22 abril, 2013

Carta abierta a Andreína Tarazón, nueva Ministra de la Mujer




Jesús Silva R.

Apreciada Andreína Tarazón, tus 25 años te dan la posibilidad de intentar nuevas cosas que hasta ahora no se han intentado en función de promover la igualdad de género en Venezuela, lo primero es no repetir el mal ejemplo de muchos hombres, no todos, que convertimos un espacio de poder en nuestro propio patio y terminamos dividiendo la lucha en parcelas y micro parcelas defendidas por caudillos.

En el caso de las mujeres, nunca más deberá repetirse esa situación de guerra interna que hunde al feminismo en el atraso machista, como por ejemplo la jefa del ministerio se enfrenta a la jefa del banco, la presidenta de la comisión parlamentaria de la mujer combate contra la titular del instituto de la mujer. Entonces se forman las corrientes, no sé si verdaderas o imaginarias, pero la gente dice que si la de María, la de Marelis, la de Nora, la de Nancy, la de aquella y la de la otra. Mujeres y hombres feministas queremos una sola corriente, la corriente de Chávez, la de Nicolás, que es la del pueblo y la Patria. 

Yo sé que por tus pocos años de vida, mucha gente se va a equivocar contigo (a mí con 33 años me ha pasado igual en mi peregrinaje), harán lo posible por arrastrarte hacia su corriente, y seguramente intenten rodearte las mini corrientes que también existen, como las que se auto designan voceras de las mujeres afrodescendientes o tal vez de las mujeres aborígenes. Para la política eres joven, pero no eres nueva, confío en que no te dejarás absorber.

Cuídate también de las jefas de muchas ONG que aspiran desde hace tiempo reemplazarte, no se trata de que cuides tu puesto, sino de que frenes las ambiciones personalistas de damas que piensan como hombres machistas, si hubiera unidad verdadera en el movimiento socialista feminista venezolano, existiría un solo frente nacional feminista y no este archipiélago de islitas e islotes donde cada pequeño colectivo lucha por encaramarse en la cresta de la ola y de congreso a congreso se muerden unas con otras.

Quienes me conocen, saben que no soy un paracaidista, he trabajado transitoriamente con varias figuras del feminismo venezolano, saben de mi naturaleza franca y frontal, me saben marxista, insumiso y libre pensador. A todas ellas las respeto y valoro sus grandes aportes, pero nadie me dirá que la unidad en el feminismo venezolano es satisfactoria porque eso sería hacer demagogia.

Tú tienes, Andreína, la posibilidad de inaugurar una nueva etapa, de moderar los egos del pasado, de masificar el feminismo en la conciencia de los jóvenes varones, para que  cuando un hombre se declare abiertamente feminista no sea acusado de homosexual, puritano o extravagante, sino que nuestro pueblo en su totalidad sepa que el feminismo es una doctrina que propone la igualdad y que no está condicionada a nacer mujer. No todo quien tiene un falo es machista, ni toda la que tiene vulva es feminista.

Ofrezco disculpas si mi franqueza irrita y si la misma motiva a que me apliquen represalias, en ese tipo de injusticias estoy más que curtido, se trata del lado oscuro (negro) del feminismo burocrático y cupular, algo que está muy lejos del pueblo de a pie. Pero yo tengo mucha fe, Andreína, que tú no te pasarás al lado oscuro de la fuerza aunque muchos y muchas militantes de poca disciplina y desprendimiento se pasearán por tu despacho.

Escribo sin pretensión de cargo alguno y con ello me ahorro que me lancen piedras queriendo silenciarme con infamias, aunque varias veces coincidimos en el Cuartel San Carlos en reuniones del PSUV, dudo que recuerdes mi cara, sin embargo, antes de que mis detractores y detractoras construyan una nueva versión terrorífica de este modesto rebelde que te escribe, prefiero remitirte a unos breves materiales de literatura feminista que pertenecen a mi autoría: http://goo.gl/4xHZ8

Abogado feminista. Ex asesor político de la Ministra de la mujer (2008). Ex asesor jurídico de la Comisión de mujer familia y juventud (2010). Chavista y psuvista.

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