17 marzo, 2010

INGRATOS ASPIRAN SER PARLAMENTARIOS

Por: Jesús Silva R.


Que nadie crea que en todos los partidos las bases siguen mansamente los errores de sus dirigentes, pues en todo colectivo hay diversidad de opinión. Advertimos que este 2010, la ambición y prepotencia de ciertos cogollos aliados a Chávez podría impedir la unidad perfecta para defender la mayoría calificada en la Asamblea Nacional, como garantía de estabilidad política y avance al socialismo.


Como intransigentes defensores de la unión de los revolucionarios con Chávez, conocemos el derecho de los partidos a ventilar sus candidaturas propias, pero advertimos, al mismo tiempo, que ese derecho es de orden grupal partidista y, por lo tanto, es de rango inferior al derecho del pueblo a fortalecer su gobierno revolucionario, cuya base primordial es el liderazgo presidencial.


Chávez, por más de 10 años, ha representado a los venezolanos en dimensiones superiores a cualquier partido, por ello lo que decida la alianza patriótica no podrá ser para favorecer a sectas demagógicas, ni a oportunistas jefes de cúpulas que no practican en sus propios partidos la democracia interna que tanto le reclaman a Chávez desde los comandos unitarios.


Jamás puede un partido revolucionario alegar su independencia o el “merecimiento de cuotas políticas” como derecho principal, en perjuicio de la unidad estratégica y la victoria electoral del pueblo contra la burguesía y el imperialismo. Condenada por la historia será la acción calculadora de los cogollos aliados, al insistir en errores que hasta sus propios camaradas podrían cobrarles mañana.


Incorrecto es aspirar a cargos sin considerar la reducida ascendencia que se tiene sobre el pueblo y pretender inflar liderazgos locales contra las propuestas de Chávez. Ante la vista de los millones de venezolanos que no militan en partidos políticos, el electoralismo de este “chiripero del siglo XXI” pudiera ser tan dañino como el oposicionismo.


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http://www.kaosenlared.net/noticia/ingratos-aspiran-ser-diputados-socialistas-si-electoralistas-no

02 marzo, 2010

LA ELECTRIFICACIÓN SOCIALISTA



Por: Jesús Silva R.

Hoy que tanto se habla del déficit eléctrico en Venezuela y la politización mediática busca restar confianza a las soluciones del Estado, lo más idóneo es la respuesta científica y documentada. Curiosamente para mí (llevo 20 años en el Marxismo), recurro a la CIA (fuente no chavista) para evidenciar que la Rusia actual es reconocida como el quinto país con mayor desarrollo eléctrico en el mundo (http://www.cia.gov).

Sucede que tan destacado lugar es indiscutible legado de su revolución industrial iniciada en 1917, pues consta como uno de los grandes éxitos del socialismo europeo, la exitosa revolución eléctrica de la URSS, cuya obra es el excelso sistema que hasta 1991 disputó con los gringos la supremacía en generación eléctrica.

Se sabe que Rusia fue un país feudal entre los más atrasados del orbe y que luego en la revolución bolchevique sumó datos objetivos de potencia industrializada. Entre los más notorios, la total electrificación de la antigua URSS, abarcando 11 husos horarios de los 24 que dividen al planeta y abasteciendo a Europa Central, Finlandia, Noruega, Turquía, Irán, Mongolia y Corea del Norte.

Esta proeza de obligatoria emulación para otras revoluciones, estuvo contenida en el Plan Goelro (el primero para la recuperación y desarrollo económico nacional) donde Wladimir Lenin planteó que el comunismo era el poder soviético (la fuerza de sus hombres y mujeres) más la electrificación del país y fijó de 10 a 15 años para la meta.


La clave del triunfo fue la ruptura con el capitalismo y la planificación socialista, pues los soviéticos no entregaron la propiedad del sistema eléctrico a empresas privadas (causantes de la distribución anárquica y mercantilista). Por el contrario, bajo la propiedad del Estado, se emprendió la electrificación como base material (estratégica) del socialismo y junto a un pueblo educado para el uso racional y productivo de los recursos, se obtuvo diversidad de fuentes eléctricas, anticipación a las contingencias naturales y pleno acceso a la energía.