Jesús
Silva R.
Esta semana, siendo entrevistado
en Venezolana de Televisión (VTV Canal 8) lancé una justificada advertencia de
que el problema actual no es meramente jurídico sino también político (video)
http://youtu.be/oFA218M6JM0
Que si bien el retorno del
Presidente Chávez a Venezuela (continuación de su convalecencia post operatoria
en el Hospital Militar) marca la derrota definitiva de interpretaciones
leguleyas sobre su falta absoluta, el oposicionismo no va a rendirse en su
campaña de psicoterror con el tema de la complicada salud del líder.
La llegada del Comandante Chávez
al Hospital Militar de Caracas cierra un ciclo de su fase de recuperación y al
mismo tiempo abre un ciclo nuevo que no es puramente clínico sino también
mediático y político dentro de la sociedad venezolana.
Si antes los ataques de la alta
dirigencia oposicionista se enfocaron en la permanencia de Chávez en Cuba,
ahora arremeten ferozmente contra su persona apoyándose en lo que la
ultraderecha venezolana denomina: "la invisibilidad del Presidente".
La guerra psicológica del
antichavismo es supremamente clara, destruir cualquier rastro de esperanza en
el pueblo venezolano respecto a una posible recuperación del Primer Mandatario
Venezolano, sin permitir más tiempo de espera.
Mediante ello se procura
desmoralizar a la mayoría popular chavista que predomina en nuestra patria y
preparar el escenario de elecciones presidenciales adelantadas para este mismo
año, con un oposicionismo anímicamente engrandecido por el odio, y un Chavismo
deprimido por la tragedia.
Entonces, actualmente el panorama
político venezolano pende del hilo de la evolución médica del Presidente
(factor extra político). Seguramente la alta dirigencia revolucionaria para
este momento ha diagnosticado lo inconveniente de esa frágil situación y se
prepara a anunciar una "hoja de ruta" para que el pueblo chavista
pase de la actual postura defensiva y expectante a una nueva postura ofensiva
en el contexto ideopolítico y también electoral, con valiente interpretación y
alistamiento para todos los escenarios posibles, e inclusive los más
indeseables pero indiscutiblemente factibles.
Las palabras del Presidente antes
de partir a Cuba, aquel 9 de diciembre de 2012 nos indican los pasos a seguir y
deben recordarnos que el Chavismo ya es doctrina, es una cultura, es mayoría
popular y democrática, en consecuencia debe ejercer su papel proactivo frente a
los nuevos desafíos que le plantea la historia revolucionaria. Administrar
correctamente el tiempo será el factor decisivo.
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