22 mayo, 2012

EL ESCÁNDALO ES LA ÚNICA ESPERANZA ELECTORAL DE LA DIRIGENCIA OPOSITORA



Por: Jesús Silva R. 

Luego de la designación de su candidato presidencial, el oposicionismo vive la frustración del estancamiento de su propuesta electoral en todas las encuestas. Primero, por la desdicha de tener un aspirante que no logra entusiasmar a los electores y que sólo se alimenta del odio y la ignorancia de una minoría del país contra la Revolución Bolivariana.

En segundo lugar, el hombre del autobús del progreso promueve propuestas que sólo conducen al atraso, pues torpemente intenta imitar a Hugo Chávez en su estilo popular y carismático, y ofrece mejorar las obras que nuestro actual Presidente ya ha realizado. Ejemplo de ello, es el fulano proyecto de ley para las misiones, una fantasía que no convence a los millones de venezolanos que se han informado de como este personaje burgués ha eliminado todas las misiones bolivarianas en el estado Miranda.

En este escenario penoso para las fuerzas oposicionistas, regresa el libreto de la aventura como única alternativa para intentar revertir la tendencia electoral que encumbra a Chávez a la reelección presidencial.

Ni todo el dinero de las empresas venezolanas y extranjeras que financian al candidato derechista, ni las argucias y maniobras de las organizaciones políticas que lo respaldan (unas con mayor lealtad que otras), ni la feroz campaña de mentiras y versiones sensacionalistas de los medios de comunicación adscritos al capital privado, han logrado mejorar la imagen de este exótico actor de la política nacional a quien le impusieron la estrategia suicida y ridícula (mondongo ideológico) de mostrarse como un líder con ideas semejantes a las del socialista brasilero, Lula Da Silva.

Es por ello que el Estado Mayor de la derecha venezolana busca afanosamente un desastre o escándalo de escala naciones que brinde la oportunidad de implantar el caos y el miedo entre los ciudadanos, todo ello con el propósito de asestar un golpe de desprestigio contra el Poder Público Nacional, las instituciones de nuestra democracia y especialmente en perjuicio de la credibilidad y reputación del Comandante Chávez; pues sólo haciéndole creer a un buen número de venezolanos que el país se encuentra al borde de la destrucción es que pudieran lograr aproximarse electoralmente a la popularidad que hasta el presente mantiene el actual Presidente de la República.

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