se hace camino al andar

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15 abril, 2012

EL CASO OSWALDO GUILLÉN EN LAS GRANDES LIGAS


Por: Jesús Silva R.

Un venezolano destacado en el béisbol norteamericano es llevado al banquillo de los acusados por manifestar admiración hacia el legendario Fidel Castro, lo cual originó irritación en la población anticastrista de EE.UU.

Independientemente de la fortaleza de las convicciones políticas que pueda tener este manager de las llamadas Grandes Ligas, lo cierto es que ya se había visto en dificultades tiempo atrás por expresar simpatía por el Presidente Hugo Chávez y cerca estuvo de ser castigado por esa declaración que en el régimen político estadounidense resulta imperdonable.

Este año, el pelotero ha sido suspendido de su actividad y expuesto a la embarazosa circunstancia de retractarse por sus palabras. De ese modo, intenta desesperadamente apaciguar a la feroz comunidad cubano americana que hoy reclama que sea execrado del deporte gringo; pero al mismo tiempo genera decepción en el sector (menos ruidoso que el rencoroso anticastrismo) integrado por quienes defendemos el pleno ejercicio de  las libertades políticas sin retaliación ni pases de factura.

Este caso demuestra que es ingenuo creer que en la industria capitalista del deporte, alguien pueda opinar distinto a lo impuesto por los propietarios y gerentes del negocio, pues como lo expresaron Marx y Engels en su célebre Manifiesto: (el capitalismo) “convirtió en sus servidores asalariados al médico, al jurista, al poeta, al sacerdote, al hombre de ciencia”. De allí que en este contexto, haya sido improbable esperar del acusado un acto heroico de resistencia frente a la presión de los jerarcas imperiales. 

El siglo XXI necesita otro Muhammad Ali, personaje que sacrificó todos sus privilegios como campeón mundial de boxeo por negarse a participar en la Guerra de Viet Nam. En efecto, su pacifismo y rechazo al belicismo yanqui han sido hasta ahora un admirable ejemplo de dignidad dentro y fuera del deporte.