Jesús Silva
R.
Soy un
chavista con grandes posibilidades de ganar, aunque algunos piensen lo
contrario. Mi victoria es segura si el
cargo para el cual me postulo se decide a través de una elección transparente y
con igualdad de condiciones.
Este año
2018 hay una elección presidencial cuyo resultado favorecerá al chavismo porque
tiene la fuerza unificada de un Estado petrolero, cívico militar y millones de
venezolanos lo respaldan; a diferencia de la
oposición que se encuentra dividida por representantes sin credibilidad en la
población y partidos que están atravesando su peor momento en veinte años
de Revolución Bolivariana.
Sin embargo,
aunque el mapa político está claro porque la victoria del PSUV luce inevitable,
el futuro traerá dificultades porque las
fuerzas opositoras derrotadas electoralmente volverán a su agenda golpista,
por un lado, promoviendo el linchamiento internacional contra Venezuela, y por
otro lado reactivando el terrorismo guarimbero en las calles, utilizando principalmente
a miles de estudiantes universitarios adoctrinados por el odio.
Frente a
estas graves amenazas del terrorismo opositor, decido dar un paso al frente y convertirme en candidato. Cada quien
debe ayudar al país según su área y sus destrezas.
Tanto la
derecha como izquierdistas confundidos me han difamado por años desde que soy
figura pública, ahora dirán que mi
candidatura demuestra que me metí en la revolución buscando un cargo. Sin
embargo, están equivocados, es más lo que me quita esta aventura política que
lo que pudiera darme, pues en mi vida como profesional por cuenta propia gozo
de paz y libertad.
Venezuela
me conoce como abogado socialista y mi candidatura no contradice mi papel, ya
que más bien creo urgente que un
chavista de a pie como yo presente su candidatura a un importante cargo que ha
sido manchado por quien hoy lo ocupa de forma ilegítima y en proceso de quedarse
allí hasta su muerte gracias a la ayuda de varios alcahuetes.
Dicho todo
esto, presento mi candidatura a Rector de la Universidad Central de Venezuela, para
desmantelar la fábrica de terroristas guarimberos en que convirtieron a ese
recinto, adicionalmente cumplo con todos los requisitos para el cargo, como es poseer título de Doctorado (en mi caso, en
Ciencias Jurídicas y Derecho Constitucional), años de docencia universitaria
en UCV y otras casas de estudio, al igual que honorabilidad y probidad pues contra
mí no existe ni siquiera una sola denuncia en contraloría, fiscalía o
tribunales.
Mientras que,
en el caso de mi rival, Cecilia Arocha y sus secuaces, abundan casos de
corrupción, delitos y faltas como la que se evidencia en sentencia firme del
Tribunal Supremo de Justicia dictada a mi favor contra UCV y ordenando mi
reincorporación como profesor en mi cátedra de
Derecho, pago de salarios caídos y publicación de un comunicado reconociendo mi
conducta intachable. Ver sentencia
firme número 505 de Sala Constitucional TSJ, fecha 28 de junio de 2017,
expediente 15-1131. Ver TSJ Web: http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/junio/200516-505-28617-2017-15-1131.HTML
Video: Chavistas tomamos espacio en UCV
- https://youtu.be/wRgnLQLE_ao
En este
contexto, luego de que pase la elección presidencial donde Nicolás Maduro será
felizmente reelegido por el pueblo, pido a la Asamblea Nacional Constituyente
decretar elecciones en UCV y demás universidades públicas con un nuevo marco jurídico igualitario y libertario según el cual
todo venezolano inscrito en CNE pueda elegir a los rectores universitarios. Si este
marco se dicta, yo estaré allí como candidato a Rector UCV para salvar a la
casa hoy vencida por la sombra del fascismo y el terrorismo guarimbero.
Dicho de
otro modo, siendo las universidades instituciones de interés social, es hora ya
de que sus autoridades sean escogidas por voto popular universal, con lo cual
se disolverían mafias forajidas como AVERU
(asociación de rectores universitarios) que el 16 de julio de 2017 se
autoproclamó como “CNE paralelo” celebrando un plebiscito ilegal golpista,
y para colmo ahora en 2018 manifiesta que no reconocerá la elección
presidencial del 22 de abril. Ya basta. No debe el Estado venezolano seguir
tolerando criminales disfrazados de profesores que manipulan la autonomía universitaria como fachada para delinquir.