se hace camino al andar

se hace camino al andar

02 enero, 2020

Sobreviví a Lorena Bobbitt



Jesús Silva

Lorena Bobbitt es una de las mujeres más famosas del mundo. Decir su nombre hace que un hombre en cualquier país se tape inmediatamente más abajo del ombligo recordando a la esposa que le cortó el pene a su marido y a la que jamás metieron presa. Esto sucedió un 23 de junio de 1993 en EEUU. Un día como ese pero en 2019 sufrí un atentado similar y en diciembre del mismo año se hizo viral en Twitter un video con la frase: "Retiro denuncia si no te divorcias" donde la mujer chantajea al esposo con una denuncia falsa.

El 23 de junio debe ser declarado día internacional de los hombres víctimas de mujeres violentas y mitómanas. La Lorena original fue perdonada por un tribunal porque declaró que su esposo la maltrataba y que ella actuó en "defensa propia". Sin embargo, esta agresora confesó que le practicó la poda a su marido mientras dormía, es decir, no se defendió de un ataque sino que obró con ventaja contra un ser indefenso.

El tribunal consideró que Lorena procedió con un "rencor legítimo" creado por presuntos abusos anteriores. Pero ¿Y si Lorena mintió? ¿Dónde queda la presunción de inocencia? Peligrosamente la opinión pública influyó en este caso. Esto puede pasar en cualquier país, más ahora con redes sociales creando noticias falsas que se repiten millones de veces.

Se impuso una matriz de opinión: Lorena es la víctima y John Bobbitt, el marido cuyo órgano fue cortado, es el agresor, el misógino, el maltratador, y por lo tanto quedó bien "capado". Poco valió el proceso penal y la sentencia fue la crónica de una muerte anunciada. Un juicio penal objetivo habría condenado a Lorena por uxoricidio (asesinato del cónyuge) en grado de frustración, sin causa de justificación por un maltrató que no se comprobó.

¿Qué etiquetas o tendencias de Twitter se habrían generado si un caso como el de Bobbitt ocurriera hoy? Quizás: "gran tuitazo a favor del tijerazo", "feministas con Lorena Bobbitt", "John Bobbitt maltratador", "cárcel para el mocho John", etc.

No pretendo ser abogado de John pero nadie sabe si alguna vez maltrató a su mujer. Nunca existieron testigos presenciales ni referenciales que señalaran violencia doméstica a pesar de varios años matrimonio. Asimismo, las declaraciones de Lorena fueron contradictorias y su estado psicológico era dudoso.

Cuando un hecho no puede ser atribuido a un investigado, se debe decretar el sobreseimiento. Más aun si no existe posibilidad razonable de que surjan nuevos elementos para imputar.

Lorena Bobbit puede existir en cualquier mujer violenta y mitómana del universo, no sólo se atreve a cortar el miembro de su esposo inocente por perversos motivos, también puede calumniar para cortar su libertad, su patria potestad sobre los hijos, su reputación, su exitosa carrera profesional o su vida pública.                                                                                                                                                                   
Conocí a una Lorena Bobbitt. Una persona a la que aprecio y para la que deseo que el Estado provea tratamiento psiquiátrico porque lo necesita. Su esposo fue amoroso y jamás la maltrató. Él le dio todo lo espiritual y material que haría feliz a una mujer. No haré inventario de casas, carros, viajes al exterior, cirugías plásticas, estudios universitarios, etc. Ella me dijo que si su marido se divorciaba, ella lo mataría, que con su familia de policías opositores lo metería preso, que pactaría con todos los enemigos políticos de él para hundirlo, que estaría "dispuesta a todo" para destruirlo, incluyendo una denuncia falsa, calumnia y simulación de hecho punible ante autoridades y que iría a todos los medios de comunicación para difamarlo ante la opinión pública.

Creo que a John Bobbit le faltó grabar a Lorena extorsionándolo: "John, si no te divorcias, no te capo". Su historia terminó de otro modo: capado y perdonado por el juez, quien quizás pensó: "ya la mujer lo castró, dejemos libre a ese pobre mocho". Un injerto y una carrera mediocre en el cine porno fueron la continuación de su desgraciada vida. Otros sobrevivimos a Lorena Bobbit.