24 enero, 2020

Solicitamos nueva Constitución en 2020

Jesús Silva R.

Karl Marx, influyente filósofo de nuestra cosmovisión, dijo que el Estado era "la violencia organizada de la clase dominante". Simón Bolívar, figura no menos significativa en nuestro pensamiento, planteó la inconveniencia del poder absoluto porque éste corrompe absolutamente. Partiendo de estos dos grandes personajes podemos afirmar que un Estado todopoderoso se traduce en la muerte de la democracia, es decir la imposibilidad de un gobierno del pueblo porque quien lleva el timón del Estado es el gobierno (un cónclave).

Demócratas hay en la izquierda y la derecha, ninguno puede convalidar un Estado con poder ilimitado porque aunque este se encuentre administrado por impolutos apóstoles, la sola ausencia de normas que lo aplaquen, promueve inevitablemente el abuso de los funcionarios frente a los ciudadanos no investidos de autoridad pública. 

La Constitución existe principalmente para sujetar a los burócratas, ellos representan al pueblo pero no son el pueblo y la única garantía de que la clase burocrática actúe al servicio de la totalidad de los ciudadanos es una Carta Magna que regule al poder funcionarial. 

Defendemos la Constitución, no como un fetiche u objeto de retórica, sino como la herramienta para intentar igualar en derechos a gobernantes y gobernados. Esto nunca ha sido logrado en ningún país del mundo totalmente, pero es un sueño al que hay que aproximarse y se llama Estado de Derecho. 

El desafío de la sociedad democrática es generar todo tipo de presión para que los poderosos violadores de la Constitución, no puedan mantener sus abusos. Las armas para enfrentar a la tiranía son la opinión pública, la educación, la asociación de los ciudadanos, el ejercicio vigoroso de la libertad de expresión, la participación, la denuncia, la invocación de las normas constitucionales y legales. 

Los pobres, los trabajadores, los no "enchufados" no estamos en la posición material de ser violadores de la Constitución, sobra poder que nos atropelle y en pocas palabras, no tenemos instrumento de fuerza para imponer nada. 

Venezuela tiene una Constitución libertaria, ella es el vehículo para hacer valer la democracia, que en la práctica significa que los que tienen el poder del Estado respeten a quienes no lo tenemos. La vía constitucional es la ruta pacífica para propiciar la felicidad de los pueblos y minimizar injusticias. Si repetidamente se viola o manipula la Constitución, se generan condiciones para que la masa busque su libertad y dignidad por vías no constitucionales, es decir, la violencia (tarde o temprano). 

Hugo Chávez hizo un gran aporte constitucional al país, ni sus enemigos pueden negar que la Asamblea Constituyente de 1999 fue elegida libremente y que la mayoría popular compró la oferta electoral del comandante. Pensemos en los principios y valores chavistas originales ante los retos actuales que vive nuestra aporreada democracia. 

Aquella Constituyente duró 6 meses, se autodisolvió y dio paso a un referendo de aprobación de nueva Carta Magna y acto seguido, elecciones generales para la renovación de los cinco poderes públicos. Chávez fue un demócrata y lo acompañaron los votos, se contó y ganó montones de veces en elecciones. 

Teniendo un año de electo presidente, Chávez aceptó ir nuevamente a elección presidencial porque la Constituyente así lo decidió. Hoy el poder constituyente tiene la oportunidad de dar un paso que emule la gesta de 1999, tenemos la certeza de que ello desmontaría el bloqueo de EEUU y sus aliados. 

A su vez, se requiere que el proyecto de nueva Constitución sea liberal y democrático, es decir, sin camisas ideológicas ni privilegios para unos, ni discriminación para otros. Defender la Constitución es impulsar inclusión social y convivencia.

06 enero, 2020

No metan preso a Guaidó

Resultado de imagen para juan guaido rejaJesús Silva R.

Existe una crisis del poder legislativo que requiere una solución política antes que una acción jurídica penal. Hay una directiva de la Asamblea Nacional encabezada por el diputado Luis Parra y otra por el opositor Juan Guaidó. 

Ambas son políticamente controversiales y dificultan el nombramiento armónico de un Consejo Nacional Electoral. Venezuela necesita urgentemente un nuevo CNE y no sólo para elecciones parlamentarias, hay otras muy importantes que se pudieran pactar. Mi propuesta es que se hagan elecciones parlamentarias cuanto antes.

Nótese que la junta directiva de Parra, con sede en el palacio legislativo, tiene en su contra un importante número de diputados que dicen ser mayoría parlamentaria. La prensa opositora manifiesta que son cien legisladores los que apoyan la reelección de Guaidó, una cifra que deberá aclararse porque votos a través de Skype no son válidos y así lo confirmó el TSJ.

Por otro lado, la directiva ambulante encabezada por Guaidó no fue designada dentro del mencionado palacio, por lo cual le falta cumplir con la Constitución en este punto, habida cuenta que el acto efectuado en la sede del periódico El Nacional no subsana la irregularidad.

Están por verse las posibilidades de que Guaidó pueda cambiar la situación a su favor pues si entra a una sesión legislativa y propone repetir la conformación de la Junta Directiva, el Presidente parlamentario en funciones, Luis Parra, lo puede declarar fuera de orden y rechazar su petición. Esto es perfectamente legal.

Además, se percibe resignación en el entorno de Guaidó, tanto así que se ha anunciado públicamente su separación del partido que lo formó, Voluntad Popular. Esto acontece en un escenario no aclarado suficientemente y que más bien hace pensar que Leopoldo López, máximo jefe de VP, ya no necesita políticamente a Guaidó. En cambio que el desplazado Juan ahora es cuando más necesita a Leo.

Ahora bien, independientemente de cuál de los dos bloques parlamentarios tiene la auténtica mayoría numérica, lo urgente es crear condiciones mínimas para designar el nuevo CNE que enrumbe al país hacia un mejor escenario de convivencia entre chavismo y oposición, con distribución democrática del poder político, consenso político para negociar el cese de las devastadoras sanciones de Estados Unidos y paz que propicie un golpe de timón en lo económico a fin de favorecer a todos los venezolanos.

Con nuevo CNE y nueva Asamblea Nacional elegida libremente por el pueblo, ya en la condición de exdiputados, Guaidó y otros enfrentarán procesos legales por presuntos delitos de traición a la Patria, rebelión, corrupción, entre otros, siempre garantizando a los imputados el debido proceso, el derecho a la defensa y todas las garantías previstas en la Constitución.

Esto será un conveniente mensaje para la comunidad internacional, para expresar que en Venezuela no se usan los procesos penales como herramienta de retaliación política.

Con este artículo me deslindo de sujetos radicales que reclaman encarcelar inmediatamente al presidente de la Asamblea Nacional del año 2019, por lo tanto, basado en mi convicción democrática, digo: hoy no metan preso a Guaidó.

02 enero, 2020

Sobreviví a Lorena Bobbitt



Jesús Silva

Lorena Bobbitt es una de las mujeres más famosas del mundo. Decir su nombre hace que un hombre en cualquier país se tape inmediatamente más abajo del ombligo recordando a la esposa que le cortó el pene a su marido y a la que jamás metieron presa. Esto sucedió un 23 de junio de 1993 en EEUU. Un día como ese pero en 2019 sufrí un atentado similar y en diciembre del mismo año se hizo viral en Twitter un video con la frase: "Retiro denuncia si no te divorcias" donde la mujer chantajea al esposo con una denuncia falsa.

El 23 de junio debe ser declarado día internacional de los hombres víctimas de mujeres violentas y mitómanas. La Lorena original fue perdonada por un tribunal porque declaró que su esposo la maltrataba y que ella actuó en "defensa propia". Sin embargo, esta agresora confesó que le practicó la poda a su marido mientras dormía, es decir, no se defendió de un ataque sino que obró con ventaja contra un ser indefenso.

El tribunal consideró que Lorena procedió con un "rencor legítimo" creado por presuntos abusos anteriores. Pero ¿Y si Lorena mintió? ¿Dónde queda la presunción de inocencia? Peligrosamente la opinión pública influyó en este caso. Esto puede pasar en cualquier país, más ahora con redes sociales creando noticias falsas que se repiten millones de veces.

Se impuso una matriz de opinión: Lorena es la víctima y John Bobbitt, el marido cuyo órgano fue cortado, es el agresor, el misógino, el maltratador, y por lo tanto quedó bien "capado". Poco valió el proceso penal y la sentencia fue la crónica de una muerte anunciada. Un juicio penal objetivo habría condenado a Lorena por uxoricidio (asesinato del cónyuge) en grado de frustración, sin causa de justificación por un maltrató que no se comprobó.

¿Qué etiquetas o tendencias de Twitter se habrían generado si un caso como el de Bobbitt ocurriera hoy? Quizás: "gran tuitazo a favor del tijerazo", "feministas con Lorena Bobbitt", "John Bobbitt maltratador", "cárcel para el mocho John", etc.

No pretendo ser abogado de John pero nadie sabe si alguna vez maltrató a su mujer. Nunca existieron testigos presenciales ni referenciales que señalaran violencia doméstica a pesar de varios años matrimonio. Asimismo, las declaraciones de Lorena fueron contradictorias y su estado psicológico era dudoso.

Cuando un hecho no puede ser atribuido a un investigado, se debe decretar el sobreseimiento. Más aun si no existe posibilidad razonable de que surjan nuevos elementos para imputar.

Lorena Bobbit puede existir en cualquier mujer violenta y mitómana del universo, no sólo se atreve a cortar el miembro de su esposo inocente por perversos motivos, también puede calumniar para cortar su libertad, su patria potestad sobre los hijos, su reputación, su exitosa carrera profesional o su vida pública.                                                                                                                                                                   
Conocí a una Lorena Bobbitt. Una persona a la que aprecio y para la que deseo que el Estado provea tratamiento psiquiátrico porque lo necesita. Su esposo fue amoroso y jamás la maltrató. Él le dio todo lo espiritual y material que haría feliz a una mujer. No haré inventario de casas, carros, viajes al exterior, cirugías plásticas, estudios universitarios, etc. Ella me dijo que si su marido se divorciaba, ella lo mataría, que con su familia de policías opositores lo metería preso, que pactaría con todos los enemigos políticos de él para hundirlo, que estaría "dispuesta a todo" para destruirlo, incluyendo una denuncia falsa, calumnia y simulación de hecho punible ante autoridades y que iría a todos los medios de comunicación para difamarlo ante la opinión pública.

Creo que a John Bobbit le faltó grabar a Lorena extorsionándolo: "John, si no te divorcias, no te capo". Su historia terminó de otro modo: capado y perdonado por el juez, quien quizás pensó: "ya la mujer lo castró, dejemos libre a ese pobre mocho". Un injerto y una carrera mediocre en el cine porno fueron la continuación de su desgraciada vida. Otros sobrevivimos a Lorena Bobbit.