Por: Jesús Silva R.
Una infame foto le ha dado la vuelta al mundo, el Rey de España posa con su rifle cerca de un elefante asesinado. Se presume que en su actividad como cazador en África, sufrió recientemente una fractura en su cadera que ameritó cirugía. El caso ha causado molestias debido al notorio despilfarro de la familia real en tiempos de grave crisis económica en la nación ibérica.
Esta imagen exhibida en redes sociales como Twitter revela un ultraje a la fauna, al medio ambiente y a la propia humanidad, que alerta que en el siglo XXI es inaceptable la permanencia de las monarquías porque perjudican el desarrollo de la plena libertad de los pueblos.
Es más que bochornoso que en época donde tanto se discute sobre la democracia ideal, queden Estados donde el poder soberano que reside en el pueblo, se vea desplazado por reyes supuestamente encomendados por Dios para ejercer sus designios en la tierra. No habrá justicia social mientras burguesías, monarquías y gobiernos neoliberales exploten al proletariado, y la televisión farandulera logre hacer creer al pueblo que la corona atraerá bendiciones para la nación.
¿Por qué se calla la jefatura de la Unión Europea cuando se le exige revertir sus medidas económicas empobrecedoras contra la ciudadanía? ¿Y por qué no se calla la ultraderecha europea cuando critica a la Revolución Bolivariana? De nuestra patria, el invasor ibérico hace mucho fue expulsado, y a diferencia de lo que hacen allá, en Venezuela la riqueza se invierte en lo social, no en familias parasitarias ni crímenes ecológicos.
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