Por:
Jesús Silva R.
A falta de poco más de un mes para el
evento electoral presidencial, el panorama oposicionista se muestra enrarecido
debido a una actividad proselitista marcada por la desunión de los principales
factores partidistas que manifiestan adhesión a la candidatura de Henrique
Capriles Radonski. Tal es el caso de la histórica organización Acción
Democrática, cuyo peso electoral no debe ser menospreciado por sus niveles de
experiencia y organización, más que sin embargo ha desarrollado un modesto
papel a lo largo de esta campaña electoral.
Es así que con posterioridad a las
elecciones primarias y la asunción de Capriles como el abanderado de la
alternativa oposicionista, los adecos se han dedicado a la tarea de instalar
frentes paralelos que operan al margen del llamado Comando Venezuela, vale
decir, formal plataforma electoral del candidato que rivaliza con el actual
Presidente, Hugo Chávez.
En efecto, Henry Ramos Allup, en su carácter de
secretario general de AD y diputado al Parlamento Latinoamericano, pareciera
desarrollar una agenda política más exhaustiva en el exterior de Venezuela que
adentro de nuestro país; ya que mientras por una parte, el comando de adecos
con Capriles ha tenido escasa notoriedad mediática, llama la atención la
reciente designación de Ramos en una importante instancia como lo es la
Internacional Socialista.
Ante la diatriba respecto a la
selección de las delegaciones que brindarían acompañamiento al CNE durante la
jornada comicial del 7 de octubre, reviste especial relevancia que en una
instancia política internacional, sea precisamente este veterano dirigente
oposicionista, quien haya sido escogido para el cargo de vicepresidente.
Nótese
que convergen en la Internacional Socialista, dirigentes influyentes del
llamado progresismo reformista (considerablemente diferenciados de corrientes
abiertamente neoliberales), tales como su presidente, el griego George
Papandreu, el chileno Luis Ayala (secretario general) y el español Alfredo
Pérez Rubalcaba (PSOE) quien se desempeña como uno de los vicepresidentes.
Basados en una visión científica de la
política y el lobby internacional, urge promover canales de diálogo diplomático
con esta y otras organizaciones internacionales, en aras de fortalecer el
prestigio de las instituciones de la democracia venezolana de cara al escenario
electoral, así como procurar extender el campo de las alianzas tácticas o
circunstanciales (incluso con individualidades) que pudieran expresar
solidaridad hacia el proceso social vigente en Venezuela.
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