Jesús Silva R.
Los revolucionarios puertorriqueños proponen el “independentismo”, un sueño que cerca ha estado de lograrse por vía de referéndum. Venezuela apoya esta digna causa al promover el ingreso de Puerto Rico a Celac y Petrocaribe, aunque EEUU se oponga.
Por ahora, Puerto Rico sigue bajo dominio del Imperialismo Yanqui, lo cual abarca su sistema electoral; de allí las dudas sobre consultas ciudadanas efectuadas para que los borinqueños (puertorriqueños) opinen sobre el futuro de su isla.
Los conservadores proponen la “estadidad” que significa en agregar a Puerto Rico como entidad territorial de los EEUU, algo que en la práctica ya sucede; solo el nombre de Estado Libre Asociado y su ficticio gobierno local serían eliminados, para luego abrirle paso a un estatus regional como Florida o cualquier otro de los cincuenta estados integrantes del Imperio.
Cabe preguntarse qué pasaría si la propuesta independentista ganara el referéndum. Si combatientes que impulsaron esta idea como Filiberto Ojeda fueron difamados y más tarde asesinados por la CIA, quizás Washington jamás respete el derecho de Puerto Rico a ser un país completamente libre.
Por ahora sigue vigente el Estado Libre Asociado creado en 1952, sin independencia, ni derecho a una economía propia ni a política exterior. Desde 1917, el Congreso de EEUU dictó la Ley Jones y otorgó a los puertorriqueños la ciudadanía estadounidense. Pero esta no produce derechos, solo obligación de obediencia al poder ejecutivo, legislativo y judicial del país gringo sin posibilidad de elegir a tales “autoridades”.