Jesús Silva R.
En Venezuela, el sueldo mínimo de $1 al mes no es un sueldo socialista. El socialismo es un sistema donde la clase trabajadora toma la dirección económica y política del Estado pero si los trabajadores no pueden comer con su sueldo, no tienen capacidad para ejercer ningún liderazgo.
La crisis económica derivada de razones múltiples, burocratismo, corrupción y sanciones extranjeras unilaterales han golpeado al pueblo trabajador con más brutalidad que a cualquier otra clase social del país, tanto que ya nadie vive con un sólo trabajo de asalariado y es forzoso probar suerte con actividades adicionales. Como abogado de los trabajadores, exijo resolver esta problemática severa con medidas concretas.
Nótese que existe otro sector nacional que parece otro país dentro de Venezuela y es el de los dueños de bodegones, camionetas y carros lujosos, empresas con beneficio de créditos millonarios, etc. Popularmente los llaman los enchufados. Algunos habrán acumulado fortuna honestamente, pero mucha gente no lo cree.
Siendo este el contexto, una medida socialista o de justicia social sería la creación de una ley de impuesto de 1% a la ganancia de empresas y a gastos suntuarios para ser destinados a la humanización del salario. Vale decir, una acción de merecida reivindicación a los obreros que desde hace años ganan un sueldo inferior a $1,9 diario que la ONU califica como pobreza extrema. Hoy más que nunca Venezuela debe salir de esa mala categoría internacional.
Este acto elemental de justa redistribución de la riqueza que aquí se le propone a la Asamblea Nacional por vía de ley y al Presidente de la República mediante decreto amparado en la emergencia económica, deberá conversarse con el sector empresarial y el de trabajadores para que exista la debida cooperación. A cambio se le puede ofrecer a los contribuyentes, una serie de incentivos como el apoyo gubernamental a la actividad económica de cada uno.
Aunque muchos hablan de fijar sueldo mensual en $200 y más allá, creo que subir de un dólar a sesenta dólares al mes ya sería un gigantesco paso adelante en materia de derechos humanos y de un proyecto de justicia social.