Por: Jesús Silva R.
Estudio sobre los dos estados más poblados en ruta a las elecciones regionales del 16-12-12. Sobre las elecciones regionales del 16 de diciembre, mucho se especula a
través de los medios de comunicación cuál pudiera ser el nivel de participación
electoral en comparación a la jornada comicial presidencial del 7 de octubre.
De igual manera resulta significativo precisar hasta qué punto la victoria de Hugo Chávez puede influenciar la
conducta de los electores en la materialización de sus votos para
gobernadores y consejos legislativos.
Históricamente las elecciones presidenciales generan mayor nivel de
votación que cualquier otra y este fenómeno se ha acentuado todavía más en lo
que atañe al chavismo, donde el máximo
líder es quien impulsa la más elevada participación revolucionaria y así
consta desde 1998 hasta hoy.
Chávez siempre ha obtenido óptimos resultados cuando él es el candidato
propiamente dicho, mientras que cuando lo que está en juego son candidatos o
alternativas (reforma, enmienda, etc.) más alejadas a su figura personal, el
caudal electoral revolucionario tiende a decrecer de manera sustancial. En
relación al impacto que la reelección de Hugo Chávez tendrá en los comicios
regionales lo aconsejable es tener en cuenta que en el escenario electoral que se avecina prevalecen realidades y
variables propias de cada región.
Hay diferencias entre lo que puede acontecer en estados emblemáticos hoy
gobernados por el oposicionismo, tales como Zulia, Miranda, Carabobo, Táchira,
Nueva Esparta así como los dirigidos por mandatarios disidentes como Monagas y
Lara, en comparación con los restantes bajo la conducción de los bolivarianos. No se debe extrapolar lo nacional a lo
regional.
Es de hacer notar que en Zulia hubo un importante margen favorable al
chavismo el pasado 7 de octubre, mientras que en Miranda ocurrió casi un empate
técnico. No obstante en ambos casos, tanto chavistas como opositores tienen
chance de triunfo pues el factor de abstencionismo
que pudiera flagelar a la oposición por la derrota de Capriles Radonski también
acecha a los bolivarianos quien al no tener en disputa a su máxima figura
histórica pudieran enfocarse más en la situación de la gestión regional y
los indicios de buena o mala gerencia que ofrece cada candidato.
En Zulia Francisco Arias Cardenas conquistó una victoria caracterizada
por la coalición amplia de partidos de aquella época, tiempo antes de que
Chávez fuera presidente lo que denota un escenario distinto al actual. En
Miranda una figura protagónica del
chavismo fue derrotada por el ahora gobernador de esa entidad como hecho
atribuible a una gestión que no conservó la mayoría electoral.
Ambos escenarios indican que la contienda será
competitiva (Ver: Derecha venezolana
está herida pero no muerta - Nuestra nota en diario Ciudad Caracas 11.11.12 - http://www.ciudadccs.info/?p=352220) y que los abanderados socialistas
no deben fiarse enteramente del liderazgo presidencial como palanca de su
propio triunfo, sino profundizar su oferta de gestión acorde a las
realidades locales de las comunidades y paralelamente desarrollar una campaña
de contacto prioritario en los municipios y parroquias que electoralmente han
expresado mayor inclinación al chavismo, para reducir la abstención de los
revolucionarios a su mínima expresión.