Jesús Silva R.
En una semana este artículo estará obsoleto porque la carne estará más cara. Yo no niego que existe el imperialismo, la oligarquía, la oposición apátrida, la guerra económica, el bloqueo financiero, las sanciones económicas gringas, el acaparamiento, la especulación, la escasez inducida, el narcogobierno de Colombia que nos odia, la España de Rajoy que nos difama, el Miami rabioso que pide más acorralamiento y todos los demás enemigos internos y externos, totales y parciales, directos e indirectos que tiene Venezuela. Mi sólida formación marxista me permite ver la "fotografía completa" del panorama nacional e internacional. Demás está ratificar mi lealtad absoluta a la Revolución Bolivariana y mi militancia en el PSUV como único partido de la clase trabajadora y popular en Venezuela. Creo en Nicolás Maduro, creo en la Asamblea Constituyente, creo en el legado de Hugo Chávez.
Pero... que broma que siempre existe un pero, yo lo que pido humildemente es que luchemos juntos contra esos enemigos y los derrotemos o que por lo menos logremos tener calidad de vida a pesar de que ellos sigan existiendo y nos sigan atacando porque enemigos y guerras siempre aparecerán. Lo que pido como chavista de a pie (que no ocupo ni deseo ocupar ningún cargo, y que vivo exclusivamente de mi trabajo personal), es que gobierno y oposición, así como sector público y sector privado, dialoguen y se pongan de acuerdo para generar condiciones que permitan estabilizar la economía para que el pueblo venezolano pueda comprar bienes esenciales (alimentos y medicinas) a precios "pagables" y sobrevivir. (tal vez pido inocentemente pues siempre los "malos" manipulan la economía con fines políticos y es el pueblo indefenso el que sufre).
Hay cientos de ejemplos, pero me permito mencionar uno emblemático. Entiéndase que es un crimen que el kilo de carne en Caracas cueste Bs 300 mil o más en el mes de enero de 2018 pues esto significa que comprando 3 kilos de carne se gasta un salario mínimo. ¿Puede así sobrevivir dignamente un venezolano? ¿Podrá así sobrevivir humanamente una familia? Ningún gobierno desea que su pueblo pase hambre y es evidente que esta crisis nace del interés de quienes pretenden derrocarlo, pues la desnutrición estimula el malestar social y de allí el siguiente paso es el estallido, a eso apuestan empresarios privados opositores que juegan con la comida del pueblo para que éste reaccione contra el gobierno.
En esencia, de lo que se trata es de advertir que más allá de los aumentos de sueldo decretados por nuestro querido gobierno revolucionario para ayudar a la clase trabajadora venezolana, hay una economía agresiva que funciona por cuenta propia y que aumenta precios diariamente, razón por la cual mientras los sueldos crecen a velocidad de bicicleta, los precios suben a velocidad de relámpago. El punto es la destrucción del poder adquisitivo del ciudadano, dicho de otro modo, cada mes que pasa tenemos capacidad económica para menos kilos de carne. Si en enero compro tres kilos de carne, en febrero sólo podré comprar dos o tal vez uno.
En los estados llaneros, el kilo de carne del ganado en pie vale en esta fecha Bs 70 mil, aquí no se puede culpar al dólar paralelo exclusivamente pues hablamos de producción, procesamiento y distribución totalmente desarrollada en territorio venezolano. Es al productor agropecuario, al hombre campesino que cría su vaquita en Guárico o en Apure al que lo están robando, y son los dueños de mataderos, los propietarios de cadenas de transporte y de supermercados los que especulan y venden el kilo de carne a Bs 300 mil o más. El musiú de la pequeña carnicería también "pica" en el abuso y aplica sobreprecio.
Urge combinar acciones de una política de Estado, esto incluye: dialogar, vigilar, sancionar, para que los vendedores de carne dejen de robar al pueblo, para que se vuelva al respeto y exista un precio máximo de venta al público acordado entre empresarios del ramo y el gobierno. Respetando ganancias empresariales pero sin abusar del consumidor. De lo contrario seguiremos en esta locura económica, esta anarquía donde todos desprecian las normas y se vive en un territorio de caníbales en el cual el grande aplasta al pequeño y sálvese quien pueda pues no hay nadie que pueda restituir el Estado de Derecho violentado. A ese escenario nos están llevando todos los enemigos que yo menciono en el primer párrafo de esta reflexión autocrítica y constructiva. En definitiva, es responsabilidad de la Revolución Bolivariana (Gobierno y pueblo) impedir que se expanda el caos. Actuemos ya.
Como profesor de la UCV he impartido la materia "seguridad alimentaria" y dice el artículo 305 de la Constitución Bolivariana:
"El Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población; entendida como la disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente a éstos por parte del público consumidor. La seguridad alimentaria se alcanzará desarrollando y privilegiando la producción agropecuaria interna, entendiéndose como tal la proveniente de las actividades agrícola, pecuaria, pesquera y acuícola. La producción de alimentos es de interés nacional y fundamental para el desarrollo económico y social de la Nación. A tales fines, el Estado dictará las medidas de orden financiero, comercial, transferencia tecnológica, tenencia de la tierra, infraestructura, capacitación de mano de obra y otras que fueren necesarias para alcanzar niveles estratégicos de autoabastecimiento. Además, promoverá las acciones en el marco de la economía nacional e internacional para compensar las desventajas propias de la actividad agrícola. El Estado protegerá los asentamientos y comunidades de pescadores o pescadoras artesanales, así como sus caladeros de pesca en aguas continentales y los próximos a la línea de costa definidos en la ley".