Por: Jesús Silva R.
El siglo XXI
es el siglo de la información y los pueblos que posean los sistemas más
eficaces y eficientes para acceder a ella, tendrán mayores posibilidades de
consolidar su desarrollo general.
Los avances
científicos y técnicos se encaminan a fortalecer esos sistemas que suministren
información a la población y ciertamente desde la implantación de la World Wide
Web (la red de redes), la humanidad cuenta con extraordinarias facilidades para
obtener conocimientos de toda índole y desde cualquier región del globo
terráqueo.
Internet ha
transformado a la sociedad radicalmente, sobre todo en las últimas dos décadas,
y se destaca como una herramienta esencial de la polémica y dialéctica
globalización. Países altamente desarrollados luchan arduamente por instaurar
su hegemonía en lo que respecta a los grandes servidores que abastecen de
internet al planeta.
EEUU
predomina en buena parte de la tierra y sin lugar a dudas, América Latina
depende del servicio provisto por el gigante del norte. De cerca le compiten
China y Rusia, quienes admirablemente avanzan en el mejoramiento de servidores
de internet propios que en el corto plazo pudieran establecerse como
alternativa de servicio de internet para el mundo entero.
En Venezuela,
Cantv y Movilnet, en su carácter de empresas estratégicas que el Estado ha
recuperado y puesto al servicio del pueblo, constituyen el motor principal para
que internet sea efectivamente una herramienta masiva, democrática y
suficientemente socializada para el desarrollo nacional.
Cientos de
miles de estudiantes, trabajadores y emprendedores tienen a internet como
instrumento vital para el cumplimiento de sus tareas, y de allí que el
despliegue del llamado internet inalámbrico (2006/2007) haya constituido una
verdadera revolución tecnológica para nuestro país, dado que con la
popularización de las computadoras portátiles (laptops), los dispositivos
móviles para señal de internet (modems de bolsillo) han representado el
complemento perfecto para el uso itinerante de la navegación web.
En teoría con
estos insumos, laptop y modem inalámbrico, una inmensa cantidad de usuarios
podrían acceder a internet desde cualquier lugar del territorio nacional, y
ello facilitaría las labores de tantos venezolanos que por motivos de estudio y
trabajo nos vemos en la necesidad de viajar constantemente por la geografía
criolla.
Este ideal de
país con altísima cobertura comunicacional, disponible especialmente para la
clase popular no debe desvanecerse ni ser entregado a la supremacía del capital
privado y sus compañías que cobran elevadas tarifas por prestar un servicio
similar pero inferior a la capacidad tecnológica que han demostrado las
hermanas Cantv y Movilnet en el área de la telefonía y del internet (tanto fijo
como inalámbrico).
Nuestra
reflexión se funda en la preocupación por la aparente entrada en desuso del
internet inalámbrico en Venezuela, situación que se presume a partir de la
ausencia en las sucursales de Movilnet y Cantv, en Caracas y otras ciudades de
la región central.
Parece una
misión cuesta arriba encontrar dispositivos como el modem inalámbrico CCU-550
Cmotech, el cual sólo es compatible con Windows 2000 y Windows XP, pero que se
vuelve inoperante en versiones posteriores de este sistema operativo, tales
como el Windows Vista y el Windows 7.
De modo que
antes las constantes e injustificadas renovaciones a los que se somete este
sistema operativo Windows (evidentemente motivadas por el interés de
comercialización del capitalismo) millones de venezolanos quedaríamos en
situación de indefensión si nuestras empresas públicas disminuyen o desisten en
la fabricación de dispositivos que se adapten a las nuevas tecnologías
comunicacionales fomentadas por la globalización. Una vez más reaparece la
urgencia de consolidar Linux para deslastrarnos totalmente del tan tedioso y
mercantilista Windows.
Entonces, el
modem inalámbrico (de puerto USB) CCU-550 de movilnet no puede ni debe
desaparecer de los estantes, por el contrario, debe ser actualizado y ofrecido
masivamente a nuestra población, igualmente los dispositivos de modem
equivalentes, ya que el actual desabastecimiento de estas herramientas
(presuntamente descontinuadas o desaparecidas) significaría la muerte del internet
inalámbrico en Venezuela.
Si este
problema no es resuelto prontamente, con
nuestro pueblo perdería su autonomía en el uso de internet y de manera
insalvable se convertiría en esclavo de los cyber cafés y centros de
comunicaciones de los comerciantes privados que especulan con altas tarifas, o
en el menos terrible de los casos, tendrían que afiliarse a las compañías privadas
de telefonía e internet que prestan estos servicios en Venezuela, todo para
perjuicio de nuestros compatriotas y sus actividades productivas.
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