación guerrillera no logró tomar el poder, no es menos cierto que fue capaz de poner los muertos y ello merece el mayor de los respetos, sobre todo frente a quienes han mirado la lucha solo desde su ventana. Atrás dejaste la celda del Tigrito y los calabozos, las UTC y las montañas, pero nunca tus convicciones sociales; así tu andanza de Quijote prosiguió en una lucha de clases ahora sin fusiles. De la mano de mi madre, Carmen Rivas, regresaste a la Universidad de Carabobo, allá ambos se titularon abogados, hasta que en Maracay se casaron y me trajeron al mundo.


Inevitable es referirme a tus últimos 30 años de postguerra, porque fue una etapa no menos fascinante que tu pasado en armas, ese tiempo lo vivimos juntos y fueron los años más felices de nuestras vidas. Hiciste del ejercicio libre del Derecho un gran apostolado social y tu intransigente defensa de los pobres me enseñó el respeto a todas las personas, pero con definitiva inclinación clasista por quienes menos tienen. Tu total desapego a la propiedad privada confirmaba tu ética propia del hombre nuevo que nacerá y se multiplicará en una sociedad futura, más fraternal y más humana.


Quienes te conocimos, aprendimos que tu concepto de familia iba más allá del límite de los parientes porque te dabas al prójimo y convertías tu hogar en mágico epicentro de afectos, libre de discriminación. Fuiste el amigo de todos y gran benefactor que guió a cientos de excluidos al ámbito de la educación y el trabajo, especialmente a los jóvenes infractores durante tu década en la Defensa Pública Penal.


Como dedicado protector de la flora y de la fauna, principalmente de las aves que aterrizaban en nuestro jardín, me mostraste la sublime libertad implícita en su vuelo; por tus lecciones, desde temprano aborrecí las jaulas; más tarde te deshiciste de mi rifle y jamás quise volver a cazar iguanas. Fuiste un permanente amante de la vida, ni la lucha contra el cáncer te cambió, tanto así que pocos días antes de la madrugada (18-10-2009) que te quedaste dormido para siempre entre mis brazos, el Presidente del PCV, nuestro amigo Jerónimo Carrera, te visitó en el área de cuidados clínicos intensivos para obsequiarte palabras de ánimo en tu cumpleaños y nos regalaste una sonrisa de satisfacción que nunca olvidaremos. Fuiste hasta el final un defensor convencido de la unidad con Hugo Chávez.


Padre, tu digna vida me enorgullece, gracias por enseñarme a amar al género humano y a entender que la única enfermedad que mata al hombre es la tristeza. Fuiste un héroe, pues solo los héroes son capaces de revivir en los adultos la felicidad de la infancia y juntos fuimos dos niños. Siempre pudimos jugar, reír, soñar, conquistar corazones y compartir una copa, disfrutamos extraordinarias lecturas y fuimos dueños del mundo a nuestro modo.


Infinitas gracias te doy por no haber permitido que mi hermana creciera en la prisión y ponerla en los brazos de mi abuela cuando aun eras un fugitivo.


Desde que vi acercarse tu partida, quise detener el tiempo, luego recordé que me enseñaste a vivir sin miedo y a darle sentido a la vida amando nuestras obras. Ya no intento prolongar las noches, ni persigo trasnochar el día, soy feliz sabiendo que seguiremos juntos más allá de nuestros cuerpos.


Gracias por haber sido el padre más amoroso del mundo. Nada apagará tu llama porque las ideas no tienen lugar ni tiempo, vivirás en mi conciencia cada día.


Hasta la victoria siempre.

Tu hijo,

Jesús Manuel Silva Rivas


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10 octubre, 2009

ROMEO Y JULIETA EN EL SIGLO XXI



Por: Jesús Silva R. (*)

El genial William Shakespeare se inspiró en el inagotable tema del amor frente a la adversidad para escribir una de las obras más apasionantes de la literatura universal: Romeo y Julieta. Su ilusión condenada a un amargo desenlace sucedió en una Inglaterra de finales del siglo XVI donde el individuo aun soñaba con fabricar una verdad liberadora creada desde su espíritu. Sin embargo, aunque el idealismo filosófico tuviera auge en su tiempo, ni en aquel siglo ni ahora, éste ha resuelto el problema de la división de clases sociales.

Para los asalariados de nuestra era, la jornada diaria de labor no permite tiempo para ensayar las maravillosas utopías que los artesanos de generaciones pasadas tuvieron la libertad de disfrutar mediante el trabajo libre y el control del propio tiempo.

De allí que si editara desde mis ideas una adaptación de esta legendaria obra, señalaría al régimen actual como el mayor enemigo de las relaciones humanas y advertiría sobre males más complejos pero tan letales como el odio descrito por Shakespeare entre las familias Montesco y Capuleto. En este planeta de explotadores y explotados, me resultaría muy real referirme a quien dejó a su mujer preñada en la provincia y se fue a la capital buscando medios para sostener a su naciente familia o a las vidas por nacer que son asesinadas por la miseria moral de nuestra época.

Aunque aquellos amantes provinieran de clases privilegiadas, no es menos cierto que se enfrentaron a la sociedad que los oprimía y ello los convierte en ejemplo para cualquier pareja proletaria en el siglo XXI; pues cualesquiera que sean las formas de dominación y abuso, presentes o futuras, la convicción de liberación social de los rebeldes es tan poderosa e indestructible como la noble causa shakesperiana. Jamás desaparecerán las almas que luchen por instaurar una sociedad de igualdad y respeto como único camino para la comunión afectiva de todos los seres humanos.

Hoy más que nunca el régimen social (conducido por unos pocos que se lucran con el trabajo de muchos) fomenta el egoísmo y nos aparta de la cultura general y el ejercicio de artes virtuosas que no produzcan dinero. Se nos niega la posibilidad de organizarnos de forma distinta para dedicar más tiempo a otros propósitos reconfortantes de la vida como la consolidación de la pareja, la familia, la amistad, la creación intelectual y las contribuciones sociales. Seguramente los malogrados Romeo y Julieta nos dirían que la verdadera felicidad humana siempre ha estado en defender la libertad.

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14 septiembre, 2009

LA IMPLANTACIÓN DE LA LOPNNA




Por: Jesús Silva R.

En la consolidación del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia previsto en la Constitución Bolivariana, la protección jurídica especial sobre los sectores sociales más vulnerables representa un objetivo esencial. Por ello, a partir de 1999 hay un permanente desarrollo de derechos y garantías para que todos tengamos acceso a la justicia sin que medien privilegios derivados de la condición socioeconómica, racial, política, religiosa o de género y así hacer posible que la igualdad formal ante la ley sea también igualdad material ante la sociedad.

En este marco normativo, necesario es destacar como uno de los avances más significativos en materia de justicia: la implantación de la Ley Orgánica para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna). Nótese que esta ley recientemente reformada (10-12-07), además de modernizar el sistema procesal en términos de celeridad, inmediatez y eficacia, aborda aspectos sustantivos del Derecho de la infancia y de la adolescencia que ubican a Venezuela en la vanguardia del Garantismo en materia de Derechos Humanos.

La Lopnna profundiza los postulados de la Convención sobre los Derechos del Niño, en concordancia con las disposiciones afines de otros importantes textos: la Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 25.2), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (arts. 24, 10.2.b, 10.3 y 14.4), la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art. VII) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (arts. 4.5, 5.5, 13.4 y 17.5). De ese compendio de instrumentos, emanan los principios basilares de la Lopnna, verbigracia, el interés superior de los niños, niñas y adolescentes, la igualdad y no discriminación, la corresponsabilidad, la igualdad de género, la participación en la sociedad, la prioridad absoluta, el derecho a opinar y ser oído; al igual que instituciones como la adopción, la responsabilidad de crianza, el régimen de convivencia familiar y la obligación de manutención.

Ciertamente, la Lopnna es una digna conquista del proceso de cambio que protagoniza el pueblo venezolano, con un
nuevo modelo de protección que asegura que los niños, niñas y adolescentes sean ahora reconocidos como sujetos de derecho y ciudadanos, en armonía con el artículo 78 constitucional.

Finalmente, en esta fase inicial, la creación de un mayor número de tribunales para la Lopnna es el clamor unánime de los justiciables, así como de los padres, madres y representantes ante el creciente volumen de trámites que hoy inundan los pocos juzgados especializados. Ante el llamado popular, el Estado Venezolano seguirá priorizando la inversión social en aras de una
justicia transparente y expedita.

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25 agosto, 2009

¿CUÁL RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL?



Por: Jesús Silva R.


Un argumento central de los filósofos conservadores en defensa del decadente Estado Liberal es: la responsabilidad social empresarial. Según esta idea la clase social propietaria de los medios de producción (burguesía) está predestinada a conducir el rumbo de las naciones hacia el progreso y de su caridad depende el bienestar de las clases no propietarias.


Nos explican que la elite privilegiada, por ser la más capaz e ilustrada, debe ser la dueña de la industria, la banca y la tierra, es decir: todo el aparato productivo y financiero; ya que por su condición de gerente más eficiente que el Estado y la clase trabajadora, podrá siempre administrar mejor los frutos de la economía y distribuirlos más sabiamente al resto de la sociedad.


¿Aspiran ellos que toda la vida los trabajadores vendamos nuestra fuerza física e intelectual a la burguesía y ésta únicamente por ser la propietaria, pero sin trabajar como nosotros, se siga apropiando de los bienes y servicios que generamos con nuestro esfuerzo diario? ¿Creen ellos que seguiremos mansamente resignados a un salario para sobrevivir, que al ahora estar acompañado de limosnas que ellos llaman responsabilidad social empresarial, supuestamente podrá remediar la pobreza y la exclusión social que sufre nuestra explotada clase popular? La respuesta es sí.


Abiertamente, los farsantes liberales están empeñados en engañar a nuestro pueblo con la ilusión de un capitalismo solidario donde los explotadores sean perdonados mediante el regalo de una porción de riqueza para acciones humanitarias, donaciones benéficas a hospitales, escuelas, fundaciones y el patrocinio mediático a algún personaje sobresaliente (artístico, deportivo, etc.) de origen humilde; mientras que en el fondo se reafirma el libreto de la explotación y la plusvalía.


Resulta utópico pensar en un reparto equitativo de ganancias entre dueños de industrias y masas de obreros, porque ninguna explotación es democrática. A diferencia de los funcionarios del Estado, el puesto de empresario no proviene de los votos del pueblo ni de los trabajadores; sino de su sagrado Derecho de Propiedad, el cual es ejercido de manera exclusiva, absoluta, arbitraria y vitalicia en el gobierno de la empresa; muy a pesar de que el trabajo humano sea el que realmente genere los valores y no la propiedad por si sola.


Por generaciones, el régimen de la propiedad privada le ha negado a la clase trabajadora (obreros, técnicos y profesionales) su legítimo derecho a transformar la riqueza acumulada por sus años de servicio en propiedad sobre los medios económicos de producción y organizarse libremente; por el contrario la ha condenado a la esclavitud del salario bajo la dictadura eterna del empresariado privado y sus serviles gerentes.


Como abogado de los trabajadores, puedo testimoniar que ha sido la Carta Magna de 1999 la que por primera vez ha establecido sólidas bases constitucionales para el desarrollo de la propiedad social y estatal dentro de un nuevo Estado popular y democrático que vela por la verdadera justicia social.


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http://www.pcv-venezuela.org/index.php?option=com_content&task=view&id=5568&Itemid=49

http://www.aporrea.org/ideologia/a85407.html

11 agosto, 2009

LOS ABOGADOS DEL DIABLO


Por: Jesús Silva R.

Por desafiar el régimen de explotación del hombre por el hombre, nos acusan de subversivos; por defender la dignidad humana de todos sin exclusión, nos llaman: “los Abogados del Diablo”.

Cuentan que los diablos son el lumpen de la sociedad, individuos que sobreviven en labores ajenas al trabajo formal y que sufren discriminación a pesar de que su conducta no viole ninguna ley ni dañe a nadie. Asediados y criminalizados por el Estado Burgués, los diablos han sido condenados al estereotipo de hambrientos, indigentes, comerciantes informales, artistas de la calle, mercaderes del propio cuerpo, lisiados errantes, mendigos y toxicómanos.

Contra ellos, se ha propagado la teoría del Derecho Penal del Enemigo que los estigmatiza como el sector que debe ser asfixiado por el Estado punitivo. De hecho, previo a la Constitución venezolana de 1999, la sola presencia de estos sujetos (máxime la gente de color) en lugares públicos era objeto de represión policial en virtud de la antigua Ley de Vagos y Maleantes. En este sentido, porque la defensa de los derechos humanos es nuestro apostolado social, nos oponemos a la idea fascista del castigo como solución general y ratificamos nuestra tesis marxista del Causalismo para advertir que son las circunstancias de exclusión las verdaderas multiplicadoras del crimen y la desadaptación social.

Insistimos en que solo mediante educación y trabajo digno para todos en igualdad de clases es como realmente podremos regenerar la sociedad. En efecto, nuestra ideología abraza los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos cuyo artículo 2, en su primer aparte consagra: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.

En el primitivismo que aun perdura en este siglo, donde el 80% de la población mundial muere por desnutrición y el otro 20% por obesidad; difícilmente podrán ser legítimos administradores de justicia quienes se ocultan tras la sombra de los poderosos y los acompañan en la agresión contra los débiles. Jamás las instituciones de cuello blanco financiadas con la sangre y el sudor de los desamparados, podrán generar equidad social. Mientras que los medios de comunicación contaminan las mentes juveniles con un “estilo de vida ideal” basado en individualismo, competencia inhumana, culto al dinero y consumismo que penetra entidades educativas, sitios de trabajo y centros de comercio; inevitable es preguntarnos: ¿quiénes son los verdaderos diablos?

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http://www.aporrea.org/ddhh/a84073.html

12 julio, 2009

ESTADOS UNIDOS LE DIO LA ESPALDA A MICHAEL JACKSON


Por: Jesús Silva R.

Nacido en el país que vende sueños y falsas esperanzas, un niño pobre y negro de un barrio norteamericano, logró un sueño imposible: Convertirse en el artista más famoso de su tiempo.

Aunque no quepa duda de que su imagen siempre fue un producto del negocio del entretenimiento, ello no desdice que su arte prodigioso lo condujo a ser el único afroamericano en penetrar la industria musical con éxito universal. Sin embargo desde el inicio de su vida, enfrentó el martirio y el estrellato, pues desde los cinco años de edad, Jackson era para sus progenitores y sus nueve hermanos la única posibilidad de escapar de la pobreza. En manos de su padre, el niño prodigio sufrió brutal explotación infantil en el trabajo artístico, maltrato emocional y menosprecio a su raza.

Jamás pudo ir a una escuela común ni convivir con otros niños en un ambiente adecuado para el normal desarrollo de su personalidad, Jackson pagó con dolor irremediable el precio de su infancia perdida. En un país de consumismo y de exclusión social y racial, fue transformado en un ser solitario, sometido a una imagen pública según la cual mientras más “extraño” él fuese, más dinero generaría; mientras tanto, el hombre de carne y hueso hallaba refugio en las historias infelices de Jhon Merrick (el hombre elefante) y Peter Pan (el niño que nunca creció) en un intento idealista por sanar su aislamiento y sus fantasmas.

En aquellas décadas de éxitos sin precedentes, fue la industria capitalista de los blancos quien mayor provecho obtuvo de Jackson y de los billones de dólares creados por sus giras, discos, publicidad, películas y artículos de merchandising. En la cúspide de su impresionante carrera, el personificó el ficticio sueño americano, una historia de triunfo “Made in U.S.A.”, que contagiaba las almas de millones de seguidores alrededor del mundo, rompiendo barreras de raza, idioma y nacionalidad.

Tristemente, hay un enorme sadismo en las sociedades capitalistas (especialmente la yankee) que se expresa a través de un goce desenfrenado y enfermizo ante el derrumbe de quienes alguna vez alcanzaron la gloria y este hombre fue víctima de ello: Quien permanece como el más exitoso artista de la historia, pues hasta el día de su muerte ya había vendido más de 750 millones de discos (por encima de Los Beatles y Elvis Presley), conoció el declive. Fue así como en la última década, sus extravagancias, el vitiligo, sus cambios faciales y un escándalo sexual no comprobado, coparon las noticias de la misma industria que en el pasado se lucró de su baile, su canto y de la excentricidad que le fue impuesta.

Desde entonces, la opinión pública del país que lo vio nacer hizo leña del árbol caído mediante la burla, la constante difamación mediática y la condena sin juicio. Nadie recordó sus obras humanitarias. Para Jackson no hubo derecho a la presunción de inocencia, su reputación fue acribillada durante años y quienes le manifestaron fidelidad lo abandonaron; la prejuiciosa sociedad gringa desconoce que ser extraño no implica ser también un criminal.

De quienes se enriquecieron con su trabajo o gozaron con su talento, ninguno fue capaz de rescatarlo de su presunta vida autodestructiva, ni rehabilitarlo contra la fármacodependencia ni advertirle de la inconveniencia de permanecer con niños que no eran sus hijos. Aunque en 2005 fue declarado inocente de cualquier conducta criminal por un tribunal de California, la prensa jamás se retractó de haberlo sentenciado culpable. Hoy cualquier homenaje de la sociedad gringa es hipócrita y extemporáneo, el hombre que le brindó todo a su país, ha muerto solo. Estados Unidos le dio la espalda a Michael Jackson.

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http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?28553

06 julio, 2009

NOS JUGAMOS EL PRESTIGIO EN HONDURAS



Por: Jesús Silva R.

En la crisis política de Honduras está en juego algo más trascendental que el retorno al poder de un presidente, es precisamente la consolidación del modelo de democracia popular, soberana e independiente en América Latina lo que en esencia se debate. Durante las últimas dos décadas, la burguesía transnacional promovió la falsa idea de que una nueva doctrina de institucionalidad democrática se había desarrollado en nuestro subcontinente, trayendo consigo garantías de paz y estabilidad política para la felicidad de toda la región. Tal patraña sobrevivió en tiempos donde el Imperialismo Yankee nos controlaba mediante una mayoría de gobiernos antinacionales entregados a su servicio, por lo cual bastó la llegada de la Revolución Bolivariana para que modernas conspiraciones, ahora más multifacéticas y mediáticas, propiciaran el regreso de los golpes de Estado a nuestra vida política.

Sendos ataques golpistas dirigidos desde Washington contra nuestra democracia en el año 2002, marcaron el reinicio de feroces agresiones burguesas contra la esperanza popular como advertencia de que la Casa Blanca y sus cobardes secuaces no tolerarían fácilmente a regímenes que sean desobedientes al imperio. En efecto, a medida que Venezuela ha aglomerado a países hermanos con sus principios de soberanía popular e independencia nacional, se ha desatado una nueva etapa de asaltos neocolonialistas como en los casos de Bolivia, Ecuador y ahora Honduras. En la actualidad, el nuevo bloque progresista latinoamericano encara su mayor desafío: Demostrar la viabilidad del proyecto popular antiimperialista derrotando el primer golpe de Estado consumado contra uno de sus colaboradores.

Presenciamos un escenario inédito en el cual nuestra patria bolivariana encabeza una heroica campaña de solidaridad en defensa del pueblo de Honduras, que junto a los Estados miembros del ALBA, ha obtenido un respaldo unánime de la comunidad internacional (especialmente la OEA y la Unión Europea) en rechazo al golpe de Estado y por la inmediata restitución de la democracia en ese país. La actual coyuntura política revela que la estabilidad de los gobiernos permanece sujeta a los intereses de clase y no a ficticias doctrinas institucionalistas desprovistas de contenido ideológico y queda claro que la falsa paz que se nos vendió en décadas pasadas era sostenible mientras la burguesía pudiera saquear a nuestras naciones.

En el presente, la nueva correlación de fuerzas favorable al bloque progresista latinoamericano persuade al presidente Obama y la élite europea a jugar con prudencia su ajedrez político para no contradecir los vientos mayoritariamente democráticos y antifascistas que hoy condenan y aíslan internacionalmente a la repugnante secta de gorilas civiles y militares que se ha instalado por la fuerza en tierra centroamericana. Nuestra lucha revolucionaria por establecer sistemas democráticos que prioricen la consulta a los ciudadanos, el protagonismo popular y la inclusión social esta representada en esta histórica campaña internacionalista; el mundo entero nos observa y no cabe duda de que el desenlace de esta lucha será determinante en el prestigio de la Alianza Bolivariana y en el porvenir del movimiento antiimperialista a escala global.

01 julio, 2009

LA OIT Y LA NECESIDAD DE GLOBALIZAR EL SOCIALISMO


Por: Jesús Silva R.

La crisis mundial ha demostrado que los pronunciamientos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y sus instrumentos jurídicos fundamentales sobre libertad sindical, negociación colectiva y por la abolición del trabajo forzoso, trabajo infantil y discriminación en el empleo y en la ocupación son insuficientes para superar los conflictos laborales del mundo actual. Sin embargo, la historia se repite ya que este año, al igual que los anteriores, numerosas delegaciones asistieron a la célebre conferencia de la OIT solo para defenderse de las calumnias preparadas por las élites de los países ricos, sin que surgiera del movimiento proletario (especialmente del tercer mundo) ningún atrevimiento ideológico capaz de romper el predominio tradicional de los factores burgueses en los debates de esa tribuna.

El pueblo venezolano demanda mayor vigorosidad clasista y eficacia política en su dirigencia sindical dentro y fuera de nuestras fronteras, por estar nuestro país a la vanguardia de los procesos de independencia y soberanía a escala global. De allí que resulte especialmente inquietante que en aquel glamoroso escenario de Ginebra (conocido por seducir a sindicalistas vacilantes y hacerlos pactar con fuerzas reformistas), no se ventilaran protestas rotundas contra las leyes xenofóbicas diseñadas en EEUU y Europa para criminalizar la inmigración de nuestros hermanos trabajadores del África, Asia y América Latina, a quienes se les trata como vulgares extranjeros indocumentados bajo la amenaza de represalias penales, a la vez que su fuerza de trabajo es explotada ilegalmente. En futuros escenarios internacionales, necesariamente deberemos denunciar la traición del Gobierno yanqui contra la clase obrera estadounidense, pues la estatización de bancos e industrias ha sido aplicada como política favorable a la burguesía, a espaldas de las desamparadas mayorías. Notoria ha sido la reinserción de los oligarcas gringos en las juntas públicas que hoy administran las empresas quebradas, resultando predecible que el desorden económico persistirá ahora con más dinero de los ciudadanos.

Urge reflexionar de forma autocrítica que toda vanguardia obrera que actúe seriamente tiene que desarrollar una identidad propia y permanecer autónoma frente al empresariado y al gobierno. Desde la fábrica, debe procurar que la infame experiencia gringa no sea reproducida en nuestra patria, ya que la estatización de los medios de producción no significa implícitamente la socialización. Véase que estatizar consiste en reemplazar a los dueños privados por burócratas públicos (Capitalismo de Estado), mientras que socializar implica hacer valer los derechos de los trabajadores como legítimos productores e implantar la justicia social en las relaciones de producción y trabajo dentro de la empresa; de modo que los obreros dejen de ser los eternos esclavos asalariados y asuman el control colectivo del proceso productivo así como la distribución equitativa de las riquezas para beneficio de toda la sociedad. Luchamos por construir una dirección obrera revolucionaria que le haga saber al mundo que las viejas ideas de la OIT sobre democratizar la globalización han fracasado y que la única vía para erradicar la miseria es: Globalizar el Socialismo.

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http://www.aporrea.org/trabajadores/a80727.html

11 junio, 2009

ESTADO SOCIAL VERSUS ESTADO LIBERAL



Por: Jesús Silva R.

Dos modelos de Estado, profundamente antagónicos entre si, han entrado en confrontación final en el siglo XXI y del resultado de esta disputa dependerá que un modelo de sociedad humanista se imponga en el planeta para garantizar la supervivencia digna de nuestra especie. Grandes sucesos globales revelan que el viejo Estado liberal, ése que prioriza la generación de riqueza material por encima del bienestar humano, ha entrado en crisis.

La idea de igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos sin atención a sus diferencias socioeconómicas y la instauración de regímenes de libre mercado con mínima intervención del poder público han causado la ruina absoluta de los pueblos. Ha muerto la falsa creencia de que toda administración privada es más eficiente que la pública y un rotundo ejemplo de ello es el creciente desastre financiero e industrial que sufren los estadounidenses a consecuencia de la explotación, especulación y corrupción de su clase capitalista.

Un esquema radicalmente distinto nos plantea el Estado social, que reconoce y garantiza de modo preferencial los derechos de los sectores sociales vulnerables, puesto que fija mecanismos para igualar socialmente ante la ley a los sujetos desiguales. Es así como en los conflictos entre trabajadores y empresarios, este Estado defiende los derechos vinculados al Hecho Social del Trabajo (acceso al empleo, la sindicalización, salario, estabilidad e inamovilidad, ambiente laboral sano, vacaciones, límite de la jornada y la seguridad social) como bienes jurídicos de valor supremo frente a la libertad de empresa (facultad del dueño a dirigir como quiera su compañía siempre que no viole las normas).

De lo anterior se interpreta que el respeto al trabajo prevalece sobre la libertad que tiene el empresario de despedir o reprimir los derechos de sus trabajadores. Esto demuestra que ante el choque de bienes jurídicos entre ricos y pobres, el Estado social no concede igual trato a todos para que gobierne la fuerza del más adinerado, sino que aplica una defensa prioritaria del débil jurídico para impedir la injusticia.

En idéntico sentido, se brinda protección preferencial a la mujer, visto que ante las diferentes formas de discriminación de género extendidas por el mundo, urge darle curso a procedimientos que aseguren a las féminas una total equiparación con los varones en el ejercicio de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, así como la efectiva prevención de la violencia intrafamiliar de la que frecuentemente son víctimas. Con ese objetivo, el Estado social estipula medidas cautelares de protección a la mujer que denuncia la agresión de su marido, lo cual, lejos de significar una violación de formas procesales, constituye más bien un acto expedito de amparo a la vida de la débil social frente al riesgo inminente de muerte o lesión grave. Igualmente ocurre con el principio del interés superior del niño y del adolescente, que bajo la tutela del Estado social, hace valer el bienestar de los menores de edad por encima de los intereses adultos.

Defendemos el Estado social porque es el máximo garante de los derechos de los explotados y demás sectores marginados: clase popular, asalariados, obreros, amas de casa, artesanos, estudiantes, clase media y pequeños comerciantes. Sépase que nuestra filosofía no contempla como solución el asistencialismo y la caridad a los necesitados ni la reproducción de nuevas elites privilegiadas, sino que luchamos por formar un Estado de transición gobernado por el pueblo, que promueva la educación y dignificación de los excluidos mediante el trabajo productivo dentro de una economía de justicia social que nos conduzca a la igualdad de clases y a la erradicación total de la pobreza.

02 junio, 2009

PORQUE VARGAS LLOSA RECULÓ



Por: Jesús Silva R.

Invitado por una de esas organizaciones no gubernamentales patrocinadas por intereses antinacionales, llegó de visita a nuestro país, el señor Mario Vargas Llosa, figurando entre sus credenciales, su condición de ex peruano, ex comunista, ex candidato presidencial y ex dirigente político. Seguramente este perfil haga pensar que sus mejores tiempos pertenecen al pasado, aquellos días vibrantes de 1967 cuando al recibir el prestigioso premio Rómulo Gallegos, el joven escritor declaraba “la literatura es fuego” y resplandecían ideas revolucionarias. Hoy de aquel escritor solo nos queda un nostálgico recuerdo, como sucede con todos los que como él, renegaron de si mismos y cayeron en el abismo sin retorno de los antihistóricos y los desclasados.

En el siglo XXI, cuando han reaparecido maravillosos vientos revolucionarios en nuestra amada América Latina, el ahora convertido en ciudadano español regresa a Caracas con un reducido grupo de pensadores para promocionar la vieja y derrotada tesis neoliberal, algo así como un intento por revivir al más emblemático cadáver de la economía en años recientes. Enterrada está la idea de que el Estado debe desaparecer de la sociedad para otorgarle poder ilimitado al mercado, pues nadie es mejor que éste para administrar las riquezas y el trabajo. Nunca fue más evidente el fracaso de ese modelo, ya que ante la generalizada quiebra financiera del Imperio Yanqui, ha sido su propio gobierno quien se ha visto forzado a intervenir para contener el caos. ¿Cómo calificará el neoliberalismo, la respuesta de Obama al inmiscuirse en los asuntos de la economía privada? Seguramente esto perturbará las mentes de sus grandes gurúes mundiales como Fukuyama o Cavallo, o de sus aprendices criollos como Emeterio Gómez o Miguel Rodríguez.

Sin duda, intentar revivir al fenecido esquema neoliberal (rechazado por la mayoría de los pueblos del mundo), es una pretensión infeliz que no ganará credibilidad ante las grandes masas. Por ello ha quedado descubierto que el verdadero plan de estos intelectuales tarifados era insultar al pueblo y a nuestro presidente como acto delictivo de provocación, en espera de que el gobierno venezolano aplicase alguna medida disciplinaria para entonces fabricar un escándalo mediático ante el mundo. Terminado el show y al no poder mostrar evidencias de haber sido atropellados por el supuesto régimen antidemocrático, estos petulantes caballeros no tuvieron más opción que limitarse a deleitar, por una noche, las fantasías monárquicas de la alta sociedad caraqueña que sueña con derrocar a Chávez. Por último, mientras que el pueblo venezolano permanecía atento frente a sus pantallas, en espera del encuentro propuesto por el presidente para debatir personalmente con los neoliberales, nos enteramos que el acto había quedado desierto porque Vargas Llosa reculó.

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29 mayo, 2009

SI LE DIERAN A FIDEL EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ


Por: Jesús Silva R.

Tanto en el denominado primer mundo de los países ricos como en el tercer mundo de los países pobres, existe una clase trabajadora que sin distingo de fronteras ni nacionalidades que es igualmente explotada y marginada por las burguesías de cada región y para liberarse tiene la obligación histórica de unificar sus luchas asumiendo su identidad de clase revolucionaria a escala nacional y mundial. Por su lado, la clase empresarial es la misma explotadora en todo el globo, desde sus máximos exponentes en los grandes Estados capitalistas hasta en las repúblicas más empobrecidas, donde sea que ella se encuentre, siempre su actuación es depredadora, totalitaria, inhumana y embustera, intentando perpetuar su dominación e imponer su sistema de antivalores sobre el resto de la humanidad.

La llamada moral del primer mundo, cuya representación la ejercen arbitrariamente los monopolios gringos y las potencias europeas, se empeña en silenciar la voz de sus propios pueblos y callar a latinoamericanos, asiáticos y africanos. Es así como los fantasmas del terrorismo, narcotráfico, guerrillas, crímenes de lesa humanidad, violación de derechos humanos, dictaduras, armas de destrucción masiva y demás calumnias les son siempre atribuidos a los países pobres que sostienen valientemente una política de soberanía e independencia frente al imperialismo. La historia ha dejado constancia de que los marginados de la tierra que se atreven a procurar su libertad, siempre son difamados y criminalizados ante la opinión pública por los chacales del capitalismo con el ánimo de aislarlos internacionalmente y generar escenarios propicios para agredirlos, someterlos y saquearlos.

En ese primer mundo que se autoproclama como modelo de sociedad ejemplar, se legaliza la tortura y se fabrican leyes xenofóbicas para perseguir a los inmigrantes que les ofrendan su mano de obra barata. Allá el bienestar social es sacrificado para proteger los intereses de élites empresariales y financieras, pues miles de familias pierden sus empleos y viviendas por culpa de banqueros estafadores y gobernantes que se lavan las manos. Los servicios públicos elementales son privatizados, la libertad sindical es vulnerada y la seguridad social es restringida. El mercado se constituye en un poder hegemónico y la relevancia del ser humano se desvanece.

Sin embargo, las grandes mayorías sociales no pueden permanecer sumisas ante la falsedad de las instituciones que en la actualidad se encuentran bajo el control del Estado yanqui y sus gobiernos secuaces, ya que resulta cada vez más evidente la generalizada descomposición de este sistema. Nunca este derecho internacional impedirá ni castigará efectivamente los ataques genocidas de EEUU e Israel contra pueblos indefensos, ni jamás veremos a un presidente estadounidense ser enjuiciado por un tribunal internacional, a pesar de tantos delitos bestiales preparados desde Washington, ellos seguirán fabricando falsos héroes y asesinando inocentes en nombre de la democracia y la libertad hasta que los pueblos se rebelen. Definitivamente el primer mundo sería otro si reconociera que por su medio siglo de acciones humanitarias con médicos y maestros cubanos alrededor del planeta, debe entregarle a Fidel Castro su merecido Premio Nobel de la Paz.

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24 mayo, 2009

CADENAS IDIOTIZANTES


Por: Jesús Silva R.

Capitalismo y consumismo van de la mano para lavar cerebros sin distingo de clase, raza, edad, sexo o religión en el marco de su cultura desquiciante y embrutecedora. Bajo su perversa influencia, el profesional de clase media compra la costosa camioneta sin importarle su angustia de inquilino ni el puñado de tarjetas de crédito que jamás podrá pagar. El joven del barrio negocia para pagar en dos partes, los zapatos del jugador de basket norteamericano que cuestan más de la mitad de su salario y compromete su última quincena. La universitaria, fetichista de la estética, aparta su aguinaldo para la liposucción de su abdomen y sus implantes mamarios aunque no tenga idea de cómo pagará la inscripción de su próximo semestre. La familia Arrieche honra su apellido porque Chávez recortó el cupo de dólares que usaban para estafar con los viajes y el niño de mi vecina arma un berrinche cada vez que no lo llevan al McDonald.

En efecto, no es extraño que cualquier ser humano se halle impregnado, en mayor o menor medida, de la cultura capitalista en que vivimos. Sin embargo, la conciencia individual debe preservarse prioritariamente sobre la base de nuestra propia historia, la crítica social y la dignidad humana que nos afirma como seres auténticos frente a los demás. De este modo al convivir con la masa heterogénea de la sociedad, manejaremos con mayor sabiduría las contradicciones sociales, principalmente las derivadas de la división de clases y demás formas de discriminación; pues la síntesis de estas reflexiones y experiencias es la que mejor puede alimentar nuestro razonamiento individual y colectivo. Así como el psicoanálisis freudiano estudia las normas que rigen la mente del individuo, el socialismo examina las leyes que orientan el desarrollo social, por lo que al unificar ambos análisis, confirmaremos que la formación del hombre y la sociedad que lo rodea son procesos interdependientes.

Ante estas realidades, sin duda habrá quienes adaptarán su pensamiento al régimen capitalista en procura de una existencia acomodaticia, pero no es menos cierto que seguirá habiendo quienes hagamos oposición a los explotadores y sus mucamos; asumiendo el deber de fortalecer la ideología popular para derrotar las prácticas y antivalores de esta época viciada. En definitiva, mientras bandidos y sumisos se entregan al servilismo y la adulancia, los revolucionarios debemos sostener nuestro combate intransigente contra las cadenas idiotizantes del capitalismo y lograr la liberación.

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18 mayo, 2009

SUEÑOS DOGMÁTICOS


Por: Jesús Silva R.

Profesamos en idea y en acción el Marxismo Leninismo (ML) como el máximo instrumento científico para entender la sociedad y transformarla, porque en éste se fundamenta la abolición de la explotación, el Socialismo y la construcción de una futura sociedad sin clases. Abrazamos el Marxismo, compuesto por sus tres pilares esenciales: El materialismo dialéctico, pues la realidad es una materia en movimiento independiente al pensamiento y todo cuanto existe en la naturaleza enfrenta una fuerza opuesta. El materialismo histórico, visto que la historia de la humanidad está regida por una perenne lucha de clases. Y la teoría del valor, que muestra nítidamente la plusvalía y el robo del régimen capitalista contra los trabajadores. Asimismo, nos apoyamos en el Leninismo, porque contiene los principios filosóficos y orgánicos de la construcción del partido clasista de los trabajadores, el centralismo democrático, la disciplina y la moral revolucionaria.

En el largo proceso formativo del cuadro revolucionario, comprendemos que ningún conocimiento se consolida sin integrar teoría y praxis, pues la primera es la luz de la racionalidad del sujeto y la segunda la comprobación de lo aprendido mediante el ejercicio. Ahora bien, cuando se tiene clara la base de la teoría revolucionaria, es posible identificar con suficiente precisión las desviaciones que indefectiblemente conducen a la conciliación con los intereses de las clases sociales enemigas del socialismo. La lista de quienes se han extraviado del ML es interminable: reformistas, revisionistas, anarquistas, economicistas, burocratistas, empiricistas, dogmáticos, entre otros. Inspeccionaremos a los últimos para desenmascarar a quienes dentro del campo teórico, mayor daño le han hecho al Socialismo.

Con la reputación de ser los revolucionarios químicamente puros, los dogmáticos son los grandes enemigos del análisis científico dialéctico, pues lejos de aplicar correctamente el ML como método investigativo de las realidades cambiantes, suelen aferrarse a ciertos postulados teóricos como si se tratasen de verdades absolutas que no admiten el debate de ideas. Ante lo reaccionario de tal postura, conducen a sus seguidores hacia errores históricos, como la aplicación de fórmulas incorrectas para el escenario de lucha, ceguera frente a las condiciones de tiempo y lugar o ante la adversa correlación de fuerzas.

Estos pensadores toman como fetiche algunos contenidos del ML y comúnmente se les reconoce por pretender adecuar la geometría de la realidad a la línea de su pensamiento, son portadores de “ideas fijas” y de un análisis mecanicista que no estudia debidamente las condiciones subjetivas y objetivas que hacen viable la ejecución de su política. En todos los ámbitos de la vida, el individuo está obligado a superar el dogmatismo para poder trascender como un hombre libre y digno que no sea vulnerable a adoptar vías o recetas utópicas que lo sustraigan de su conciencia y circunstancias. Debemos orientar nuestra actuación basados en la interpretación racional del ML para no sucumbir al idealismo y terminar en el fracaso.

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05 mayo, 2009

MI BELLA JEFA OPOSITORA


Por: Jesús Silva R.

¿Leyenda, realidad o quizás mordacidad revolucionaria? Hablar de ella es un ejercicio atrevido para retratar algunas “dulces verdades” que explican por qué la burocracia sigue muy apartada de nuestro pueblo. Joven, espigada y europea, era mi jefa. Su origen es tan ilustre, que cuentan que su tatarabuela fue quien financió la expedición de Colón para invadir nuestra América.

Su piel caucásica y traslucida vestía elegantes sedas y finos linos de colores invernales en verano, su disciplina era inmutable en el horario de 8 a 4. Desde la nómina del Estado, su ciencia estaba al servicio de la componenda burguesa y aunque desde su agraciado cuello de cisne hasta sus fuertes tobillos, todo fuera tela, por motivos inconfesables no me fue imposible notar la voluptuosidad de su fascinante figura.

Antisocialista de perfectos ojos negros y maestra de la diplomacia gentil, la espectacularidad de sus conocimientos doctrinales solo podía compararse al poder de seducción que emanaba de su hábil comportamiento en sociedad, tanto en la luz como en la sombra. Deseada, y por deseada, protegida, su talento y su investidura le bastaban para convencer sobre la idea de “un mundo al revés”; presentando a redentores como pecadores y a villanos como almas redimidas.

Ella opusdiana, yo comunista: una muralla de convicciones sociales nos distanciaban. Ella con poder y fama, yo en la trinchera valiente y solitaria del antipoder: Era la disputa entre Goliat y David. El régimen le concedía la peligrosa facultad de liquidar adversarios y aunque su maestría para vencer torcía la realidad, todo parecía salirle bien. La vida cruzó nuestros caminos para enseñarme a sobrevivir en minoría, a resistir para existir con dignidad.

Así como Chávez gobierna Venezuela, ella lo hacía al interior de su diminuta burbuja, pero a diferencia del comandante, ella ordenaba el psicoterror laboral y la autocracia. Hizo del cargo un reinado indefinido y de su plaza un Guantánamo, mientras que mi fetichismo cuantificaba sus pecas. Érase recinto infrahumano para quienes no se rendían mansamente ante las depravaciones derivadas de la malentendida jerarquía. Asombroso pero cierto, nuestra revolución posee la singular virtud (ingenuidad o bondad) de desarrollar su gestión con un elevado porcentaje de enemigos atornillados en la cúspide de su estructura.

Los revolucionarios jamás olvidaremos la realidad que el pueblo nos exclama desde la calle con impostergable angustia: Que la cultura de la cuarta república sigue viva en muchas instancias del gobierno (sectas privilegiadas, trabas administrativas, corrupción, ineficiencia, adulación, mediocridad, maltrato al ciudadano, etc.). Finalmente, mi ex jefa, irreprochable como dama de abolengo y despiadada como agente opositora, vivió el antagonismo de los execrados que no pudieron emular el brillo de sus cabellos largos y su teoría científica.

Cuentan que pretendieron arruinar su gloria con acusaciones criminales, aunque sus presuntas maromas durante los golpes fascistas de 2002 terminarían en el baúl de los tabúes. Probablemente una salvación hebrea borró la sangre de ese pasado y bendijo sus pinceles con la tinta de su academicismo irrefutable. Indultada y admirada por quien suscribe, ella hoy sabe que habría dado tanto por rescatarla antes de decirle adiós y llevarla de la mano hacia un edén socialista.

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24 abril, 2009

APRENDAMOS DE LOS RUSOS


Por
: Jesús Silva R. (*)

Si el Socialismo se basa en un sistema donde la clase trabajadora asume el control de los medios de producción económica y desde esa posición, ejerce el poder político (así lo entendemos los comunistas), entonces no hará falta ser filósofo para comprender que el colapso del bloque socialista europeo fue el resultado de la desaplicación del Socialismo. En efecto, la que fuera una de las mas grandes potencias de la historia, la Unión Soviética, se desplomó como casa de cartón sin ser defendida por los trabajadores. Ni la gloriosa victoria contra el nazifascismo, los notables avances científicos y técnicos, las armas termonucleares, las reivindicaciones sociales, ni el acelerado desarrollo industrial pudieron evitar su desintegración en aquel desdichado 26 de diciembre de 1991.

Sin que el Imperialismo disparara una sola bala contra su más terrible enemigo de la guerra fría, la antigua URSS se terminó siendo un carapacho de 15 repúblicas independientes penetradas por el capitalismo. Ciertamente la adopción durante sus últimas décadas de un modelo gubernamental controlado por la clase funcionarial, y no precisamente por la clase obrera, causó degeneraciones que propiciaron el triste final. Resulta un hecho innegable que en los primeros años de la Revolución Bolchevique palpitaba con ardor la colectivización del campo, la socialización de la industria y un despertar popular que llenó de esperanza a toda la humanidad, pero la posterior burocratización de la clase dirigente no tardaría en volverse aburguesamiento y la primera etapa de héroes revolucionarios fue sucedida por una nueva elite política de restauradores de la opresión.

Se impusieron así los neo-bolcheviques, infames rufianes que desbarataron las grandes conquistas sociales y económicas del Socialismo para entonces regenerar las relaciones capitalistas. Son éstos los antecedentes de un ensayo socialista parcialmente exitoso que se destruyó desde adentro, sin que pueda decirse que ese desastre haya sido originado decisivamente por el gran enemigo exterior (EEUU.). Véase que aparentes revoluciones triunfantes de hoy pudieran enfrentar un riesgo semejante en caso de repetir la “falsa praxis revolucionaria” del reformismo ruso, cuya aristocracia política tuvo la cachaza de usurpar el protagonismo popular.

En la actualidad, sin un proceso de industrialización bajo la dirección de los trabajadores con apoyo del Estado, sin la promoción de formas de producción que puedan competir contra el esquema tradicional, sin el desarrollo de mecanismos efectivos de participación política de las masas y sin un combate radical contra la burocracia y la corrupción de los jerarcas pseudorevolucionarios, nuestro futuro socialista pudiera estar lejano. Finalmente, es menester alertar que diversas vanguardias han pretendido realizar una revolución económica, una revolución política y una revolución social, pero han dejado de lado la revolución cultural, olvidando que no se puede transformar la sociedad sin primero generar una nueva conciencia en el hombre.


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15 abril, 2009

LA FAMILIA DE LOS SOCIALISTAS


Por: Jesús Silva R.

Para el hombre revolucionario, la familia no se limita exclusivamente a su grupo de parientes consanguíneos, sino que se extiende a todos los miembros de la especie humana, primordialmente aquellos que por sus virtudes y comportamientos morales, poseen ese perfil afín al de su ideología. Es así como en nuestro tránsito por la vida social aprendemos el altísimo valor de los “afectos elegidos” (el amigo, la pareja, el camarada, etc.), y los sometemos a una comparación filosófica con la valía de los “afectos heredados” (los primos, los tíos, etc.); los primeros se derivan de la voluntaria y consciente escogencia, mientras que los últimos están predeterminados por la tradición.

En la ética socialista es intolerable la idea de que “el vecino no me importa porque ese no es familia mía”. Y aborrecible resulta que la realización familiar se circunscriba al pequeño mundo del disfrute material: que papá, mamá y los niños sacien su delirio por un vehículo rústico, ropa importada, tarjetas de crédito, centros comerciales, colegios privados y vacaciones; mientras que su desinterés por la comunidad que los rodea raya en el egoísmo y la crueldad. La vida se torna demasiado vana y miserable cuando se ignora el deber fundamental de brindar igual estima y respeto a todos los sujetos de buena voluntad, sean o no, nuestros consanguíneos, y más allá de diferencias religiosas, raciales o sociales.

De la misma forma rechazamos en el seno del hogar, la ancestral discriminación de género, dícese de la cometida contra la mujer, a quien por obra del convencionalismo social patriarcal, se le imponen la totalidad de las cargas domésticas de la casa. Ella suele asumir las tareas de lavadora, planchadora, barrendera, cocinera y aseadora. Y aunque bajo su sola responsabilidad se encuentre el bienestar del marido y de los hijos para que encaren con mejor salud las actividades del “mundo exterior”, jamás su trabajo casero, que dura tantos años y excede las ocho horas, es generador de un salario o prestaciones, ni es apreciado por la sociedad.

El ama de casa de la época actual es a todas luces una persona doblemente explotada, pues además de su oficio hogareño, comúnmente se ve forzada a conseguir un trabajo formal asalariado fuera de casa para así hacer su aporte monetario dentro de la precaria economía familiar. Ante la situación de la mujer explotada en la casa y en la fábrica, los socialistas abogamos por la igualdad de género, lo cual significa promover iguales derechos y obligaciones para mujeres y hombres en todos los aspectos del quehacer humano.

Asimismo, el colectivo revolucionario, inspirado en un inmenso amor hacia el género humano y estableciendo como objetivo esencial la preservación de éste en condiciones de equidad y dignidad, posee evidentemente sólidos principios éticos en cuanto al tratamiento a los niños, niñas y adolescentes en la familia. Tratándose de un tema de tan suprema importancia, subrayamos el carácter esencial de que la educación de los hijos habrá siempre de ser entendida desde un enfoque integral, es decir, sustituir la idea del gobierno familiar divorciado de la humanidad por uno que esté profundamente relacionado con los diferentes sujetos educadores del universo social.

Entiéndase que para garantizar la debida formación de nuestros hijos, no basta que los padres logren satisfacer sus necesidades materiales elementales (alimentación, salud, educación, etc.), ni basta velar por un ambiente sano dentro de los límites de la casa, sino que urge que los padres de cada familia se vinculen socialmente con otros colectivos de padres para la atención y seguimiento de otros espacios fundamentales en el proceso educativo de la niñez y adolescencia, tales como la guardería, la escuela, los centros recreativos, el vecindario, etc.

Lo anterior deberá cumplirse en el entendido de que el óptimo desarrollo de los infantes y jóvenes depende de un esquema de corresponsabilidad social en el que grupos de padres, maestros, tutores y demás actores de la vida comunitaria se organicen como colectivo consciente de su alta y compleja tarea. De modo que la orientación sobre los hijos mal puede confinarse a las paredes del hogar, cuando se sabe que existe un “mundo de la calle” en permanente transformación y lleno de elementos diversos (estereotipos sociales, tecnologías, modas, televisión, Internet, sectas, drogas, etc.) que son tremendamente influyentes sobre la mente juvenil y que no podrán ser derrotados si los adultos encargados de conducir a las familias no nos activamos como un movimiento social unido y consciente.

Nuestro sistema familiar socialista defiende un modelo participativo y superior al egoísmo burgués, pues a diferencia de aquel que considera a los hijos como una propiedad privada de los padres, nosotros somos fieles a la idea de promover una sociedad sana para ellos, teniendo como principios basilares la creación de los comités políticos de padres, la corresponsabilidad y asociación de todos los formadores sociales, la solidaridad familiar, la cultura comunitaria y el ejercicio permanente de orientación filosófica sobre los hijos para cerrarle el paso a los vicios y antivalores del adoctrinamiento capitalista.

Andando de Quijote por el mundo, he conocido maestros admirables que, en virtud de su incomparable desprendimiento, convirtieron en su apostolado de vida, la entrega constante de un amor abstracto hacia toda la sociedad, sin mínima codicia de retribución inmediata o directa, solo la satisfacción personal del buen obrar. Ciertamente hay quienes se alejan para “amar más” y dar lecciones morales. Grandiosos quienes permanecen ajenos a la infame costumbre de primero recibir “algo” para después pensar en dar.

Finalmente, somos rebeldes con causa, luchando por realizar la necesaria sociedad del mañana, una que habrá superado las desigualdades y perversiones del capitalismo y se caracterizará por el libre intercambio de los bienes materiales y, fundamentalmente, los espirituales entre todas las personas. Sin explotación del hombre por el hombre, prejuicios burgueses ni estereotipos mediáticos, en el mundo deberá prevalecer una forma de vida más sabia y avanzada éticamente, donde la implacable competitividad entre los individuos de hoy sea definitivamente sustituida por la solidaridad humanista del futuro.