Jesús Silva R.
Respetable camarada Eduardo Samán, recuerdo cuando en 2008 me pediste trabajar contigo como director en el antiguo INDEPABIS del cual eras Presidente, pero yo no acepté porque para ese momento tenía otra responsabilidad en la consultoría jurídica de INAMUJER.
Sin embago nuestra conversación en tu despacho fue cordial y me comentaste que comunistas que migraron al PSUV te recomendaron mi resumen curricular y te pareció muy bueno. Me dijiste que eras comunista psuvista igual que yo, que eras seguidor de mis artículos de prensa, y desde entonces estoy enterado de tu acción política.
Pasaste por diferentes cargos, tu buena gestión en el SAPI te impulsó al INDEPABIS y desde allí conquistaste una buena reputación como eficiente funcionario público y buen gerente que gran parte del movimiento chavista hasta hoy te reconoce.
Al igual que muchos camaradas, vi con buenos ojos tu ascenso a Ministro de Comercio por decisión del entonces Presidente Hugo Chávez. El lanzamiento de las areperas socialistas te elevó a la fama de "superministro de la eficiencia" Hasta allí todo iba bien para ti y para tu sobresaliente gestión.
Pero de pronto tu carrera meteórica hacia lo más alto del gabinete chavista sufrió un tropiezo y fuiste removido del cargo. Yo lamenté ese hecho al igual que muchos camaradas.
Años después reapareciste en el gobierno del Presidente Maduro, nuevamente al frente de INDEPABIS. Esta vez tu aventura fue más breve y más accidentada porque estalló una guerra de declaraciones públicas directas e indirectas, tanto tuyas como del alto gobierno respecto al por qué de tu salida. Entre varias críticas, se te atribuyó un proyecto ególatra de liderzgo personal.
Ni cuando te botaron en tiempos de Chávez ni cuando te pasó lo mismo en la era de Maduro, te has atrevido a revelar con nombre y apellido a tus verdugos, me refiero a ese o esos que impulsaron políticamente tus despidos. Tampoco presentas un relato preciso de las circunstancias que motivaron esas remociones burocráticas. Yo no sé si un amor a la Revolución Bolivariana te persuade a callar, al menos en mi caso yo por amor a este proceso político he callado frente a los atentados injustos que he sufrido de parte de ciertas figuras "revolucionarias" (por aquello de no darle armas a la oposición). Yo no ocupo cargo (ni lo quiero) pero tengo una actividad profesional reconocida por el pueblo, y eso me lo he ganado estrictamente con trabajo y con estudio.
Amigo, has pasado como candidato por PPT y PCV, probando suerte en la periferia de la revolución, has apostado electoralmente desde esos frentes que debilitan a la unidad de los revolucionarios por su recurrente lanzamiento de candidaturas paralelas en elecciones a gobernadores, alcaldes, diputados y miembros de constituyente.
Igual que tú, yo veo las imperfecciones de la alta dirigencia del PSUV pero te advierto que la vía del paralelismo electoral apoyado por los mini partidos aliados es un mal remedio contra la enfermedad que nos preocupa: inobservancia del artículo 67 constitucional que exige a partidos hacer consulta interna para escoger directivos y candidatos a cargos de elección popular. PSUV está en mora con este artículo pero PCV mucho más pues su secretario general tiene 21 años en la silla principal (más tiempo que Ramos Allup en AD).
Ahora bien, es evidente que (justa o injustamente) fuiste descartado por el PSUV y por el alto gobierno, asimismo es casi imposible que te reincorporen a las importantes posiciones que ocupaste porque cuando desafías a políticos tan poderosos, pueden responderte con enojo irreversible. Llámalo soberbia si lo prefieres.
Pero tu vida como revolucionario no termina porque un alto mando no te quiera o te ignore o escuche chismes que mediocres llevan contra ti; aprende a vivir con esa circunstancia, refúgiate en el amor del pueblo de a pie y sigue adelante trabajando socialmente desde el poder popular sin caer en divisionismos electorales que alimenten a la derecha. Así lo entiendo y lo practico y por eso vivo felizmente sin buscar cargo burocrático.
Por tu pureza revolucionaria (que presumo sigue vigente a pesar de tu equivocada táctica electoral y los mini partidos reformistas que te acompañan) puedes ayudar más a la Revolución Bolivariana hoy presentando una inmediata e incondicional renuncia a la candidatura para la Alcaldía de Caracas pues ella genera como único resultado: restarle votos a la principal opción chavista (PSUV) y darle mayor posibilidad de victoria a la oposición.
Convencido estoy de que somos un chavismo de a pie que servimos mejor a la revolución desde la calle, que desde los cargos burocráticos, muchas veces asediados por peligrosos mentirosos y adulantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario