12 abril, 2013

Artistas con Chávez hacen un buen papel

Jessika Grau, actriz de cine


Jesús Silva R.

Publicado en semanario La Razón.
Del  7 al 13 de abril 2013.

Que cada día más gente de la farándula se deslinde del odio antichavista impuesto por empresas privadas del entretenimiento, es favorable para la sociedad de tolerancia, paz, respeto y libre pensamiento que todos merecemos. Los nuevos afiliados al Chavismo son ejemplo de que se pueden fomentar espacios de arte fuera de la agotadora polarización que radicales de ambos bandos pretenden imponer.

Una nueva plataforma de artistas incorporada al Plan de la Patria, reformas legales y un sindicato nacional harán posible contrarrestar la discriminación de los empresarios capitalistas contra muchos talentosos compatriotas cuyas preferencias revolucionarias les ha costado perjuicio profesional. Urge ponerle fin al abuso de esos propietarios de medios que fomentan división social.

Causa pena ajena que autoproclamados intelectuales de izquierda exijan que estos jóvenes de la farándula sean execrados del Chavismo, como si fueran dirigentes políticos que se han infiltrado en la familia socialista para desgarrar sus entrañas y pervertir sus valores.

Esos politólogos o vedettes de la promiscuidad mediática que roban cámaras en cualquier programa de televisión tóxica, balbucean rabia cual Dragones de Komodo sólo porque en su gira electoral el Presidente Nicolás Maduro es acompañado en tarima por estos artistas del recién fundado “Movimiento por la Paz y la Vida”. Quizás con un papel en telenovela o grabándoles su primer disco, se pudiera aliviar la envidia de tales “ideólogos”.

Sabemos que la Revolución Bolivariana no es ni puede ser únicamente el PSUV ni el GPP, por eso todos somos necesarios aunque nadie sea indispensable. Sin discriminación, las fuerzas patrióticas deben seguir integrando aliados para hacer cada vez más poderoso e irreversible el vigente proceso de inclusión social.

La mayoría popular no desea que la revolución original que vive Venezuela copie experiencias del siglo pasado donde "oligarquías de izquierda" se emborracharon con sectarismos dogmáticos e impidieron la libre participación.

Sumar a favor de la obra que nos dejó el Comandante Hugo Chávez implica derrotar la trampa de los que pretenden crear una muralla que divida a Venezuela en dos mitades irreconciliables para así encabezar un ejército lleno de rencor que se oponga a cualquier programa del Gobierno Bolivariano o del Poder Popular.

Bienvenidos sean los artistas que colaboran en los planes contra la violencia y a favor de la proyectada Ley Desarme. Es vital apoyar la reinserción de miles de jóvenes que necesitan una mano amiga para salir de la violencia y transformar sus vidas con educación, trabajo y deporte.

En cine o tv, que bueno sería realizar un film con figuras de notable experiencia como Antonio Machuca y Dilia Waikarán, sumando nuevas generaciones como la carismática actriz de cine Jessika Grau. 

Ciertamente hace falta una obra de arte que combine calidad estética para competir comercialmente, pero al mismo tiempo genere conciencia en problemas del mundo actual como la sociedad dividida en clases, el racismo, el sexismo o los medios de comunicación como fuente de antivalores. Ya escribí el guión de esa película.