26 julio, 2012

EL VERDADERO ROSTRO DE LULA DA SILVA


Por: Jesús Silva R. 

En cuanto a Luiz Inácio Lula Da Silva, ex Presidente de Brasil, generalmente sólo se ha dicho que ejerció la presidencia del país más extenso y poblado de América Latina, mientras que la derecha mundial pretende falsificarlo como el revolucionario que abandonó el radicalismo ideológico para poder triunfar electoralmente.

En realidad, su principal mérito radica en trajinar por la vida política desde los tiempos de Unión Soviética y no extinguirse hasta llegar a la era de las revoluciones democráticas del siglo XXI. Como notable intérprete de las derrotas electorales que sufrieron los partidos marxistas latinoamericanos (mal influenciados por la Perestroika), años después este mismo hombre supo encarar los desafíos del nuevo siglo, con sus alianzas y la redefinición de las luchas populares.

La historia ha consagrado a Lula como el estratega capaz de demostrar que al capitalismo se le pueden ganar elecciones, pero que ello exige superar el sectarismo, los dogmas y el narcisismo de la vieja izquierda, pues hoy nuevos actores han obtenido relevancia más allá de los aparatos partidistas y sindicales (movimiento de los sin tierra, frentes sociales, comunas, trabajadores no dependientes). Fue con estas y otras reflexiones que el obrero metalúrgico que cuatro veces había intentado conquistar la presidencia, finalmente logró una victoria heroica frente a una de las burguesías más poderosas del mundo.

Es así que este cofundador del Foro de São Paulo y maestro de la diplomacia dialéctica que prioriza el interés de su nación, ha manifestado recientemente su apoyo al candidato de la patria, Hugo Chávez; lo cual ratifica su apego a las causas populares, al socialismo así como su total deslinde con el desangelado candidato oligarca que desde la TV venezolana dice parecerse a él.

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