25 agosto, 2020

FACHA, Frente Amplio de CHavistas Aplastados

Jesús Silva R.

Un nuevo instrumento político que organizará a millones de chavistas descontentos que por su propia boca han dicho que fueron aplastados en su vida política, partidista, laboral o mediática, por orden de un poder burocrático que no los comprendió, que se suponía que debía guiarlos paternalmente y políticamente en vez de aplastarlos injustamente y sin debido proceso. 

Se llama el FACHA, Frente Amplio de CHavistas Aplastados. La primera propuesta con el FACHA es decretar una amnistía a favor de todos los revolucionarios que han sido golpeados políticamente o legalmente con actos descabellados y agresivos como simulación de hecho punible, condena sin juicio, incitación al odio, difamación, acusación de ser agente de la CIA, presunta judicialización de la política, veto mediático, sectarismo partidista y otros procedimientos perversos que han sido denunciados en años recientes.

No detallaré el caso de quien suscribe, pues un Puente Llaguno (falso positivo en Twitter) le fue montado mediáticamente hace 2 años para sacarlo de la TV y marginarlo de la política. Aunque lo denunciado en su contra nunca ha sido comprobado legalmente porque nunca aconteció, un falso testimonio se usa aún políticamente como excusa para difamar e incitar al odio a escala nacional y más allá.

Ese caso marcó una nueva era en Venezuela y desde entonces no han parado de rodar cabezas de figuras chavistas, sean televisivas (Walter Martínez, Pérez Pirela, Cabeza de Mango, etc), partidistas (PPT, Tupamaros, etc), ex altos funcionarios del gobierno de Chávez y del gobierno del propio Maduro en sus inicios, etc. Todos estos personajes tienen algo en común, alegan haber sido aplastados por mentiras, complots y montajes de una derecha endógena que tiene poder político letal o de un burocratismo triturador y soberbio que es aplastador de camaradas mediante aparatos de poder mediático, económico, político, institucional, etc.

Por ego o por circunstancias extrañas de la vida, esta larga lista de chavistas aplastados no se unen; peor aún, cuando aplastan a aquel, el otro calla, sin embargo cuando él aplastamiento se sufre en carne propia (tun tun), entonces se grita exigiendo solidaridad y pronunciamientos públicos que nunca llegan.

La máquina de aplastamiento se ve favorecida por la dispersión y desunión de los aplastados. En este contexto la Alternativa Popular Revolucionaria (APR) insurge como una plataforma electoral que aspira reunir a muchos aplastados pero parece no ser más que eso, un instrumento electoral de cara a las elecciones parlamentarias. Y no será nada distinto hasta que no discuta abiertamente quién es el aplastador y cómo resolver constructivamente su equivocada conducta.

Una trompada judicial, una más, podría mandar a la APR al cementerio político y dejarla sin ninguna tarjeta electoral, con lo cual fallecería totalmente este polémico experimento electoral. Es entonces cuando adquiere mayor sentido lo que a continuación se propone, es decir el FACHA.

El Frente Amplio de Chavistas Aplastados, identificado por sus vistosas siglas FACHA, no aspira ser una alianza de partidos que le robe votos al PSUV,  tampoco pretende ganar espacio en televisión pública o privada donde el PSUV goza de hegemonía, ni tiene intenciones de lanzar tuitazos para menoscabar la reputación del partido de gobierno ni de sus dirigentes o funcionarios cuestionados.

El FACHA, aunque sus siglas generen una apariencia de ser algo malo o mordaz, es el más hermoso y sublime intento de salvar a la revolución bolivariana y al legado de Chávez porque no odia ni guarda rencor contra burócratas rojos que se la pasan aplastando a camaradas. El FACHA más bien propone un amplio debate constructivo, revolucionario y de espíritu unitario para mejorar relaciones entre bases y dirigentes del movimiento chavista. El FACHA pide ajustar el sueldo mínimo mensual al estándar internacional de los derechos humanos según la ONU, o sea, $1,90.

Habrá quien diga que tal discusión no debe darse en vísperas de la elección parlamentaria a fin de no dividir ni confundir a la militancia chavista pero yo creo que es todo lo contrario, la implementación del FACHA es urgente porque grandes masas de chavistas ya están enojados con sus dirigentes de todo nivel y con políticas gubernamentales controversiales como el salario mínimo mensual más bajo del mundo o la falla de los servicios públicos (agua, luz, gasolina, medicinas, etc).

El FACHA no es egocéntrico, no es academicista, no hace alarde de doctorado, no es divisionista, ni golpista, ni pitiyanqui, ni aspira la presidencia del país, ni busca tener gobernadores ni ministros. El FACHA no pone en duda que PSUV y gobierno de Maduro son los legítimos líderes de Venezuela y representan hoy una estructura de poder supremo e invencible, la más potente de la historia de Venezuela, dicho de otro modo, es decir, no hay que darle escarmiento al FACHA pues este frente sólo se propone defender el derecho a existir de los Chavistas Aplastados, pues renunciar a la vida no es una opción válida desde la óptica de los derechos humanos.

Recuérdese el cuento del gato encerrado en un cuarto oscuro, al cual le bloquean puertas y ventanas, y un malvado empieza a darle correazos. Allí el felino tiene dos opciones, dejarse matar o luchar por la vida convirtiéndose en tigre y sacarle los ojos a su verdugo. Porque todo se resume en una guerra de "tu vida o la mía".

El FACHA no quiere verse en el cuento del gato, no planea dejar tuerta a su impoluta, gloriosa, épica y fantástica dirigencia política. Más bien busca el arreglo democrático, la solución dialogante y la paz social para impulsar la reconstrucción de Venezuela en todas sus áreas. Ello exige el empuje de un chavismo reunificado y democrático a lo interno. 

Dicho esto, el gran debate de los revolucionarios libres no puede ni debe esperar más, la patria lo necesita. Vamos todos con el FACHA y evitemos más aplastamientos. Viva Hugo Chávez, Viva la Revolución Bolivariana. Leales siempre, Traidores nunca. De la revolución no nos saca nadie. 

No faltará quien diga que no existe campaña de aplastamiento, que lo aquí expuesto es obra de la alucinación o paranoia del escritor, pero forzoso es advertir que así opinaban muchos hasta que les cayó la supraconstitucional máquina aplastadora. El que tenga ojos que vea. El FACHA espantará a fchos y enchufados que visten camisa roja.

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