Jesús Silva R.
Como venezolano deseo extender mi reflexión deportiva a múltiples áreas. Europa le saca ventaja a Latinoamérica al ganar 4 copas mundiales consecutivas, incluyendo la de 2018 donde nuestros equipos del sur no pudieron quedar quedar entre los 4 mejores. Cuando se celebre el mundial Qatar 2022, se habrán cumplido 20 años desde la última vez que triunfó una selección de nuestro continente.
Esta debacle es resultado del mayor desarrollo científico de los europeos. La ciencia se aplica en todo y cada día más en el deporte, sobre todo cuando se trata de equipos porque la táctica colectiva se impone sobre la técnica individual.
Por un lado, técnica es la destreza individual de un futbolista, la cual se adquiere en su proceso formativo, por ejemplo, calidad para trasladar el balón, precisión para pasarlo a sus compañeros, capacidad de esquivar la defensa rival, puntería al patear o cabecear para anotar gol, etc. La técnica depende del talento individual, la práctica y un poco de escuela futbolística. Por esto, países que no tienen poderosas instituciones de fútbol han parido grandes individualidades futbolísticas.
Por otro lado, táctica es el estudio del funcionamiento colectivo de un grupo de futbolistas organizados como equipo, esto abarca formas de ataque, defensa, ubicación de cada jugador según su función, jugadas de laboratorio en tiros de esquina o tiros libres, etc. Sólo países con sólidas estructuras de formación futbolística, desde categorías infantiles hasta mayores, logran conformar equipos campeones.
Con táctica, equipos pequeños vencieron a equipos técnicamente superiores en 2018.
Muchos dirán que Latinoamérica no puede competir en conocimiento futbolístico con Europa porque esta tiene más dinero y se lleva a nuestros talentos para las ligas de clubes en España, Italia, Alemania, Inglaterra, entre otras. Sin embargo, había una época en que, a pesar de esto, nuestros países tenían asociaciones que hacía crecer al futbol nacional mediante una buena gerencia, como el caso de Brasil, Argentina y Uruguay.
Estas asociaciones en cada país desarrollaban una planificación deportiva que rescataba a sus mejores futbolistas, tanto los que jugaban fuera de su tierra como dentro de ella, y sobre todo designaban un director y un equipo técnico con duración de varios años a fin de consolidar progresivamente una acertada política deportiva, así como un sistema o táctica de juego planificada.
En el futbol táctico del siglo XXI, no hay lugar para mesías o estrellas individuales que hagan que un equipo gane la copa del mundo. Nunca más veremos a un Pelé o a un Maradona ser tan influyente en una selección y convertirla en campeona. El mundial de Rusia 2018 ha sido ejemplo de sistemas tácticos de juego colectivo derrotando a los mejores jugadores de esta época, como Messi y Neymar, así como Cristiano Ronaldo cuyo Portugal juega muy similar al estilo latinoamericano.
Si Latinoamérica quiere volver a ser lo que antes era, deberá hacer revisión, rectificación y reimpulso de sus instituciones futbolísticas. Tendrá que profundizar el estudio científico del futbol actual y los nuevos sistemas tácticos, o de lo contrario su atraso se agravará. Es necesario aprender de las derrotas y no esperar la llegada de un jugador mesías que gane individualmente los partidos. Messi y otros ya son jubilables. Es hora de planificar equipos avanzados tácticamente.
Basta de que América Latina sea sólo exportadora de “materias primas” en el futbol, es decir, buenos jugadores que brillan cuando se integran a los clubes del futbol europeo, pero fracasan cuando juegan con la selección nacional de su país.
Nuestros países requieren mayor ciencia gerencial y menos improvisación, más programas de mediano plazo o largo plazo y menos cortoplacismo, más disciplina y menos relajo, más honestidad y menos corrupción, más meritocracia y menos dedocracia. Ojalá estas modestas pero frontales advertencias de un abogado que desde niño es fanático del fútbol, sirvan como referencias para materializar la resurrección futbolística latinoamericana y principalmente cumplir el sueño de que Venezuela clasifique a su primer mundial de futbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario