Por: Jesús Silva R.
El llamado del presidente Chávez a activar la campaña por la enmienda constitucional es un acto político de inmensa trascendencia en defensa de la revolución socialista luego de la importante victoria lograda en las recientes elecciones regionales y no cabe duda que el poderoso liderazgo del comandante ha sido ratificado una vez más mediante un contundente respaldo popular. Sin embargo, aunque ha quedado reafirmado que los bolivarianos somos mayoría, no podemos obviar desde una perspectiva autocritica que hemos cedido importantes espacios de poder a la burguesía y ello nos obliga a la formulación de una sólida respuesta revolucionaria. Con certeza, la propuesta de reelección presidencial golpea a las fuerzas antisocialistas y les demuestra que la mayoría del pueblo venezolano apoya la continuidad de Chávez porque entiende que su liderazgo histórico es garantía de la unidad revolucionaria y el motor indispensable para la profundización del proceso bolivariano.
Hoy más que nunca cuando los nuevos gobernadores antichavistas han desplegado una campaña de intimidación, hostilidad y agresiones contra el pueblo, sus misiones y sus espacios políticos, se evidencia (tal como lo habíamos advertido con anterioridad al 23 de noviembre) que estos personajes fascistas están muy lejos de comprometerse con las normas de convivencia democrática establecidas por la Constitución que les permitió acceder a sus cargos y que por el contrario vuelven al ataque por la misma senda de la conspiración, el sabotaje y el golpismo.
Ante tales hechos, la revolución contesta con un acto legítimo de poderío político, fundamentado en el principio supremo y universal de la soberanía popular como lo es la propuesta de reelección presidencial continua y con ella que sin más demoras se efectúe una consulta electoral para que el pueblo decida soberanamente sobre su destino: Proseguir el rumbo de total independencia frente a las potencias extranjeras (el Antiimperialismo) y liquidar la explotación del hombre por el hombre, es decir el Socialismo.
Para defender las grandes conquistas sociales alcanzadas en estos últimos diez años, para sostener el gobierno popular que ha rescatado la riqueza nacional y que la distribuye en el marco de la justicia social, por la vigencia plena de los derechos humanos, por la igualdad entre la mujer y el hombre, por la reivindicación de los obreros, los campesinos, los estudiantes, los artesanos y los comerciantes informales, por un modelo económico inclusivo basado en la propiedad social de los medios de producción, por una América Latina antiimperialista y para nunca más volver al pasado infausto en que fuimos sometidos a la dictadura de burguesías al servicio del Imperio Yanqui: Nuestro pueblo reafirmará mediante su enmienda revolucionaria que Hugo Chávez no se irá.
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