se hace camino al andar

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24 enero, 2012

LEOPOLDO, CAPRILES Y LA RECONCILIACIÓN SOSPECHOSA



Por: Jesús Silva R.


Con nombres irónicamente compuestos en creativo juego de palabras, fueron fusionados Leopoldo López y Henrique Capriles Radonski al ventilarse el rumor de un pacto electoral entre ambos de cara al 12 de febrero de 2012.


Furor, risas, confusión, preocupación y un centenar de opiniones divididas en twitter generaron los apodos Capoldo, Leodonski, Caprinski y Leo Di Capri, tan sólo minutos después de que López informara en el último debate de los precandidatos, que haría un importante anuncio junto a Henrique Capriles Radonski.


Sin duda ello comprueba que la campaña del autoproclamado descendiente de Simón Bolívar obedeció más al ánimo de negociar y especular con la venta de su candidatura, que con el sincero propósito de convertirse en el rival de Hugo Chávez el venidero 7 de octubre.


A pesar del despliegue de una super costosa campaña publicitaria que incluyó extravagantes cuñas televisivas como aquella carrera con obstáculos donde Superboy brincaba por encima de sillas, mesas y escritorios en su imaginaria ruta hacia Miraflores, lo cierto es que el ex Alcalde de Chacao nunca tuvo chance electoral dentro de la MUD.


Seguramente su drámatico viacrucis de partido en partido ha menoscabado su credibilidad frente al gentilicio oposicionista venezolano, primero la injusticia de ser desplazado de la organización (PJ) que él mismo había fundado con su progenitora y los generosos apoyos de la vieja PDVSA prechavista; más tarde su breve y malograda aventura dentro del partido Un Nuevo Tiempo, de donde fue implacablemente marginado; hasta finalmente el entusiasta invento de un cascarón vacío llamado Voluntad Popular.


Hoy, el voluntarioso aspirante oposcionista parece reencontrarse con el mundo real que se refleja en las encuestas de preferencia, donde su opción jamás logró posicionarse en los dos dígitos, y por ello, la desesperación de no perecer políticamente lo conduce a suscribir una insólita reconciliación que hasta ayer parecía impensable con el líder que hace pocos años lo desplazó.


Para Leopoldo, su ex compañero Capriles nunca fue la primera opción de alianza, muy por el contrario ha sido su último recurso, y sus andanzas con todos los actuales enemigos de Primero Justicia así lo han comprobado. Decenas de veces estuvo en conversaciones con Henry Ramos Allup, y hasta "elogios" recibió del caudillo de verbo insolente.


Pero misteriosamente esos intentos de acuerdo jamás dieron sus frutos, quizás porque el ambicioso López quiso vender muy caro su 9% de apoyo popular y Ramos Allup no quiso darle cacao ni Chacao (apoyo a su candidato municipal) porque no le gustó el trato.


Determinar si está exótica alianza entre López y Capriles podrá garantizar la victoria del hoy gobernador de Miranda en las elecciones primarias de la MUD dependerá de las características propias con que se desarrolle este evento comicial.


Es decir, si ocurriera una alta participación de electores, entonces la mayoritaria voluntad de los opositores libres (no militantes)  expresado en las encuestas a favor de Capriles, también se reflejará en votos efectivos y en el triunfo definitivo.
Pero si fuese el abstencionismo la tendencia predominante en las primarias, entonces serían las pequeñas pero testarudas maquinarias sobrevivientes del viejo Pacto de Punto Fijo (AD, Copei y otros factores minúsculos) las que movilizarían a sus militantes más leales para hacer ganador al hoy apadrinado de la socialdemocracia populista (y terror de los gaiteros de Coquimba) el señor Pablo Pérez.


Amanecerá y veremos!

15 enero, 2012

ESTUDIOS POLÍTICOS, REVOLUCIÓN Y COSTUMBRE



Por: Jesús Silva R.

Eso que llaman revolución, que en tiempos de antes y de ahora, significa generar un cambio social importante que apunte hacia el bien común (la sociedad sin clases), parece requerir la construcción de nuevas formas de relacionarse para que realmente la comunidad avance hacia etapas de desarrollo superior.

Visto desde ese plano, lo aparentemente sencillo resulta lo más complejo, pues contrario a lo que se cree, el ser humano es una criatura de hábitos y costumbres que frecuentemente permanece apegado a un mismo modo de vida si éste le facilita una supervivencia más o menos realizable. Sólo el costumbrismo humano puede explicar la extensa duración de ciclos históricos caracterizados por inmensas desigualdades sociales, donde masas que padecieron opresión fueron incapaces de rebelarse, a pesar de su muy precario nivel de vida.

Sin embargo, ese aspecto conservador de la especie humana no es absoluto, ya que dialécticamente con él convive la insurgencia y la resistencia como conducta colectiva de las clases sociales explotadas, quienes con variables niveles de consciencia, despiertan periódicamente en sublevación contra los regímenes opresores.


Esta doble faceta de la humanidad, la sumisa y la insurgente, consta en la historia de la humanidad muy claramente. Tanto que resulta debatible qué ciclos históricos han tenido mayor duración, si los basados en la rebelión o aquellos de aceptación del sometimiento. Y a partir de ese cálculo cronológico (ese estudio de la historia) algunos procuran fundamentar su creencia, de cuál de estas dos condiciones se corresponde más intrínsecamente con la naturaleza humana.

Reconocer el lado conservador de la especie humana, no es una negación de la lucha de clases (permanente confrontación entre explotadores y explotados) sino más bien un enfoque dialéctico de que frente al bien, el mal existe; frente a la luz, la oscuridad se opone; y frente a la lucha, la capitulación (rendición) acecha.

No cabe duda que los materialistas dialécticos nos basamos en la existencia de fuerzas revolucionarias para impulsar cambios sociales (refundar la república, modificar la economía, implantar un nuevo orden jurídico, etc). Que los revolucionarios seamos mayoría o minoría, no resulta un comprobante de la validez o la utopía de nuestra causa; ya que "no todo lo que es justo, es popular; ni todo lo que es popular, es justo". Ser mayoría o minoría es una circunstancia histórica que suele repetirse cíclicamente, y es precisamente el propósito de la revolución popular, generar cambios inclusivos que sean irreversibles y marchen siempre hacia la supremacía del interés colectivo.

En este contexto, la revolución cultural es fundamental, pues de ella depende que las masas valoren adecuadamente sus conquistas económicas y sociales. Del mismo modo, la revolución socioeconómica es vital, en tanto que opera como la base material que le otorga credibilidad al programa ideológico que inspira al proceso revolucionario y que se consolida en el saber de la población.

Concibamos la lucha revolucionaria, observando ambas caras de la moneda: revolución y reacción (costumbre). Identifiquemos las alianzas y acciones que convienen al plan transformador dentro de los escenarios variables que la vida social nos plantea. Distingamos los intereses, de las posiciones. Y sepamos reconocer las diferencias entre "estrategia, táctica y maniobra"; porque en definitiva, la primera obligación de quienes hacen la revolución es hacer valer la inteligencia por sobre la vehemencia; y las neuronas por sobre las hormonas.

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10 enero, 2012

DERECHA ENDÓGENA Y OTRAS FALACIAS




Por: Jesús Silva R.

La feroz campaña de rumores que se ha iniciado en 2012 desde el bloque oposicionista a partir de la reciente reorganización efectuada en las directivas de la Asamblea Nacional y del Partido Socialista Unido de Venezuela, llama significativamente la atención, sobre todo por tratarse de un año de elección presidencial donde la propaganda difamatoria será un arma fundamental de los sectores radicales de la oposición nacional y extranjera.

En ese contexto, esta tóxica operación mediática intenta hoy revivir aquellas viejas matrices de opinión que nunca han podido ser comprobadas, verbigracia la existencia de una supuesta derecha endógena (nueva burguesía) encabezada por altas personalidades del Poder Público Nacional así como una corriente militarista que aspira implantar el hipotético "Chavismo sin Chávez" y el capitalismo de Estado.

Es evidente que los infundios de la oligarquía pretenden menoscabar la confianza del pueblo en los más cercanos colaboradores del Presidente Hugo Chávez y así fomentar fraccionalismos y divisiones internas que pongan en riesgo la fortaleza del proceso bolivariano cuya ratificación está planteada el próximo 7 de octubre.

No es nuevo que ataques contra la reputación de líderes revolucionarios formen parte de la agenda de los capitalistas y sus medios de comunicación usados para mentir, estimular el odio contra personas honorables, culpar a inocentes, absolver a culpables, promover desprestigio y desestabilizar gobiernos democráticos.

De la burguesía, sólo el silencio debe preocuparnos, pues mal puede suponerse en ella un interés benigno de denunciar a los verdaderos traidores del socialismo. Por ello no fue casualidad en el Chile de 1973, el silencio de los enemigos del Presidente Allende cuando ingenuamente designó como Ministro de Defensa al fascista Pinochet.

06 enero, 2012

RECORDANDO A SOTO ROJAS, AHORA EX PRESIDENTE DE LA AN




Por: Jesús Silva R.

Fernando Soto Rojas (FSR) sale de la Presidencia de la Asamblea Nacional (AN) y es sustituido por Diosdado Cabello en un decisivo año electoral para Venezuela.

Tanto para quienes apoyamos la Revolución Bolivariana, como para quienes se oponen a ella, la noticia de este cambio en la directiva del Poder Legislativo, aconteció como evento inesperado pero no sorpresivo.

Primeramente cabe recordar que todo indicaba que el viejo camarada FSR, el marxista experimentado, el ex guerrillero, el fundador de la Liga Socialista, continuaría en ejercicio de su cargo, ello se desprende de los comentarios del Presidente Hugo Chávez sobre este asunto y de la entusiasta manifestación del propio Fernando en la última sesión parlamentaria donde afirmó aceptar ser postulado nuevamente como Presidente de la AN.

Sin embargo, es comprensible que en la arena política se generen reflexiones y modificaciones de estrategia y táctica. En tal sentido,  FSR, por sus cualidades como operador del diálogo para apaciguar tensiones frente al bloque parlamentario opositor, cumplió una significativa tarea dentro de una coyuntura donde la polarización agobiaba a la sociedad venezolana. Por ello, la gestión de FSR deberá ser apreciada como un período de recomposición de las fuerzas revolucionarias dentro de la AN y en el propio escenario de debate ideopolítico nacional.

Hoy, a un año del regreso de la oposición al parlamento, la cohabitación institucional entre ambos bloques ha sido lograda, así como la nueva dinámica de discusión frente al país, ahora con la irrupción de una bancada opositora que estuvo largamente ausente del tinglado legislativo debido a su retiro en las elecciones de 2005.

Habrá también que agradecerle a FSR sus loables esfuerzos por revivir el entusiasmo del chavismo protestatario, dícese de los centenares de colectivos de revolucionarios que sin militar activamente en el PSUV ni pertenecer a ninguna nómina de las instituciones del Estado, son seguidores de Chávez pero no están felices con el burocratismo ni la formación de nuevas élites internas que amenazan a nuestra amada Revolución.

La aparición de FSR, en lo que respecta al elenco de altos dirigentes revolucionarios, produjo en los chavistas un motivo de entusiasmo para volver a participar en las actividades sociales, políticas y culturales del movimiento bolivariano. En ese contexto, FSR hizo lo que las circunstancias le permitieron (contra adversidades externas e internas) y representó la esperanza de multitudes que desean una dirigencia política que abra canales de participación popular como en sus mejores años, vale decir, aquel tiempo donde ganábamos elecciones con siete millones de votos e imaginábamos que el retorno de Antonio Ledezma a la Alcaldía de Caracas era una locura exclusiva para el día de los inocentes.

Llegada la hora impostergable de las autocríticas y las rectificaciones, el Polo Patriótico, reaparece como instrumento para la participación amplia, democrática, creativa y proactiva de las masas en una época donde la Revolución Bolivariana más lo necesita. Allí la figura de Soto Rojas desempeñó un valioso papel de promoción y ojalá pueda seguir sumando en esa vital tarea unitaria. 

El ciclo del año 2011 se ha cumplido dignamente, y lo mejor que puede ocurrirle al proceso político vigente es que los valores éticos demostrados por el ahora ex Presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Soto Rojas, permanezcan en el nuevo período parlamentario 2012 así como en la alta gerencia gubernamental y partidista de la Revolución Bolivariana: Humildad, combate al nepotismo y a la corrupción, desprendimiento de lo material, lealtad al pueblo y a la unidad revolucionaria que encabeza nuestro Presidente Hugo Chávez.

Sin complejos, forzoso es reconocer que el 2012, año de inevitables confrontaciones donde se decidirá la Presidencia de la República para el período 2013-2019, exige el ejercicio de poderosos liderazgos (Diosdado Cabello) para hacer todo lo requerido en los principales frentes de batalla, siempre en aras de garantizar la defensa de la causa revolucionaria, la victoria electoral del pueblo y la profundización de los cambios que nos encaminen al socialismo del siglo XXI.

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