Jesús Silva R.
Para derrotar al enemigo o para que éste no nos derrote, hay que
aprender a conocerlo. Que nadie crea que Estados Unidos es un territorio
vulnerable ante terroristas que alquilan aviones y tumban edificios con más de
cien pisos, ni tampoco un país donde se filtran informaciones de cualquier
parte como wikileaks ni mucho menos con un muchacho como Edward Snowden como
actualmente parece.
Demos lugar a las hipótesis de los autoataques, de los eventos
calculados, de simulaciones de terrorismo o espionaje para luego, yo imperio,
escoger a cuál de mis enemigos le echo el muerto por ser cooperador de la supuesta criminalidad anti estadounidense, etc.
Casi le tumban el avión a Evo Morales luego de que la prensa provocadora
lo hiciera quedar como indio rebelde que ofrece su mano a un gringo traidor a
su patria (Snowden). Y no se trata de que cualquier Jefe de Estado pueda
ofrecer asilo político o territorial a un presunto perseguido político, pues el
Derecho Internacional Público es muy claro. Todo Estado soberano e independiente
tiene el derecho de conceder asilo.
El problema es la trampa, el acto de provocación, el escándalo
premeditado, el fabricar falsas condiciones para justificar o confundir lo que
es una criminal agresión. ¿Si el aeronave de Evo Morales se hubiera quedado sin
combustible y se hubiera precipitado trágicamente, a quién le habrían
reclamado, quién habría respondido política o penalmente por el atroz asesinato
de un Presidente?
El punto no es si Evo llevaba a Snowden; sabemos que no lo llevaba y que
solo a la derecha internacional le interesa hacer creer esa estupidez. La
cuestión es que aun si Evo estuviera transportando a Snowden nada justifica la
salvaje agresión a la que fue sometido mediante la prohibición de sobrevolar el
espacio aéreo de tales países europeos (Francia, España, Portugal, Italia,
etc.).
Si semejante acto de guerra se hubiera cometido contra un Presidente de
EEUU o de cualquier país grande de Europa, no solo habrían desacatado la
advertencia, sino que inmediatamente el gobierno hostil habría sido atacado
militarmente por los imperialistas.
A los líderes desobedientes de Sudamérica (cada uno con sus matices)
Evo, Nicolás, Correa, Ortega, Cristina, Pepe, Dilma, etc. Un mensaje claro:
Cuidado con con Snowden, sería prematuro declararlo como héroe
antiimperialista, es factible que nos lo quieran sembrar para golpearnos. Los
gringos no se chupan el dedo. Se victimizan y luego justifican monstruosas
agresiones.
Snowden fue imaginariamente sembrado en el avión de Evo Morales de
acuerdo a los intereses del propio imperialismo gringo y para intimidar a los
líderes de otras naciones, especialmente en nuestra región.