La Ciencia de Unir y Dividir Para Ejercer el Poder...
Nuestra ideología revolucionaria defiende la idea de que solo las mayorías pueden impulsar las grandes transformaciones sociales, al mismo tiempo que no ignora que durante buena parte de la historia han sido las clases minoritarias quienes han dominado el mundo y explotado al resto de la humanidad. Esclavistas, señores feudales al igual que los despiadados capitalistas actuales han organizado sociedades basadas en el robo de las riquezas generadas por el trabajo de otros. Solo contadas revoluciones de rango excepcional han alcanzado, cada una en su tiempo y medida, dar respuestas parciales al ancestral clamor de los pueblos por hacer de la justicia social una realidad absoluta y duradera.
Observando el listado universal de esas minorías todopoderosas que ejercen su dictadura sobre naciones y continentes enteros, nos resulta prioritario referirnos a ese sector que en siglas inglesas se le conoce como "WASP" (White, Anglo-Saxon and Protestant). Dícese del minúsculo grupo "Blanco, Anglo-Sajón y Protestante" que hasta la presente fecha reina en los EEUU (independientemente de la coloración facial del presidente) y que surge a inicios del siglo XX arremetiendo brutalmente contra las etnias, nacionalidades y religiones ajenas a su estirpe. La filosofía de los WASP se fundamenta en el más rancio conservadurismo social expresado en una multiplicidad de antivalores tradicionales como furibundo anticomunismo, radicalismo religioso, racismo y esquema patriarcal.
Interesante es precisar los elementos que posibilitan que una secta sea capaz de controlar durante un siglo a una nación policlasista, multicultural y etnodiversa que ocupa tan protagónico lugar en la escena geopolítica, habida cuenta que las características que la identifican no son las más afines con la mayor parte de la sociedad donde coexiste. Es justamente la exitosa imposición de la ideología WASP (adoctrinamiento moral) sobre el gran conglomerado social lo que oxigena y fortalece a este imperio, ciertamente la historia evidencia que las minorías logran gobernar sobre las mayorías cuando logran dividirlas en el ámbito de sus intereses comunes; de allí que impidan la unificación de los excluidos en un solo bloque Anti WASP y promuevan su debilitamiento mediante la conformación de una variedad de movimientos sociales con agendas de lucha separadas.
Sería arduo inventariar toda la gama de organizaciones que subsisten en EEUU actuando en subdivisiones que permanecen desvinculadas las unas de las otras. Quizá pudiésemos destacar el movimiento racial: Negros, latinos, asiáticos. El religioso: Musulmanes, hinduistas, budistas, ateos, entre otros. El sindical: Federaciones y corrientes orientadas por tendencias divergentes. El de género: Frentes con ideologías feministas antagónicas; etc. A todas luces, el régimen político yankee sería radicalmente transformado si todos esos actores segregados priorizaran los fundamentos que deben unificarlos alrededor de un solo instrumento de acción política (un partido, plataforma o coalición).
Es precisamente la condición de explotados la verdad científica y objetiva que tiene que integrarlos por encima de cualquier otro aspecto y que demanda de ellos una elevada conciencia clasista para ejercer una política revolucionaria que permita sumar y no restar al servicio la liberación social. Necesario es concluir que mientras los explotados insisten en dividirse, incuestionablemente por falta de visión histórica, los explotadores perpetúan su dominio porque saben unir donde tienen que hacerlo y saben dividir donde mejor les conviene.
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si los pueblos (las clases trabajadoras, activistas, etc.) hicieran lo que tu dices, "dejar de dividirse", otro mundo ya existiria.
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