30 septiembre, 2012

ADVERTENCIA PARA LA VICTORIA PERFECTA



Jesús Silva R.

Nuestra labor de estudiosos de la política no consiste en gritar consignas, repetir libretos o vociferar fanfarrias, porque para ganar elecciones se requieren más neuronas que menos hormonas, más ciencia y menos fanatismo. 

Nuestra tarea es advertir sobre los peligros no detectados y proponer estrategias, tácticas y soluciones a favor de lo que a nuestro juicio le conviene a la clase popular, como por ejemplo, que Hugo Chávez sea reelecto y así evitar que con Henrique Capriles Radonski se instale otra vez en Venezuela un régimen de discriminación, represión y venganza política como aquel de Pedro Carmona Estanga (2002).

Por tales razones, hoy anticipadamente alertamos que para el próximo 7 de octubre, el 60% de los electores estaría representado por 9 millones de chavistas, pero si 20% se abstiene, (es decir, si 1,8 millones de bolivarianos no salen a votar) el candidato de la patria sólo lograría  7,2 millones de votos y esto podría ser insuficiente para los objetivos trazados en la jornada nacional.

La "victoria perfecta" es llamado necesario a todos los venezolanos comprometidos con la defensa de la revolución y deseosos de mantener y mejorar el actual modelo de inclusión social, con petróleo destinado al desarrollo del pueblo soberano, la democracia constitucional vigente así como la promoción de la igualdad e independencia.

Todos debemos hablar de la "victoria perfecta" porque así enfocamos debidamente el esfuerzo del pueblo en esta etapa electoral final y se descarta radicalmente la idea del triunfalismo y nos llama categóricamente al operativo del 1x10. Es vital que ningún revolucionario puede en casa sin votar, son en conjunto orientación correcta y oportuna que debe consolidarse hasta la culminación de esta batalla electoral.

En efecto, varios sondeos de opinión reflejan la ventaja amplia que Hugo Chávez tendría sobre Capriles, de cara a las venideras elecciones presidenciales de 2012. Aunque otras pocas encuestadoras contradicen esa supuesta ventaja de la opción electoral revolucionaria e inclusive le atribuyen al candidato del oposicionismo un estrecho margen a su favor.

Tal guerra de encuestas se asocia a las matrices mediáticas de cada bloque político para transmitir a sus seguidores una sensación triunfo asegurado e incentivar a los todavía indecisos a sumarse mayoritariamente hacia esa opción que se asoma como vencedora para este 7 de octubre.

Ninguna encuestadora reconocida le asigna a Chávez un porcentaje de favoritismo que sea significativamente superior a la mitad del electorado, es decir, que en el mejor de los casos, la opción revolucionaria se perfila dentro del rango del 45% al 55 % de simpatía, lo cual pudiera propiciar un hipotético escenario óptimo de triunfo  donde el chavismo conquiste 10% de ventaja sobre el oposicionismo.

Todo supone que esa brecha favorable al chavismo debe ser protegida frente a episodios de conmoción nacional (siniestros de Amuay y El Palito, etc.) promovidos por la élite contrarrevolucionaria antes o durante el 7 de octubre. En resumen, tiene suprema importancia la operación de movilización popular durante el día de la votación, porque el oposicionismo ha mostrado menor abstención que el chavismo.