(1979) Padre. Doctor en Derecho Constitucional. 1er izquierdista elegido IVLP por USA en 2017. Abogado penalista. Profesor UCV (TSJ SC Expediente 15-1131). English teacher. Libro MEMORIAS POLÍTICAS, UNESR 2013. Instagram: doctorjesussilva
se hace camino al andar

24 diciembre, 2014
18 diciembre, 2014
¿Obama y Papa Francisco salvaron a Cuba?

Jesús Silva R.
Ahora el escenario es más favorable para terminar el embargo de EEUU contra Cuba, pero para ello será vital contar con la acción de los pueblos de América Latina sin esperar mucho de Washington o el Papa Francisco.Ni Obama ni el Papa Francisco son los salvadores de Cuba.Los muy optimistas afirman que EEUU ha cambiado para bien luego de que el Presidente Obama reveló su intención de reanudar relaciones con Cuba, no obstante permanece el criminal embargo basado en leyes dictadas por el Congreso gringo.
Dicho Congreso está hoy bajo control del partido republicano, aunque Obama puede negociar con su oposición para retirar el embargo. Ya lo hizo en otros asuntos que le interesaban. Republicanos y demócratas en los EEUU son corporaciones de la burguesía, se pagan y se dan el vuelto entre ellos mientras que ninguna fuerza popular está organizada para aproximarse al poder del Estado e impulsar verdaderos cambios a favor del respeto a la independencia de otros países.
En Venezuela ya vimos operaciones calculadas entre partidos cómplices como AD y Copei mediante acuerdos bajo la mesa que el pueblo no conocía. Obama es el conserje del imperio y está sometido a poderes superiores; sus anuncios sólo pueden despertar prudente optimismo. Nada más.
16 diciembre, 2014
12 diciembre, 2014
10 diciembre, 2014
09 diciembre, 2014
08 diciembre, 2014
Imputar a María Corina Machado es un error de fiscalía
Jesús Silva R.
Soy chavista pero también soy jurista con postgrado en materia constitucional y penal, por ello la ética profesional y ciudadana me obliga a preguntar: ¿Hay fotos, videos, grabaciones, cartas, armas, municiones, explosivos, contacto o transacciones con sicarios o cosa semejante donde María Corina Machado proponga o prepare un acto como el que aparentemente se le imputa? Si los hay, Venezuela merece conocerlos.
Nuestro país tiene memoria corta y olvida fácilmente los desmanes causados por oportunistas, mediocres y charlatanes. Sin embargo no debería olvidar el caso de los imputados por el asesinato de Danilo Anderson, donde luego de un largo show mediático donde se imputaba a altos oficiales militares, periodistas, dueños de canales de tv, empresarios y figuras políticas, el Ministerio Público terminó archivando el caso por no tener suficientes pruebas para llevar a juicio a esos supuestos autores intelectuales del crimen. Casi diez años han pasado de aquel evento que socavó severamente la credibilidad de la justicia penal en Venezuela y ojalá que quienes hoy conducen esta vital institución rememoren aquel caso y no incurran en un exabrupto semejante.
Así como antes he criticado públicamente ciertas acciones, hoy digo abiertamente que no estoy convencido de que imputarla penalmente por magnicidio en las circunstancias actuales haya sido suficientemente sustentado por el Ministerio Público ante la opinión pública. Menos mal que a nadie se le ha ocurrido, por ahora, meterla presa a por ese supuesto delito. Necesario es llamar a la prudencia y a una actuación procesal convincente que evidencie mayor pericia.
Cabe formular una valoración política de la imputación contra Machado, dos dedos de frente bastarían para comprender que este episodio la catapulta una vez más a las primeras planas de los medios de comunicación nacionales y extranjeros, la revitaliza políticamente como candidata presidencial y la victimiza ante instancias del Derecho Internacional así como organizaciones que velan por los derechos humanos, especialmente en el ámbito de las mujeres.
Resulta descabellado imaginar que altos sectores del chavismo puedan estar interesados en promover la figura de Machado como cabeza de la oposición criolla bajo la tentación del efectismo o el tremendismo mediático pero en la política todo es posible, inclusive estrategias extravagantes que luego podrían revertirse en contra de sus propios inventores.
El acto de imputación penal ejercido por la fiscalía debe ser el penúltimo paso (el último es la acusación) en contra de quien es procesado por preparar un grave delito como lo es el asesinato del Presidente. De tal manera que si con cordura se pretende demostrar científicamente la culpabilidad de un individuo, es obligatorio haber desarrollado previamente una investigación penal exhaustiva y obtenido importantes elementos de convicción que fundamenten que ese alguien elabora actos preparatorios para tan abominable crimen. Entiéndase por elementos: especies probatorias que indiquen que el imputado despliega una actividad proyectada a cometer el referido delito.
Si existen elementos de culpabilidad fueron recabados, entonces el país debería conocerlos en virtud de su trascendencia para el interés nacional, ello supera la noción ordinaria de reserva legal que impide revelar detalles de la investigación.
Ocurre que en un hipotético juicio medianamente justo y apegado a la técnica penal, una acusación tan débil de parte de la fiscalía sería procesalmente aplastada por la defensa de Machado. Ciertamente, lo que hoy aparece como imputación penal parece en el fondo un favor político hacia Machado.
¿Quién rayo está hoy a cargo de la Dirección de Revisión y Doctrina del Ministerio Público? Vale decir, instancia donde se imparten recomendaciones estratégicas para la actuación del Fiscal General de la República y la institución que encabeza. ¿Será la misma gente infiltrada atornillada allí en la época nefasta del caso Anderson?
Hoy el Ministerio Público se anota un autogol que daña al Estado venezolano al formular una imputación que difícilmente podría ser sostenida como acusación penal de acuerdo a las normas y principios de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el Código Orgánico Procesal Penal, por aquello del Debido Proceso (Art.49 CRBV), la presunción de inocencia y el deber de demostrar lo alegado.
20 noviembre, 2014
Errores y revoluciones
Jesús Silva R.
La humanidad no es tan sabia como parece. Puede elegir malos destinos. La fuerza de la costumbre es un factor determinante de la conducta humana por encima de las ideas brillantes que pretenden guiar a la multitud hacia un nuevo destino superior.
Ejemplos de costumbrismo los hallamos en los modos históricos de producción a la luz del análisis de Marx; es decir, modelos económicos salvajes como el esclavismo perduraron años porque buena parte de los esclavos se acostumbró a recibir techo y pan a cambio de renunciar a ser personas dotadas de dignidad y libertad.
Al respecto Engels reflexionaba en su imperdible texto "Principios del comunismo" cuando indagaba entre el esclavo y el obrero. Decía el filósofo alemán, que el primero (esclavo) se vende una sola vez y para toda la vida a un sólo propietario, mientras que el segundo (obrero) se vende cada ocho horas durante toda su vida y a muchísimos propietarios. Entonces la del obrero es la más inestable, incierta y turbulenta de las vidas a cambio de una supuesta libertad que no le sirve para comer.
De alguna manera así ocurre en nuestros días cuando gente responsable de tomar grandes decisiones en nuestro país (tanto en gobierno como en oposición) confunde política con religión y en nombre de ideales extraordinarios pretenden que la sufrida masa popular asuma sacrificios inconfesables en espera de un futuro de prosperidad que nunca llega.
Sucede que en el instante actual, el pueblo de Venezuela asumiría el modelo económico con el nombre que fuera con tal de que le devolvieran su calidad de vida con abundancia de productos esenciales para la compra tales como alimentos, medicinas, elementos de aseo personal, entre otros.
Por esto, para analizar el abuso de los idealismos, es menester darle una mirada a los sucesos que precedieron la caída del muro de Berlín, cuyo aniversario número 25 ha sido recientemente celebrado con notoriedad mundial. A esos pueblos del eurosocialismo o socialismo real en el este de Europa y zonas aledañas se les impuso grandes privaciones materiales a cambio de la promesa de consolidar una sociedad futura que estaría plenamente abastecida para cada quien según su trabajo hasta satisfacer a cada cual según su necesidad.
Luego de décadas de desilusiones y carencias, millones de ciudadanos se hartaron de la pobreza adornada de retórica y repudiaron a gobiernos mesiánicos que fueron incapaces de proveer el bienestar que tanto predicaron en sus ideologías.
No cabe duda que el capitalismo -a pesar de sus terribles fallas- fue el modelo vencedor de la guerra fría aunque sectas comunistas (calderistas) venezolanas sean incapaces de reconocer la realidad que les abofetea.
No por victorioso, diremos que el capitalismo es el mejor modelo, al contrario hoy el mundo es más pobre que en tiempos de la extinta URSS y el capitalismo neoliberal explotador es culpable de ello.
Ahora bien, lo científicamente revolucionario y dialécticamente marxista es aprender de la derrota objetiva de la guerra fría para enderezar el rumbo en los nuevos ensayos de socialismo en el siglo XXI.
Una primera lección es que no hay ideología por más poética que parezca, capaz de postergar por mucho tiempo las urgencias materiales de los seres humanos.
El individuo si tiene bienestar, se acostumbra a él y busca retenerlo. Pero ante una ausencia prolongada de bienestar, no habrá discurso que implante la calma y los sobresaltos políticos no tardarán en llegar desde las entrañas del propio pueblo.
Crear conciencia revolucionaria debe estar siempre acompañado de reivindicación material y bienestar económico, de lo contrario con hambre las nuevas ideas socialistas no conseguirán afianzarse en el pensamiento colectivo de las masas populares.
Y si algún alto burócrata infame acusare al pueblo de hambriento o "gana pan" por reclamar reivindicaciones, entonces bastaría mandarle a leer el discurso de Engels durante el funeral de Marx cuando declara: Marx no fue solo un teórico ni un práctico, simplemente descubrió la verdad oculta bajo la maleza ideológica de que el hombre no puede dedicarse a la política, el arte o la filosofía si antes no ha resuelto el alimento, vivienda y vestimenta.
Al pueblo, que suficientes cargas lleva hoy sobre su espalda por la meta inconclusa de una patria productiva de donde emane empleo y abastecimiento más allá de la teta petrolera, no se le puede arrancar lo poco que tiene incluyendo sus pasatiempos.
Ahora que los precios del petróleo caen preocupantemente y que el Estado busca fijar impuestos que generen dinero adicional para tapar el déficit, se debería ser cuidadoso con la implementación de tributos que afecten el bolsillo de quienes menos tienen.
Al pueblo humilde se le debe respetar lo que come, lo que bebe y lo que juega. Y cuidado con castigar mediante impuestos puritanos y pseudo socialistas los hábitos y costumbres de un pueblo irreverente con quien se tiene una inmensa deuda social y al que le falta poco para enojarse y divorciarse de los que mucho prometieron pero jamás le cumplieron. La verdadera revolución se hace desde la autoridad moral de un gobierno eficiente, eficaz y promotor del desarrollo, no desde la prédica de neo apóstoles de dudosa procedencia.
02 noviembre, 2014
31 octubre, 2014
30 octubre, 2014
17 octubre, 2014
13 octubre, 2014
Foto del cadáver de Robert Serra en internet
Jesús Silva R.
Será la última vez que escriba sobre un crimen que me ha causado profunda tristeza. La presunta foto del joven diputado chavista recientemente asesinado, Robert Serra, es una muestra más de que luego de la eliminación física de los revolucionarios, el siguiente paso es su asesinato moral ante la opinión pública.
Ahora una cloaca comunicacional se ha destapado contra el malogrado Robert, se dice que era gay, que era babalawo, santero, palero, pran, narcotraficante y que tenía "culebra" o pleito con "colectivos" o bandas delictivas del propio chavismo que pudieron haberle ajusticiado.
Con tales especulaciones se busca justificar el crimen atroz contra un muchacho trabajador que siempre mostró fidelidad irreductible a Hugo Chávez y a la Revolución Bolivariana, por ello advertimos que ni siquiera en el supuesto negado de que una o más de tales acusaciones fueran ciertas, se podría justificar su asesinato. Que raro que sus acusadores nunca salieron a la luz mientras Robert vivía y podía desmentir tantas calumnias.
Luego de que mi artículo publicado en Aporrea sobre este asesinato rompiera la barrera de las 20 mil lecturas ( http://www.aporrea.org/movil/ddhh/a195906.html ) cientos de incrédulos me manifestaron su desacuerdo frente a mi tesis de que en Venezuela se desarrolla una campaña terrorista para matar a personajes revolucionarios de nivel medio que pudieran ser vulnerables a un atentado.
Incluso chavistas de poca fe me manifestaron que el gobierno no debía homenajear tanto a Robert porque su vida privada estaba fuertemente cuestionada y eso perjudicaba la imagen de la Revolución Bolivariana. Advierto que ese criterio significa cobardía y una concesión ideológica a la contrarrevolución, la cual se ha especializado en difamar, injuriar y calumniar a los cuadros revolucionarios, más aún después de su muerte para desmoralizar a todo el movimiento chavista en su conjunto.
Del asesinado fiscal Danilo Anderson dijeron que "martillaba" o extorsionaba a sus imputados para retirarles los cargos criminales, también lo asociaron con redes o grupos corruptos en el sistema judicial y policial. Contra Eliécer Otaiza afirmaron que era un alocado stripper, un adicto a estupefacientes que se la pasaba en night clubs de Caracas donde se le conocía por sus excesos. Toda esa basura la hemos leído en diversos medios sin ningún soporte probatorio.
Ojalá haya gente consciente en la oposición para que se aleje de la cloaca mediatica.
Asimismo, llamo a mis hermanos chavistas a no dejarse engañar y rechazar tan repugnantes calumnias. Basta ya de darle credibilidad a tanta basura mediática fabricada por los "asesinos morales" de nuestros valientes camaradas mártires.
Etiquetas:
Diputado Robert Serra Chavista
09 octubre, 2014
03 octubre, 2014
30 septiembre, 2014
20 septiembre, 2014
Simonovis está fuera de la cárcel por orden de un tribunal
No escribo para
fijar opinión personal que me involucre en el debate visceral sobre tan
polémico caso como lo es el referente a Iván Simonovis. Primero necesitaría
examinar el expediente personalmente. Pero si escribo para exponer serena y
responsablemente como militante revolucionario de toda mi vida y abogado
constitucionalista los acontecimientos que ya ocurrieron y advertir sus
consecuencias jurídicas con la finalidad de eliminar interpretaciones
incorrectas que confundan al pueblo de Venezuela.
En efecto,
Simonovis acaba de salir de la cárcel por orden de un tribunal. Luego de una
sentencia penal que le impuso alrededor de 30 años de prisión por presunta autoría
intelectual en homicidio durante el golpe de Estado se abril 2002, Simonovis ya
habría pagado un tercio de la pena, es decir, casi 10 años, entonces por
razones de severa enfermedad ha sido favorecido con arresto domiciliario, al
menos así ha sido la reciente decisión de un tribunal. Importante es aclarar
que esta decisión, desde nuestro sereno enfoque constitucional, no compromete
al Presidente Nicolás Maduro, ya que el poder judicial es independiente frente
al ejecutivo y toma decisiones propias.
Distinto habría
sido un indulto presidencial que nunca ocurrió en este caso. Ni una ley de
amnistía emanada se la Asamblea Nacional que tampoco aconteció. Ciertamente las
respetables víctimas y asociaciones de derechos humanos que se opusieron a la
medida humanitaria a favor de Simomovis deben conocer que el poder judicial ha
desarrollado una evaluación sobre la situación del penado y es sobre la base de
su enfermedad y deterioro físico que ha fundamentado el arresto domiciliario.
No pretendo convencerles de que renuncien a sus legítimos derechos de impugnar
esta medida, solo les oriento sobre los canales adecuados para hacerlo.
Efectivamente en
el campo judicial, que no es el del poder ejecutivo, los interesados podrán
exigir la revisión de esta medida humanitaria, tal derecho es inherente a las
víctimas y a todo venezolano que invoque derechos colectivos y difusos respecto
a conocer los veredictos de la administración de justicia. Ello despejará dudas
de muchos sobre la constitucionalidad y legalidad del beneficio otorgado.
Simonovis no se pronunciará ante medios de comunicación, le ha sido prohibido
judicialmente como condición para la vigencia de la medida humanitaria.
De modo que
cualquier debate sobre su caso debería darse en los tribunales si se quiere
discutir sobre lo jurídico. Y en lo político, serían el TSJ y la Fiscal General
quienes podrían rendir explicaciones y el poder popular tiene pleno derecho a interpelarlos.
Desde el punto de vista internacional y mediático, esta medida humanitaria
pudiera ponerle fin al uso político y propagandístico de un caso eminentemente
judicial que fue largamente aprovechado por figuras la dirigencia opositora
para presentar al Estado venezolano como violador de derechos humanos y hacerlo
merecedor de sanciones internacionales.
El Estado
venezolano hoy puede sustentar con firmeza que el poder judicial no está
politizado y es independiente del Ejecutivo, pues si así no fuere, entonces
jamás Simomovis habría salido de prisión. Finalmente, aclaramos no ha dejado de
existir la sanción penal contra Simomovis, la cual se deriva de un juicio con
sentencia firme. Simplemente ha variado provisionalmente su modo de
cumplimiento que ahora es arresto domiciliario o casa por cárcel con efectivos
del Sebin frente a su residencia.
Simomovis
permanecerá el arresto domiciliario mientras el tribunal penal de ejecución
concluya que el estado clínico del penado así lo justifica. Quien suscribe,
hijo de un preso político de mi mismo nombre durante los represivos gobiernos
de AD y Copei, y fuera injustamente privado de libertad por ser militante
comunista de las gloriosas FALN, manifiesto que no sufro odio por el pasado y
consigno mi respeto por la esposa Bony y los hijos del penado quien al margen
de la responsabilidad totalmente personal del comisario, han defendido la
posición que les corresponde como familia, tal como mi familia hizo lo propio
durante la oprobiosa época de la Cuarta República.
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