25 junio, 2018

La oposición de Victoria Secret


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Jesús Silva R. 

Jefes y jefas de PJ, VP, AD y dos o tres más intocables de la élite opositora viven viajando por Norteamérica y Europa con todos los gastos pagos. Cuando ocasionalmente pasan por Caracas es para desfilar por “pasarelas mediáticas” como modelos de Victoria Secret sólo para vender fantasías a sus clientes y cada día menos fans. Desde programas de opinión y otros teatros de propaganda, prometen la pronta caída de Maduro. 

Entre de lentejuelas, escarchas y bambalinas, estos “ángeles del wonder bra” (MUD, frente amplio o como se llame ahora) hablan de un inminente estallido social pero no mueven masas ni barrios populares; insinúan el golpe militar pero no tienen oficiales que los sigan, en resumen, no tienen ninguna influencia o alianza dentro del país para ejecutar lo que hablan. Ya ni siquiera hacen propuestas serias contra la crisis económica para recuperar credibilidad; simplemente ganan tiempo para su único plan: Que EEUU resuelva.

Lo cierto es que muy pocos venezolanos tienen posibilidad de hacer acuerdos con gobiernos de países ricos para sancionar a Venezuela, esa política internacional sólo está al alcance de la élite integrada por la más alta clase social de nuestro país, de donde nacen las Machado, Tintori, D’agostino o Mitzy, etc. Ni la clase media ni mucho menos la clase popular tienen voz en este escenario de glamur, farándula y tacones. 

Tristemente, una élite encopetada ha usurpado el papel de la sociedad civil opositora, pero ¿hasta cuándo será así? Pedir invasión militar y bloqueo económico es la única estrategia de esta élite narcisa y fashionista que cobra en dólares y euros por exhibir sus “trapos” en Washington, New York, Madrid, Paris, Munich, etc. Autoexcluida de las elecciones y de la política nacional, ella apuesta todo a la intervención extranjera. Sin embargo, no piensan igual los tres millones que votaron contra Maduro en la última elección presidencial ni tampoco los abstencionistas opositores (tres millones, según encuestas) que aspiran votar en el futuro cuando aparezcan otros candidatos. La mayoría quiere paz y camino constitucional. 

Todo esto genera una contradicción profunda e irreconciliable entre la élite opositora y el respetable pueblo opositor, la cual tarde o temprano estallará. Entonces, desde las cenizas de la MUD, tendrá que nacer un nuevo liderazgo opositor que sea democrático, nacionalista y respetuoso de la Constitución. Con certeza, los chavistas veremos positivamente ese cambio en la oposición.