Jesús Silva R.
Yo propongo una Ley de pago con comida y trueque, si esto no se materializa en ley, entonces ocurrirá en los hechos...
Se dice que en julio de 2018, la canasta básica familiar superó los Bs 600 millones lo cual significa más de 120 veces un sueldo mínimo mensual. He dicho públicamente que contra la evidente hiperinflación alimentaria, mi propuesta revolucionaria es: sustituir dinero por comida como forma de pagar sueldo a los trabajadores.
Dicho de otro modo, se pudiera pagar sueldo mensual con 4 kilos de carne, pollo, o pescado (proteínas); más 4 kilos de arroz, pasta o harina de maíz (carbohidratos).
Esto permitiría eliminar la exclusividad del dinero como forma de pago de sueldos.
He notado en redes sociales que mi propuesta ha provocado escándalo, sin embargo lo realmente escandaloso es la casi total ausencia de dinero en efectivo que dificulta las transacciones más elementales como pagar el pasaje de autobús.
Las circunstancias revelan que la falta de dinero ha durado al menos un par de años, a ello se le debe agregar la pérdida del poder adquisitivo del trabajador quien para la fecha en que escribo cobra menos de bs 6 millones por concepto de sueldo mínimo mensual y ello es minúsculo frente a una lata de atún margariteño que está por ahora a bs 10 millones.
Conozco la estridencia de la clase media a la hora de quejarse por la crisis económica, pero el dolor no justifica oponerse a una solución práctica y efectiva. Ya el glamur y el estatus social se perdió. Hoy los miedos al pago con comida son una fobia clasemediera, una sensación de volver a tiempos primitivos de esclavitud.
Estamos en "economía de guerra" y ante ello propongo decretar una "ley de pago con comida y trueque" lo cual hará que el alimento sea un medio alternativo de pago con carácter legal.
Mi propuesta no elimina el dinero en efectivo, éste ya se autoeliminó, o lo eliminaron los traficantes que se lo llevan a la frontera con el país hermano para transacciones especulativas, algunos bancos, o cualquier otro culpable real.
La economía no se mueve por campaña mediática sino por la fuerza de los acontecimientos, entonces pudiera legalizarse el trueque que ya se está practicando en el creciente mercado negro venezolano. Revisar ofertas en internet bastan para verificar mi afirmación.
En vez de parir para llevar sencillo en la billetera, podríamos llevar un muslo de pollo envuelto en papel aluminio como forma de pago del pasaje en bus. Tal vez albóndigas de carne para pagar el estacionamiento del centro comercial, quizás un par de bolas por cada hora sería la tarifa y etc.
Una caja CLAP bien completa, sin que nos saquen ningún producto esencial, conviene más que el sueldo mínimo mensual que cada día es más modesto frente a los precios de alimentos y medicinas que suben diariamente.
Sigo siendo chavista porque soy idealista y sigo creyendo que Venezuela puede alcanzar la prosperidad por la vía de un socialismo sin corrupción.
Ojalá que aquellos camaradas que ocupan responsabilidades burocráticas escuchen el clamor del pueblo para corregir lo que haga falta en tiempos de crisis. Si existe imperio y burguesía que promueven una guerra, es urgente desarrollar la capacidad económica defensiva necesaria para que la Patria no colapse. Es hora de que los buenos derrotemos a los malos.
