Jesús Silva R.
Ver video: Estudiantes y Jesús Silva exigen Rayos X a tribunal. Candidato socialista a Rector UCV desmantela simulación de hecho punible de ex pareja
Una prueba científica que no falla, tal como la radiografía o rayos X, puede desmentir a un autobús lleno de feministas tuiteras que manifiestan que se produjo un hecho de violencia física por parte de un ex esposo en contra de su ex esposa. Hablo aquí genéricamente y sin alusión personal a nadie que motive derecho a réplica impertinente.
Un rayos X que científicamente revela la total inexistencia de lesión, por ejemplo en la mano de quien se autoproclama falsamente como víctima, es más poderoso para establecer la verdad que cualquier campaña de propaganda feminista o tuitazo que señale calumniosamente a un hombre inocente como maltratador.
Y si esto científicamente es así, que una radiografía puede demostrar indubitable e inequívocamente que no existen platinos, ni tornillos, ni clavos, ni mínimo signo de operación quirúrgica en la mano de quien en actas dice que tales elementos existen, entonces ¿qué espera el movimiento feminista para responder afirmativamente a la invitación de realizar radiografía en acto público y así esclarecer la verdad?
Las feministas deberían decirle a la "víctima": hazte la radiografía pues si estás diciendo la verdad, con radiografia ganas todo y pierdes nada. Pero si la víctima se niega a hacerse radiografía, es forzoso preguntarse "por qué".
Hacer justicia es dar a cada quien lo suyo, si las feministas predican este concepto pues deben estar dispuestas a cumplir los procedimientos constitucionales y legales respectivos, porque la verdad se establece por lo alegado y probado en un proceso judicial, más si el hombre imputado las está invitando públicamente a participar como testigos de una radiografía que no dejará lugar a dudas y revelará la realidad.
Tendrá más credibilidad y autoridad moral ese movimiento feminista que es capaz de reconocer que se ha equivocado al culpar a un inocente y que dejándose llevar por la emoción de defender a una mujer frente a un aparente ataque de un hombre satanizado por la prensa, "dictó sentencia por Twitter sin juicio previo"; pero que luego aceptando humildemente hacer una revisión serena, detallada y responsable del caso, ya no sólo con base en el testimonio de una supuesta víctima, sino participando y observando la prueba científica infalible del rayos X descubre la total inexistencia de lesión y por ende la absoluta falsedad de la violencia denunciada. Esta rectificación del movimiento feminista le daría prestigio frente a sus detractores que señalan a las activistas de este sector como feminazis, fanáticas, irracionales, injustas, sedientas de venganza o llenas de odio contra el hombre.
Es válido que el movimiento feminista presuma la veracidad del testimonio de toda mujer que denuncie ser víctima de un hombre, pero constitucionalmente obligatorio es que dicho movimiento abra sus ojos frente a pruebas científicas exactas que pueden demostrar con 100% de certeza la falsedad de la denuncia, y eso significa la radiografía en un caso de supuesta violencia física con fractura de tres dedos de una mano o cualquier caso semejante.
No debería crecer un feminismo fascista en nuestro país que pretenda hacer justicia fuera de la Constitución mediante la mala praxis de "disparen primero y averigüen después; preocupa la conducta mostrada en redes sociales cuando se dictan "sentencias" condenatorias vía Twitter sin pruebas verificadas en un tribunal. Y doblemente causa consternación el silencio de feministas cuando una denuncia falsa empieza a derrumbarse y queda al descubierto una simulación de hecho punible, vale decir, un delito que no aparece pero debería aparecer en la ley orgánica sobre el derecho a una vida libre de violencia, ya que las mujeres que dicen la verdad deberían procurar el castigo penal contra las mujeres que dicen la mentira y denuncian falsamente delitos jamás acontecidos.
Mayor castigo si malvadamente se hizo denuncia falsa buscando dinero, fama, extorsión o conexiones políticas a fin de ascender económica y socialmente, usando como trampolín la notoriedad de un hombre público a nivel nacional. Y peor delito comete el grupo político que utiliza a una falsa víctima con fines de propaganda política disfrazada de derechos humanos.
No revivamos la ley sobre vagos y maleantes con la cual por su imagen o supuesto perfil, las personas se presuponen delicuentes y se les debe castigar preventivamente sin prueba de delito. Ni los negros, ni los feos, ni los pelos largos, ni los rockeros, ni los gays, ni los abogados chavistas largamente difamados en redes sociales somos delincuentes potenciales. Respétese la presunción constitucional de inocencia para que cese la cacería de brujas o mañana el perseguido puede ser usted.
Venezuela y el feminismo venezolano me conocen, soy el primer hombre heterosexual en conducir un programa radicalmente feminista en televisión nacional, este fue en 2010 y se llamó el entrompe de falopio por Ávila TV, seguidamente fui consultor jurídico de Inamujer y del naciente Ministerio de la mujer, más tarde abogado de la comisión de familia, mujer y juventud en la AN; y columnista en prensa nacional con la Araña Feminista. Incluso mi tesis aprobada con la que me gradué de Doctor en Derecho Constitucional se la dediqué al feminismo con el tema del derecho de la mujer del hogar a recibir contraprestación económica basada en el artículo 88 de la Carta Magna. Humildemente digo, soy el hombre más feminista del país porque las credenciales y hechos me avalan. Como candidato a Rector de la UCV, prometo una universidad con mujeres empoderadas y ejerciendo liderazgo estudiantil y profesoral. En resumen, amo el feminismo (igualdad entre dama y caballero) y me opongo a que gente mentirosa lo use para su beneficio personal o arma política. La verdad no tiene sexo, ella nace de las pruebas científicas judiciales, no de las opiniones, prejuicios, chismes o tuitazos creados con bots de grupos políticos que deberían invertir el dinero en darle pan a tantos venezolanos hambreados.