Jesús Silva R.
El PPT de Rafael Uzcátegui tiene más votos que el PCV y por ello debió ser el primer candidato por voto lista de la APR, es decir, Alianza Popular Revolucionaria. PPT tiene más gente que PCV, siempre ha sido así y más en las últimas elecciones a la Asamblea Nacional donde el otrora partido de la clase obrera mostró su cada vez mayor ausencia en sindicatos, centros de trabajo y sectores populares. Entonces, por ética y justicia, insisto, era Rafael y no Óscar quien debía encabezar el voto lista de ese malogrado experimento del APR, que tristemente obtuvo menos del 2% de los votos.
Quizás la presencia del Negro Uzcátegui en el parlamento (como popularmente le llamamos quienes lo apreciamos a pesar de diferir con él en la táctica revolucionaria) le habría dado un discurso más coherente a esa izquierda venezolana fuera del PSUV, que aunque no sea robusta en materia de votos, existe y seguirá existiendo porque es una expresión de la diversidad de la sociedad venezolana y a ningún revolucionario le debería molestar.
Siempre y cuando dicha izquierda no coincida con las ideas de Elliot Abrahms ni de ningún vocero del imperialismo yanqui, creo que ésta merece ser escuchada en cuanto a propuestas constructivas al gobierno nacional. En 2010 yo me fui del PCV luego de 15 años de militancia, cambié de partido para no cambiar de principios. Las cosas andaban muy mal desde el infausto pacto del PCV con Rafael Caldera, y luego con la muerte del respetable dirigente comunista Pedro Ortega Díaz, el partido del gallo rojo cayó en un peligroso síndrome de antichavismo que ahora se traduce en antimadurismo. Hoy PCV ya no es un partido al servicio de la unidad revolucionaria, si no del divisionismo.
Una cosa es criticar fallas del proceso bolivariano en la etapa post Chávez y otra es procurar quitarle la cabeza a quien hoy lo conduce pues lejos de ser el remedio, será inicio de una enfermedad peor a la crisis venezolana. Existen figuras de esta izquierda ajena al PSUV que no lo comprenden a pesar de que tienen edad para ser mis padres o abuelos.
A pesar de la alta abstención electoral vista en los últimos comicios, el PSUV sigue siendo quien acapara la preferencia electoral de lo que queda de izquierda revolucionaria en el país. De modo pues que los militantes de esta corriente deben asimilar que la única organización capaz de ganar elecciones, en nombre de los izquierdistas, es el PSUV; y las demás toldas políticas son más pequeñas que la Acción Democrática de Bernabé Gutiérrez.
Entre revolucionarios podemos discrepar en cuanto a la táctica de lucha pero no así de la estrategia, la cual es defender la independencia de Venezuela frente a las amenazas de EEUU y sus aliados, así como lograr la recuperación económica nacional.
La propuesta de quien suscribe, para miembros del APR, es dejar a un lado los rencores e intereses mezquinos de una persona o grupo, y fomentar la unidad política con base en principios comunes de patriotismo. El PSUV no es el enemigo de los chavistas de a pie, por el contrario es un instrumento de la Revolución Bolivariana que debe ser mejorado pero no disuelto ni difamado por camaradas.
Finalmente, considerando que Figuera anda usando el tema del salario justo de forma oportunista y populista al no reconocer la culpa del bloqueo estadounidense en este problema. Y considerando que Figuera maneja un discurso adeco de "sí, pero no, pero todo lo contrario", "Chávez sí, Maduro no", que lo vincula con la oposición y con el gobierno gringo, no queda más opción que sugerir que nadie llore si VTV no transmite sus discursos porque su retórica trasnochada no tiene nada positivo para el rescate de la unidad en la Revolución Bolivariana hoy severamente bloqueada por EEUU y sus colaboradores.