Por: Jesús Silva R.
Lo quisimos y
admiramos porque fue intérprete de extraordinarias obras de la salsa sinfónica
como Gitana, Usted abusó, Qué será, Me da pena preguntarte, entre otras más;
pero ha sido autor de un repulsivo mensaje en Twitter: “Dios bendiga a Venezuela
que tiene ahora dos Presidentes… uno maduro y el otro podrido”.
Desgraciadamente este hijo de puertorriqueños ha cometido un acto de ofensa
grave contra el pueblo venezolano que soberanamente se ha dado un presidente en
elecciones libres y democráticas con más de ocho millones de votos y ochenta
por ciento de participación el pasado 7 de octubre.
El proceso
político venezolano y la dignidad humana de su máximo representante merecen
absoluto respeto del mundo entero del mismo modo como nosotros respetamos a
otros pueblos. Se puede disentir públicamente del gobierno de cualquier país
del mundo, pero hacer ironías sobre la situación de enfermedad de un ser
humano, incluyendo un presidente democráticamente electo, expresa un
sentimiento de miseria ética y espiritual que contradicen la más elemental
vocación humana.
Este
neoyorquino de nacimiento, gozaba en los años 70 y 80 del siglo pasado, de una
reputación de artista rebelde contra la discriminación que el Estado Gringo
aplica a los latinoamericanos que viven legal e ilegalmente en ese país. Él y
Rubén Blades simbolizaban la vida exitosa de hispanoamericanos que superaron su
origen pobre, que a pesar de la segregación racial y las pocas oportunidades,
obtuvieron la consagración artística a través del esfuerzo, la perseverancia y el
trabajo duro.
Tristemente a
medida que ha decaído su venta de discos, Colón también ha sufrido el derrumbe
de aquella imagen y ahora en una fase decadente de su producción musical es
colaborador de los sectores más atrasados de la política de Puerto Rico, esos
que quieren que siga siendo una Isla esclavizada por EEUU, sin independencia ni
democracia propia, siempre a las órdenes de sus colonos yanquis quienes tienen en
Willie Colón a una de sus más graciosas mascotas.
El sufrido
Estado Libre Asociado de Puerto Rico (colonia gringa del siglo XXI) resiste con
una mayoría popular anticolonialista a los ultrajes de Washington, a sus
criminales experimentos nucleares en la Isla de Vieques que afectan a niños,
mujeres, y hombres boricuas con su mortal radioactividad.
No está a la altura
el señor Colón, de los dignos hijos de esa isla que se oponen a la dominación.
Lastimosamente Colón ignora la realidad política de su país, obviamente también
la situación venezolana. Opina barbaridades para entretener a la industria
gringa que le paga. Cayó muy bajo el tío Willie.
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